Si es así, el gato pasará el día y la noche en medio de los libros y se convertirá en un suntuoso complemento de su actividad intelectual.
Paseará sigiloso , arqueando su espina dorsal por encima de las mesas sin que se caiga un sólo papel. Vigilará su estantería con una atención extraordinaria, sin hacer ruido, como si el gato fuese un espíritu ingrávido.
El ratón y el gato están unidos por un parasitismo profundo.
El gato es animal nocturno , una silueta fosforescente dibujada entre las chimeneas de los tejados , sombras bajo las ruedas de los coches.
Esta ilustración de Sempé ha inspirado la entrada.
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