martes, 17 de abril de 2018

DÍAS DE ABRIL.

Conozco   algún empresario  que le encantaría tener  la potestad de detener el curso del sol en mitad del cielo como hizo el caudillo Josué ante las murallas de Gabaón . Josué necesitaba sólo algunas horas más de luz para tomar la fortaleza al enemigo, pero tal vez este sueño de que nunca llegue la noche en las personas  que  hablo  busque sólo  ganar  más pasta. 

Estos  días de   abril  disfruto de  este tiempo  y también , a  mi manera,  he  parado el sol . Desayuno café  con una nube de leche  fría , pan tostado con aceite de oliva, tomate rallado, . Y también un zumo de naranja natural.

Por  las  tardes busco  momentos de paz, música y lectura. Un momento mágico.

Al atardecer  salgo a  pasear y  me tomo  un gin  tonic   en una terraza . Las  horas  se pasan sin preocuparse de nada. Suena  la brisa marcando la luz  que declina del día con el tiempo extasiado. 

Nada envejece tanto como huir. Y  eso es  lo  que he hecho  toda mi vida, o esa  es  la impresión  que tengo. Estoy harto de mi. 

Quisiera  conquistar la paz  interior  aspirando  el perfume del caldo que fumaba mi padre  , cigarrillos  primorosamente  liados,  para que todas las sensaciones que haya  tenido desde la niñez construyeran un instante perenne con el tiempo detenido. 

Y de paso, el amor  que  anda  por  aquí , silencioso.

4 comentarios:

  1. buenos días,
    quizá sea por esto por lo que te leo a diario: "eso es lo que he hecho toda mi vida, o esa es la impresión que tengo. Estoy harto de mi."

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  2. Estar harto de uno es el principio de cosas muy buenas...

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  3. El tiempo... supongo que las cosas tenen un sentido tal y como son. Todo el mundo dice hechar de menos su pasado , su juventud. Pero si apretando un botón pudieran volver a sus tiempos más jóvenes, más de uno se lo pensaría. "Estuvo bien, pero... vivir otra vez todo eso??? Que pereza...."

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  4. El tiempo nos proyecta hacia el futuro (o no, porque no hay tiempo). Nos creemos eternos, pendientes de una pensión que quizá no podremos disfrutar, o solo unos pocos años.
    Yo creo que hay que conjugar lo interior con lo exterior. Ortega decía que el gran fallo de la modernidad es pensar que nuestra relación con el mundo es intelectual cuando nuestra naturaleza es "hacer".
    Bueno, quizá un poco de cada.
    Todos estamos hartos de uno mismo porque somos quienes nos conocemos mejor, si somos sinceros. Podemos idealizar a los demás (el jardín del vecino, siempre más verde; o el vecino es un verde).
    Los engreidos, se nota mucho, cantan mogollón.

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