domingo, 15 de abril de 2018

¡UN DOS TRES...CHOCOLATE INGLÉS!

A  veces  uno  tiene  la  impresión  de  que Dios anda   jugando  con  la peña al  "un , dos,  tres, ¡chocolate inglés!"...o al "un,  dos  , tres,  ¡picapared!" , que  cantan en Cataluña.

Toco con los nudos de la mano la pared, me giro, y allí nadie ni nada se mueve. Estatuas  mudas  e  inmóviles, que  te miran inexpresivas. Hoy  siento  mucha gente  mirándome  así. Y sangran los  nudillos   esperando  una respuesta, un guiño, un algo  humano.

Y parece que en una  hora  concreta, final y  sorpresiva,  Alguien te toca la espalda y  allí  se  acaba  el juego.

Tal vez  no   sea así...pero  lo  parece.

2 comentarios:

  1. No le des vueltas.
    Dios es un tahur que juega al póker cojonudamente.
    Vas tú y coges tus últimos mil pavetes, te sientas en la mesa cubierta con un fino tapete verde, ensayas tu mejor cara inexpresiva y tensas tus nervios para jugarte la vida en una timba a muerte.
    ...
    El Boss se sienta frente a tí, da las buenas tardes y comienza la partida.
    Vas a ganar un pastizal o saldrás arruinado. No hay más opciones.
    ...
    El Boss reparte cartas.
    Y oh!, primera sorpresa de la tarde.
    El Boss juega al póker descubierto. Las cartas las distribuye boca arriba.
    ...
    Esto no entraba en tus cálculos, acostumbradico estabas a ser el único que veía tus cartas.
    Tampoco estás preparado para ver el juego de los demás.
    Esta forma de jugar es nueva para tí.
    ...
    El Boss te da un As y un dos, y tú te quedas con careto de gilipichis
    ...
    Una más!, una más!, gritas fon la adrenalina por los cielos.
    ...
    El Boss lleva tres Reyes, Melchor, Gaspar y Baltasar. Su juego pinta buen.
    Tú llevas una pareja de doses y un solitario As. No tienes ni zorra idea de tu futuro inmediato.
    ...
    Pides otra carta y subes la apuesta.
    El Boss se planta.
    ...
    Tienes que ser Clint Easwood, mirar al Boss a los ojos y tirarte un farol.
    Las tuyas y cien pavos más.
    ...
    El Boss se descojona, te conoce como si fueras su hijo.
    En realidad lo eres.
    ...
    La última carta se pone boca abajo.
    La expectación es máxima.
    ...
    El Boss se sigue descojonando de tí.
    Tú, pardillo esférico no entiendes una castaña pilinga.
    Y menos la sonrisa del Jefe.
    ...
    Entonces te das cuenta.
    Te está enseñando a jugar con las cartas descubiertas.
    Ése es hoy su objetivo.
    Que no tengas miedo nunca.
    ...
    Tras voltear la última carta, unos ganan y a otros les dan matarile.
    ...
    Pero se trataba de aprender a jugar al póker descubierto de la vida.
    Ganar o perder es muy relativo.
    ...
    Aquí se trata de aprender a hablar y sentir sin miedo.
    Son las reglas del juego.

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  2. Los actos positivos traen consecuencias o "recompensas" positivas, y los actos negativos, consecuencias negativas.

    Pero ello no es inmediato. Uno no recibe un "cachete"automáticamente cada vez que hace algo deshonesto o egoísta.
    Algunos misticos lo llaman "la trampa del tiempo": los actos tienen consecuencias .... pero que llegan en su momento. A veces, mucho tiempo después.

    "¿Qué ha hecho fulano para que le ocurra esto (bueno o malo)? Fulano ha hecho mucho, pero como hace mucho tiempo que lo hizo, Fulano atribuye su buena o mala suerte al "azar""

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