Me pregunta un conocido por la necesidad de escribir ciertas cosas en el Barullo y, en especial, anécdotas personales donde se adivinan personas con sus nombres y apellidos.
Para mi las personas son arquetipos que el tiempo y la costumbre acorteza en sus virtudes, miserias , y en eso que llamamos vida.
Yo mismo pertenezco a un carácter, y a un modo de ser.
Y eso me gusta escribirlo: descubrirme a mi mismo, para descubrir a otros, para encontrar a todos.
Para vivir más.
Y sólo sé hacerlo desde mi propia experiencia.
Intento mirar esos paisajes, esas biografías, con ternura. También con buen humor. A veces con ironía. Algunas con mala leche.
Y unas pocas con desprecio.
En general , con cariño. Empezando por mi mismo. Me quiero mucho, la verdad.
En este viático que es el Barullo, en general, se absuelve con facilidad.Y su incienso perfuma mis días.
Nos parecemos bastante. Si el Barullo no sirve para que te apropies de sus letras, no sirve para nada.
Cuando salió el primer tomo de las memorias de Jordi Pujol fui al Corte Inglés dispuesto a comprarlas (y a leerlas, que no todo lo que aparece en las listas de libros más vendidos estaría en la de más leídos). Como sabía su condición de numerario del Betis en sus años mozos, llevado de una curiosidad morbosa, abrí el libro para saciarla. Aparte de Teilhard de Chardin no recuerdo nada más de sus efluvios místicos de juventud. Entonces decidí no comprar el libro: si mentía en eso mentiría en muchas más cosas. Estaría comprando unas "memorias selectivas". Mira qué razón tenía.
ResponderEliminarDel Barullo me gusta la sinceridad. Puede gustarte o no, estar de acuerdo o en descuerdo. Pero es sincero.
Respecto a las anécdotas personales, ni estoy pendiente de otros ni creo que otros estén pendientes de mí o de mi vida. Aprovechamos para reflexionar o reírnos y seguir a lo nuestro. Un día nos encontraremos todos, al final del camino y nos seguiremos riendo.
Júramelo por Snoopy que es verdad
ResponderEliminarSi uno publica sus Memorias o hace un acto de honestidad o sinceridad o que se las ahorre.
ResponderEliminarrecuerdo que leí el primer tomo de las de Alfonso Guerra y no hay ni una mención a su primera mujer: ni noviazgo, ni boda ni separación ni nada: la había borrado de su vida.