El amigo Modestino me envió en PDF un
librito que me ha encantado. Se titula “Tocar los libros” de un
señor que se llama Jesús Marchamalo...y me ha entusiasmado.
¡Gracias, Modestino!
Yo soy muy desordenado en las lecturas,
guardo algunos ejemplares en casa, regalo bastantes, y me chifla
leer.
Otra cosa que me enloquece, desde hace
años, es visitar papelerías y mirar libretas, agendas, cuadernos.
No sé qué tienen los cuadernos vacíos, limpios, por estrenar, que
siento un impulso irrefrenable por comprarlos y comenzar a escribir
historias, o contar cosas. Da igual el tema, ficción o realidad,
Es una auténtica tentación.
También me sucede en el despacho de mi
empresa. Estos días de navidades llegan dietarios, agendas, o
cuadernos de notas, y los guardo pensando que un día escribiré la
obra que este mundo necesita.
Muchas veces me pregunto de dónde nace
esa pasión.
Tengo muchas teorías. La más curiosa
es por razones sexuales...
Todo empezó escondido a los trece ,
catorce, quince años- ¡vete a saber dónde!- para ver los anuncios
de ropa interior femenina del "¡Hola!",o "Ama", o "Semana" que eran las revistas que entraba en
casa donde podía ver mollar. Llegué, ¡tan salido estaba! (o
estoy, que no sé si eso se cura), que hasta me perdí viendo el
Burda, que era una revista de moda para señoras maduras y con
medidas de tallas algo grandecitas.
El "Burda" , decenas de ejemplares, lo descubrí en una buhardilla de la Fonda Vidaller, en Bielsa, donde veraneábamos un mes entero .
¡Daba lo mismo!: todo lo que caía en
la red era pescado.
De la mano de los anuncios vino la
lectura por saber algo de aquella gente, y de la lectura , la
fantasía insaciable.
Y aquí estoy.
Sr. Mauricio, no es Usted el único que fantaseaba con la prensa rosa. Y para colmo de males, vino el Betis complicando la situación. Efectivamente, no tiene cura. Es la naturaleza humana. Bien pensado ¿qué hay de malo?.
ResponderEliminarMuchas personas , quizá todas tienen una vocación comercial frustrada. Supongo que librerías y heladerías se llevarían la palma.... Mi padre siempre decía que , si pudiera repetir en esta vida, seria ferretero, y las chuflas se disparaban hasta la estratosfera : "Anda que cuando te caiga una abuela con la goma de la cafetera, y no sepa el tamaño, y pase de una a otra y se vaya formando cola..."
ResponderEliminarMe pasa exactamente lo mismo con las libretas. Especialmente con las Moleskin tamaño A5 de tapas de hule o de colores. Tengo varias y un día decidí empezar a llenarlas. La última la llené de notas sobre Gladiadores y sale en forma de libro en unos meses.
ResponderEliminar¡La leeremos!...y espero que , si hay suerte, edites un superventas , y te diré cómo si el martes todo va bien:)
EliminarLluís: !Eres una máquina! Eso es tener los objetivos claros.
EliminarYo tenía un amigo que nunca utilizaba agenda (o dietario, como dices), siempre iba con su libretita, con sus proyectos, propósitos de mejora y todo. Cuando sentía que necesitaba "volver a empezar" tiraba la libretita y se compraba una nueva. Cuando lo veía con su libreta nueva sabía que tenía un subidón y le podía pedir cualquier cosa.
Las libretas de Aznar también tienen su coña: imagínate al jefe entrando en la zona común del despacho, a mirar críticamente a la gente tomando notas. Yo creo que escribía chistes, hacía dibujitos picantes o cosas así y hacía pensar a sus corifeos y a los periodistas que anotaba cosas trascendentales, un nuevo Karl Rahner o Urs von Balthasar.
Yo uso la de L.C. (es lo que escriben en la explicación del tamaño, la utilizaba Corbu para los arquitectos, Le Corbusier para los mortales).
A mi también me pasa con las agendas. La mía es Agenda Diary Uno, de Miquelrius, de tapas blandas. Las tapas blandas son las que más busco, para manosear bien y que no ocupen lugar. Al final del año están a tope de letras y planes mal escritos pero que sirven de recordatorio. Lo mio no es escribir cosas bonitas sino recordar para no morir de despistes acumulados, cosas pendientes etc... Mola! A ver qué planes editoriales nos cuentas! Buen domingo!
ResponderEliminarMauricio, hablas del "Hola", del "Semana"... Pero qué me dices de TELVA (publicación que ha marcado a más de una generación).
ResponderEliminarEn mi casa no se leía Telva
ResponderEliminarPues esa pasión hay que controlarla y canalizarla, casi mejor, que te pilles un buen libretón y escribas una gran novela de pasiones, así, a lo mejor, algún dia, ese manuscrito cae en manos de un jovencillo, y la cadena ya no se rompe. Un abrazo
ResponderEliminarJoder, lo mío era peor: devoraba revistas de decoración de mi santa madre en la desaforada búsqueda de un anuncio de duchas ilustrado con una refrescante foto de una joven lozana y hermosa que me sonreía - si, a mi - mientras enjabonaba su tersa piel - si, también para mi -. Que tiempos de auto complacencia.
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ResponderEliminarMe han hablado de ti y entré aquí.
ResponderEliminar¡Eres muy buenoooo! (voz de Robert de Niro)
El libro que citas de Jesús Marchamalo es de lo mejor.Una pequeña obra maestra.
ResponderEliminarLos hombres..... Qué diferentes!!!! jajajajjajaja Es que lo del Burda tiene delito.
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