miércoles, 25 de abril de 2018

SEMBRAR FLORES EN LAS RUINAS

Una de las formas más altas de amar consiste en permanecer fieles a las personas y cosas que no han sabido traernos la felicidad. En  jamás  renegar  de  aquella  parte  de  nosotros  mismos comprometida  un día en  causas  hoy  desaparecidas, o  en  empresas  que  fueron abandonadas.

Más : permanecer, al menos en el secreto, agradecidos a todo lo que un día amamos y luego nos ha destrozado.

Sufriremos  más, pero será  un sufrimiento sin poso  de amargura.

No  estoy  seguro  , pero  quizás  también de esa  fidelidad a  las  ruinas  de nuestra  ternura abatida, de  nuestras  ingenuidades, de las  insensateces que  obramos, o de  nuestra  mala  cabeza, renacerá un  nuevo  amor, una  nueva  alegría :  nada  podrá  ser  reconstruido, pero  florecerán  las  ruinas.

Para  mi  es  el último  recurso  que  se me  ocurre: ¡tengo tantas  cuentas pendientes  y asuntos   de  los que  mejor  no hablar!.   Soy efímero, de fidelidades que  cambio  por  nada,   y que  me  han arrebatado  tantas  cosas.

Y  sólo pienso en  sembrar  flores  en las  ruinas.


 


8 comentarios:

  1. ..."pero hay un Árbol, entre muchos, uno,
    un cierto Campo que he mirado tanto,
    y ambos me dicen de algo que se fue:
    ante mis pies, la flor del pensamiento
    repite un cuento siempre:
    ¿a dónde huyó aquel brillo visionario?
    ¿dónde están hoy las glorias y los sueños?"

    De la gloria en las flores aún en ruinas, Suso. Di que sí.

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  2. Estoy leyendo un interesante libro de un tipo que se llama Nicolás Taleb. Llegué al libro por una entrevista en la que decía que "las tres adicciones más peligrosas son la cocaína, los carbohidratos y el sueldo mensual". Un iconoclasta.
    El libro se titula Antifrágil: es antifrágil aquello que mejora con los golpes (no robusto, que lo robusto no mejora con los golpes).
    Las personas golpeadas y que han resurgido son las mejores. También porque son más comprensivas y comprender lo es todo (esto es una idea de Heidegger). Comprender el mundo es poseerlo: nihil habentes et omnia possidentes.

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  3. Muy cierto. De hecho, según creo, en el "ama a tus enemigos", la palabra "enemigo" incluiría personas que a uno le han decepcionado, pero también incluiría situaciones, el propio pasado, los propios asuntos no resueltos, los propios defectos. Todo ello son, por así decirlo, "entidades", "enemigos" a los que amar y aceptar tal cual son: imperfectos, como todo y como todos. "Aquello a lo que resistes, persiste; lo que aceptas, se transforma".

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  4. Martín Antolínez26 de abril de 2018, 20:34

    Qué bonito es ésto que has escrito, maño.

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  5. Hacia tiempo que no leia una frase tan bonita
    “ solo pienso en sembrar las flores entre las ruinas”... asi desaparece la ruina.
    Bonito lema de vida

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