sábado, 30 de abril de 2016

Y ALLÍ PRONUNCIARÉ MI NOMBRE.

Ayer  comencé nueva andadura. Hubo cruce de  caminos. 

Vuelvo a a residencia  donde me alojé al regresar de Tamahu. Y vuelta a empezar.

Salí a pasear por la tarde. 

Antes de entrar en el cine a ver "Trumbo"  , buena  película, hablo por teléfono  con una  amiga del Barullo que también está en su particular cruce de caminos. Mientras hablo con ella, veo a través de un escaparate una  gente bailando en una clase de salsa. Me llama la atención la motivación de un hombre mayor que cuenta mentalmente  los pasos  y padece  una dixlesia muy principal.

A  estas alturas  del álbum de  la vida   no espero nada  de nadie, excepto los que se han ido y están en la  memoria y en el  ático abuhardillado  de mi corazón

Una paloma torcaz zurea en el tejado  de la  residencia  donde  estaré  unos días. Suena  el  semáforo de  la calle avisando a los peatones a  acelerar el paso. La cortina   de la habitación está bailándole  a la brisa  con  una luz gris azulada  . Amanece. Un vecino de habitación  sale a la calle y escucho el tintineo de las llaves al cerrar  la puerta. Mientras desayuno café  con leche, y un zumo de naranja , observo sin prisa  una nubes pinceladas de blanco algodón , y  el primer sol extrae vetas de púrpura. 

Todo se halla preparado para otro sábado anónimo y anodino . Como  siempre , hoy me he propuesto ser feliz. 

En este momento ladra  un perro en la plaza  , y persigue por los parterres a una mariposa que está estrenando la primavera.

¿Qué podría hacer hoy para redimirme? Iré a pasear con Joan,  un buen amigo  , mayor y con una mirada azul, bondadosa. Es  misionero de una congregación que se llama Ekumene . Merece una entrada.

Iremos al páramo para sumergirnos en el verde de  los trigales. Cuando me encuentre flotando sobre los destellos del tapete alfombrado de billar  pensaré un instante en la belleza inmortal. 

De esta forma esperaré a que. lleguen las tinieblas de  la    meseta en Valladolid  y entonces me pondré a contar en el interior de mi  alma estrellas errantes sin esperar nada más.

Antes de acostarme  , mientras  intento dormir , rezaré unas  cuantas  avemarías y en el "santa  María"...añadiré "Madre de Dios y Madre de...", y allí , cuando antes pronunciaba  tu nombre, hoy rezaré el mío.



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VOLVER A EMPEZAR

4 comentarios:

  1. Viene el buen tiempo.
    Alguien con quien te cruzarás está desempolvando una bicicleta, una mochila o una gorra para leer bajo un árbol.
    En este justo momento.

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  2. Eso espero, amigo.

    Lo que tenga que ser, será.

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  3. Nuestro amigo Tomás, que es de Tarraco y ahora vive en Lleida, suele hacer un trozo del Camino de Santiago cada año.
    Un verano me fui con él, por la zona de León.
    La cosa era más o menos así. Nos levantábamos temprano, desayunábamos y empezamos a andar.
    Mientras él avanzaba rápido, yo me destrozaba los pies en los primeros kilómetros.
    Luego él me esperaba en algún sitio y comíamos.
    Nos cruzamos con un montón de peregrinos y peregrinas.
    Por algún motivo a los peregrinos les saludábamos, mientras que a las peregrinas les ofrecíamos agua, bocatas, información y chistes.
    Un trato desigual a todas luces.
    Por la tarde acabábamos en algún pueblo perdido, donde visitábamos la iglesia y algún bareto.
    Por ese orden.
    En la iglesia hablábamos con Dios y en los baratos con las peregrinas.
    Algunas de ellas sólo hablaban idiomas desconocidos, en cambio nosotros los hablábamos todos.
    Curioso fenómeno.
    ...
    Todos buscábamos algo.
    Incluso algunos buscábamos dos o tres algos.
    En ese camino se encuentran muchas cosas interesantes.
    Yo por ejemplo tuve que hablar con todas las farmaceúticas sobre rozaduras, quemaduras y raspaduras del pie.
    Algunas eran morenas y me dijeron que mi calzado era inadecuado. Otras eran rubias y me animaron a practicar ganchillo o alguna actividad manual.
    Hubo una pelirroja que me dijo muy en serio que caminar era el mayor error que había cometido en mi vida.
    Pero cuando bailé con ella en la plaza del pueblo, con una orquestita de aficionados, bajo unos farolillos de papel en una noche de verano, los pies ya no me dolían.
    No me dolían en absoluto.
    Y por fin, pude contar estrellas.

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    1. Driver eres un ... de todas formas se agradece la mención.

      Suso, sigo con el barullo. Un abrazo!

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