Leo una entrevista a Pedro G. Cuartango como se lamenta del trato con su padre en su juventud.
- Creo que fue un error, una injusticia por mi parte, porque evidentemente mi padre no podía cambiar. El que tenía que haberle comprendido y haberse acercado era yo. Y en cambio mostré con él una actitud de absoluta oposición, de rechazo, de enfrentamiento, incluso de menosprecio. Ese es un pecado que llevo en el alma.
Me ha encantado. No soporto esas personas que afirman en su fatuidad “ no me arrepiento de nada”. “Si volviera a nacer, volvería a vivir esta vida”.
Pues yo sí. Me arrepiento de un buen montón de cosas que no hice bien. Y las que hoy hago mal. Y, por supuesto, si volviera a nacer, ¡para rato me meto en ciertas historias!
España se va al caño
ResponderEliminarEl arrepentimiento no es virtud porque no nace de la razón ( Spinoza).
ResponderEliminarPienso que cristianismo no inventó la noción de pecado , sino la de perdón. Y descubrir eso es la clave de nuestra Fe.
EliminarGrande!!!!
EliminarEs increíbles que los católicos tengamos que aprenden lo que es la veneración por la música sacra a través de los protestantes. Allegri miserere.
ResponderEliminarQué bueno que dicen eso. La primera vez que escuche el Miserere de Allegri fue en una escena muy fugaz de Carros de Fuego. Invito a todos los que estén leyendo esto y quieran tocar la belleza con las yemas de los dedos que la busquen y la escuchen.
ResponderEliminarSí, llama mucho la atención todo ese derroche de almibarado de letras insufriblemente cursis. N me creo nada. Es un negocio de mucho dinero.
ResponderEliminarAlguien dijo que había tres clases de música: la mundana, no aprendida (por ejemplo, la de las aves, que es la que estoy escuchando ahora desde la ventana de casa.
La nuestra, la humana, que tiene obras maravillosas.
Y esa mierda...
Esa mierda no será la de Allegri o la de Monteverdi. Volvamos a lo básico. Sin prejuicios.
ResponderEliminarVaya, un cortito con sifón, ¡ Tan temprano!
EliminarEstábamos hablando de de los católicos que aprenden lo que es la veneración por la música sacra a través de los protestantes. Y se refería a los Evangélicos y esa raza de la que beben los de Emaús.
Y usted.
Disculpen que meta mano pero la versión de Perdida de Martha Serra Lima con los Panchos es sublime. Gracias amigos. Feliz domingo!!!
ResponderEliminar«Una vida sin examen no merece la pena ser vivida» (Sócrates).
ResponderEliminarEl examen se realiza desde la razón.
Spinoza estaba equivocado cuando decía que el arrepentimiento no es virtud porque nace de la tristeza.
La tristeza es una emoción que puede conmovernos al arrepentimiento, pero no es necesaria para el arrepentimiento.
En el ser humano, el sentimiento es un “asesor” de la razón.
ResponderEliminarA veces, este asesor se equivoca, y la razón debe mandar; a veces, este asesor dice la verdad, y la razón debe subyugarse a él.
El arrepentimiento puede nacer de la razón aséptica, sin que el sentimiento lo empuje ni lo origine;ç. Ello ocurre cuando el ser humano aprendre conocimientos de los que antes adolecía, y cuya ausencia provocaba que la razón no acertara. Los nuevos saberes pueden hacer que la razón tome decisiones diferentes, y todo ello sin necesidad de que los sentimientos aparezcan.
Aunque los sentimientos pueden aparecer y ayudar (o aparecer y entorpecerlo todo, si por orgullo mueven a resistirse a la rectificación).
Si hablamos de música; la música es un fenómeno ligado a la cultura; y hay muchas culturas diferentes. Lo que a unos puede mover a la profundidad, la veneración o el arrepentimiento, a otros les puede inducir un sueño profundo o un aburrimiento tedioso. A mi parecer, cada persona necesita aquella expresión musical a la cual su cultura le hace sensible; sin que ello signifique necesariamente que el resto de expresiones sean menos valiosas. Por cierto, hace dos días he descubierto a Daniel Higiénico y me encanta.
Pero para mi lo más importante de esta entrada es la idea de que necesitamos arrepentirnos de muchas cosas; de las que hemos hecho mal; de las que hemos hecho, produciendo a causa de ellas un daño a alguien (sobretodo de estas); de no haber llegado a hacer las que no hemos llegado a hacer por miedo o pereza y hubiera estado muy bien haberlas hecho; de las que sin ser malas, estaban equivocadas, como elegir mal la carrera universitaria, o negarnos a aprender piano en su momento, o dejar pasar de largo una novia… Por poner ejemplos típicos.
Pero decir: “Yo no me he arrepiento de nada” es hablar sin pensar lo que se está diciendo, o sin comprender que el arrepentimiento no nace necesariamente del sentimiento.
PRISCILIANO
Estoy de acuerdo y me gustaría añadir que el sentimiento juega un papel más o menos importante en función de la naturaleza del pecado.
EliminarEn los pecados contra el sexo las emociones y los sentimientos son mucho más fuertes que, por ejemplo, en los pecados contra la Agencia Tributaria cuando no pagas los impuestos debidos.
Por cierto, Sanyi: aquel litigio que tenías con la Agencia Tributaria conseguiste solucionarlo? Espero que sí.
EliminarMuy acertado todo. Yo también lo creo.
EliminarA primera hora de hoy estuve a punto de entonar un mea culpa por aquellas cosas que:
"produciendo a causa de ellas un daño a alguien (sobretodo de estas)"
Luego no me pareció el momento o el lugar. Pero mira, que sí, que las peores cosas que he hecho son esas. Vaya si me arrepiento. A la porra Edith Piaf.
En cuanto a la música, yo he llegado a salirme de alguna iglesia porque no lo soportaba, no te digo más.
McC
Mi asunto con la Agencia Tributaria está fosilizado.
EliminarSi para Dios cien años es un día, para la Administración mil años son un día.
Un plazo de treinta días puede significar décadas.
Hoy, en La 2, emiten a las 22.30 "Verano 1993". Si no ha visto esta película: véala. Es muy barullana (yo ya me entiendo).
ResponderEliminar¡Gracias!
EliminarEs curioso, la gente más joven hablan del año 93 diciendo "en esa época", "allá por el año 93", como si hablaran de los años 50.
EliminarPero si el año 93 fue ayer como quien dice! Pasa el tiempo volando, pero volando.
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El Anónimo de las 8:44 dice: “Es increíble que los católicos tengamos que aprender lo que es la veneración por la música sacra a través de los protestantes. Allegri, Miserere.”
No estoy del todo de acuerdo. Creo que hay que matizar bastante, porque dentro del protestantismo hay diferencias enormes, sobre todo entre luteranos y calvinistas. En general, los calvinistas han sido muy restrictivos con el arte: templos desnudos, sin imágenes, sin órgano, sin polifonía, solo el salterio cantado de manera sobria. El luteranismo, en cambio, ha valorado desde el principio la música: el órgano, la polifonía, la orquesta, el canto coral de toda la asamblea.
Bach es el mejor ejemplo de esta tradición luterana abierta a la belleza como camino hacia Dios. Él mismo estaba convencido de que la música era un don divino, y que su finalidad última era glorificarlo: Soli Deo Gloria.
En otra entrada ya comenté algunas ideas del cardenal Ratzinger / Benedicto XVI sobre el arte sagrado, con especial atención a la música. Y creo que ahí se ve muy bien cómo Bach, siendo luterano, coincidía profundamente con esa visión de raíz católica: la belleza que no distrae de Dios, sino que lo revela y eleva el alma hacia Él.
Para él, la música no era simple arte ni entretenimiento, sino una verdadera forma de oración sonora. Su grandeza no se reduce a la perfección técnica , sino que toda su obra respira espiritualidad, emoción y hondura teológica, incluso en composiciones de carácter profano. Un ejemplo luminoso son los Conciertos de Brandeburgo, una de mis obras favoritas: piezas que no gozaron de especial fama durante su vida y que solo mucho después fueron reconocidas como obras maestras.
Y basta pensar en su Misa en si menor, escrita en latín y no en lengua vernácula —el alemán— como habría correspondido a la tradición protestante, y además totalmente católica en su estructura, para ver cómo supo trascender divisiones confesionales. Su música, en definitiva, no conoce fronteras: canta la gloria de Dios y la eternidad de la belleza.
"Verano 1993" es la primera pelicula de Carla Simon, directora también de "Alcarrás" (Oso de Oro en la Berlinale) y de "Romería", recién estrenada y que aún no he visto.
ResponderEliminarLas dos primeras son absolutamente sublimes, de esas películas que recuerdas durante años. Aviso, que nadie espere cine comercial al uso.
Feliz tarde de domingo a tod@s.
Sevillista
¡Gracias!
ResponderEliminarNo es justo que la AEAT deje fosilizar los expedientes. Para ellos una década puede ser un minuto y un siglo una hora, pero para el sufrido contribuyente la espera es angustiosa y si se eterniza: una tortura. Es indignante y cabreante.
ResponderEliminarMujeres como “petalicos”
ResponderEliminarhttps://youtu.be/dtUCyYD9OUs