El bien y el mal son dos ríos muy caudalosos que atraviesan el corazón humano, y en sus riberas beben el ángel y satán . Y desconocemos de su desembocadura el lugar exacto y la salud de su caudal
No nos engañemos: un río desbordado no es peor que un río envenenado. Las aguas turbias del primero , tarde o temprano, volverán a su cauce. Sin embargo, la ponzoña del segundo no se ven.
Una buena persona puede no auxiliar a un ciclista que atropelló en la soledad de la madrugada , y por la mañana , esa misma persona salvar la vida de un peatón al ir a cruzar un semáforo.
Te estás afeitando y no sabes que ese día el acto reflejo que te lleva a arrojarte a las llamas de un edificio para rescatar a una anciana , está en el mismo punto cerebral que te impulsará a matar a un pederasta pillado en falta.
Sé de un san Juan Bosco que podría arrancarle la yugular de un mordisco a un automovilista que le ha birlado el sitio para aparcar. Y el mismísimo Hanibal Lecter salvaría a un suicida sin pedirle nada a cambio.
Lo que sabemos es que cuando uno resbala , hay dos que van en su ayuda. Y que por cada atentado terrorista surgen miles de ramos llorando su ausencia. Por cada muerto, son muchos los que asisten a su entierro. Y en un atentado son innumerables los donantes de sangre.
Nos enseñan mucha violencia, pero en esas aguas estoy convencido que abrevan más ángeles que demonios Hay más senderistas que drogatas , más personas que rezan que guerreros, más corales que atracadores , más gente que devuelve la cartera que chorizos.
Más caricias amorosas que violadores.
Somos más los buenos. Estoy seguro.
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ResponderEliminarSi quieres ver una buena película de héroes en 3D, sólo tienes que darte una vuelta por urgencias de un hospital.
ResponderEliminarDesde el conductor de ambulancias experto en saltar bordillos al payaso que recibe a los niños, verás una cadena de personas que hacen de su ocupación un arte.
Antes de levantarte la tapa de los sesos, ve a un hospital y dona sangre.
Igual se te quitan las ganas de desperdiciar tontamente cinco litros de cero positivo.
En mi opinión no importa que seamos más o menos los buenos, como dices. Lo importante es ser bueno, ser bueno para uno mismo delante de Dios, que lo ve todo (el Superyó, que diría Freud).
ResponderEliminarLuego viene el lío porque algunos dicen que se busca el sentimiento egoísta de haber hecho el bien. En fin, no somos nada.
El entorno influye mucho, estamos inclinados al pecado (pronus ad peccatum). En el Betis molaba hacer ver que eres un angelito, mirar al sagrario mientras haces la oración y decir cosas elevadas como que el Espíritu Santo nosequé.
Somos más los buenos, seguro que sí. Un placer volver a leerte Suso.
ResponderEliminarFdo. ex bético, ahora sevillista