jueves, 19 de mayo de 2016

LOS BUENOS Y LOS MALOS.

El bien y el mal son dos ríos muy caudalosos que atraviesan  el corazón humano, y en sus riberas  beben  el ángel y satán . Y  desconocemos de su desembocadura  el lugar exacto y  la salud de su caudal

No nos engañemos: un río desbordado  no es peor  que un río envenenado. Las aguas turbias del primero  , tarde o temprano, volverán a su cauce. Sin embargo, la ponzoña del  segundo  no se ven.

Una buena  persona   puede  no auxiliar a un ciclista  que atropelló  en la soledad de la  madrugada  , y por la  mañana , esa misma  persona  salvar  la vida  de  un peatón al ir a cruzar un semáforo. 

Te estás  afeitando   y no sabes que ese  día  el  acto  reflejo  que  te  lleva   a arrojarte  a  las llamas  de un edificio  para  rescatar  a una anciana , está  en el mismo punto cerebral  que te  impulsará  a matar  a  un pederasta pillado en falta.

Sé  de  un  san  Juan Bosco  que podría arrancarle la yugular de un mordisco a un automovilista que le ha birlado el sitio para aparcar. Y    el  mismísimo  Hanibal Lecter   salvaría  a  un  suicida  sin pedirle  nada a cambio.

Lo que  sabemos es  que  cuando  uno resbala , hay  dos  que van en su ayuda. Y que  por cada atentado  terrorista surgen miles de  ramos  llorando  su ausencia. Por  cada muerto, son muchos los que  asisten a su  entierro. Y  en un atentado son  innumerables los  donantes de sangre. 

Nos enseñan  mucha  violencia, pero en esas aguas  estoy convencido que abrevan más ángeles  que demonios Hay más  senderistas  que  drogatas , más personas  que rezan  que guerreros, más corales   que   atracadores , más gente que devuelve la cartera que chorizos.

 Más caricias  amorosas  que violadores. 

Somos  más  los buenos. Estoy seguro.


4 comentarios:

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  2. Si quieres ver una buena película de héroes en 3D, sólo tienes que darte una vuelta por urgencias de un hospital.
    Desde el conductor de ambulancias experto en saltar bordillos al payaso que recibe a los niños, verás una cadena de personas que hacen de su ocupación un arte.
    Antes de levantarte la tapa de los sesos, ve a un hospital y dona sangre.
    Igual se te quitan las ganas de desperdiciar tontamente cinco litros de cero positivo.

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  3. En mi opinión no importa que seamos más o menos los buenos, como dices. Lo importante es ser bueno, ser bueno para uno mismo delante de Dios, que lo ve todo (el Superyó, que diría Freud).
    Luego viene el lío porque algunos dicen que se busca el sentimiento egoísta de haber hecho el bien. En fin, no somos nada.
    El entorno influye mucho, estamos inclinados al pecado (pronus ad peccatum). En el Betis molaba hacer ver que eres un angelito, mirar al sagrario mientras haces la oración y decir cosas elevadas como que el Espíritu Santo nosequé.

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  4. Somos más los buenos, seguro que sí. Un placer volver a leerte Suso.

    Fdo. ex bético, ahora sevillista

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