Escribió Virginia Wolf que “a la
gente le gusta sentir sea lo que sea”. Y es cierto. Da mucho miedo
pensar que no sienten nada por ti. Que no sientes nada por nadie.
Ese “sentir lo que sea” lo expresa
muy bien sor Mariana Alcaforado, la monja que se enamoró viendo al
conde de Saint Leger desfilar a caballo; escritas tras el regreso
a Francia del conde, la monja narra en ellas su pasión. La escribió
en cinco misivas que son consideradas una obra maestra de la
literatura universal...
“Ámame siempre, y haz padecer más a
tu pobre Mariana”.
Son amores que duran cociéndose a
fuego lento en un infierno emocional atormentado y doloroso. Muchas
veces, enfermizas como una adicción.
¿Pero no es peor el síndrome de
abstinencia?
Otra historia de estos años...
“Quiero ser tu puta”, le dijo entre
lágrimas al saber que él se marchaba lejos.
Un año después ella le escribió...
“Tuve que ir al psiquiatra. No
conseguía olvidarte. Le dije que sabía que no me querías, que sólo
venías para echar un polvo y marcharte. Le dije que te daba
vergüenza que te vieran conmigo. Le dije que tu condición de hombre
entregado a Dios te atormentaba en lo que juzgabas como “caídas”.
Te despreciabas y te sentías sucio...el psiquiatra me preguntó “si
es así, ¿por qué no dejas de pensar en él?”
“Es que le amo...pero verdad que usted
me ayudará a desenamorarme?”
El amor... ¡A ver quien lo define!
ResponderEliminarComo diría Barullo, difícil ¿Ein?
En cuanto a no sentir nada... No se, supone desinterés y, por tanto, desconocimiento. Y la falta de conocimiento...
ResponderEliminarMauricio, ¿has podido ver la entrevista de "cambio de planes"? A mí me pareció abracadabrante. No sólo por lo que narra el entrevistado, sino que la actitud de la entrevistadora es... ¡no hay palabras!
ResponderEliminarSe puede ver en el siguiente link:
http://www.youtube.com/watch?v=et7nwXNbPYg
Curiosa entrevista...más por lo que calla, supongo que por caridad (se advierte que no quiere hablar del dolor pasado en su "cambio de planes).
ResponderEliminarLa entrevista es increíble. Como el sujeto al que entrevistan, defiende con toda naturalidad una postura por la que se hubiera rasgado las vestiduras cuando estaba del otro lado. ¡Y con los mismos argumentos! ¡Metiendo a Dios por medio!
ResponderEliminarO una cosa o la contraria, pero las dos a la vez, sinceramente, no cuela.
¡Menudo baboso!
Me encanta la serie Comisario Brunetti. Mola Venecia, deliciosa.
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