Realmente uno muere cuando ya no tiene nada que aprender,ni de qué asombrarse , y eso suele suceder mucho antes de que el alma abandone el cuerpo.
Hay síntomas graves. La rutina que pone en sordina todos los días y las noches . Todos los mapas que memorizamos en la escuela han desaparecido. Los físicos y los mentales . La fe que nos transmitieron no es tan rocosa como parecía. En todos los sentidos hay otras fronteras.
Si te niegas a aprender la nueva geografía , la física y la mental , que te rodea ya estás muerto. Te rebelas a entender el nuevo invento digital , ya estás muerto. Ves cruzar un grupo de jovenzuelos con peinados imposibles y mini pantalones enseñando mollar, y emitiendo aullidos salvajes, y piensas "¡joder, qué mierda!", olvidando que en otro tiempo tú eras uno de ellos que hacía cosas parecidas, ya estás muerto.
De pronto puedes aspirar el aroma de un goma de borrar Milan , probar una tortilla similar a la que hacía tu madre, descubrir en una mudanza una foto tuya con la amiga de tu hermana de la que te enamoraste , escuchar una suavísima melodía de Lobo, baby,i'd love you to want me, encontrar un pétalo entre las páginas del libro que te regaló él ... si al sentir por todo eso una infinita nostalgia , una comezón melancólica, y suspiras al viento imperio ya estás muerto.
Cambian las formas de todas las artes, de las culturas, de las ideas , de las cosas que nos hicieron reír,llorar. Hoy también se ríe y se llora, pero de otra manera, y por otras cosas.Todo eso forma parte del río del que habló Heráclito , y todo son afluentes del gran río que arrastra el limo de nuestras emociones.
Si estás cabreado por como se come, se viste, se peina, se hace el amor, entonces ya estás muerto.
El mundo es infinito, y su modo de presentarse a la hora de cantar, de esculpir, de bailar, de rezar, pero hay un momento fatal , ése en que cada uno se suicida lanzándose a las aguas turbulentas de la riada desbordada: cuando reconoces que no entiendes nada de lo que pasa.
Esta muerte puede ser repentina , lenta, violenta o dulce, dependerá del modo en que vayas andando por la calle durante años , más o menos cabreado , con los morros apretados por tus gruñidos de cascarrabias , o la sonrisa lela que da la resignación.
Los naúfragos de la crisis nos refugiábamos en aquellas rocas de un bar.
ResponderEliminarEl cocinero jordano. La dueña turca. Los clientes carne española de cañón del colorado. Parados, separados, solitarios y viejos.
...
Entran dos gitanos que son hermanos y se piden un quebac.
Diez y seis años, calculo.
El jordano les prepara la comida. La turca ordena el almacén. Los españoles sumergen su alma en el fondo de un vaso.
...
Le pregunto al gitano de seis años si conoce el mejor truco de magia del mundo.
Me dice que no.
El jordano sale con la comida y afirma que soy un mago de verdad.
El gitano abre los ojos hasta que ocupan todo su careto.
Entonces, reunidos en la antesala de la muerte en vida, el jordano salta la barra y me da una servilleta de papel.
Y ahora, señores y señoras, niños y niñas, el mejor truco de magia del mundo mundial.
Rompo la servilleta en dos trozos, hago sendas bolas de papel y me dejo llevar por el viento de poniente que azota las olas de unas vidas desgarradas.
El gitanillo me observa con suma atención, así que le hago el truco a cámara lenta.
Como si fuera muy importante sorprender su alma.
...
Salen los dos hermanos del bar con su cena.
El mayor lleva una bolsa con las viandas.
El menor sonríe. Ha visto un truco de magia gratis.
...
Como si fuera muy importante vivir con el alma sorprendida.
...
Hay mucho muerto viviente por ahí...
ResponderEliminar