sábado, 25 de noviembre de 2017

BUSCANDO LA PAZ

Dos amigos de mi edad acaban de jiñarla y  el otoño  sigue su curso  como si tal cosa. Uno ha muerto súbitamente hendido   por el rayo y el otro estaba ya en su mitad podrido.

Ambos fumaban demasiado. Además de este par de finados, ahora mismo también tengo a uno  en un hospital a punto de caramelo: una angina seca de ejecutivo. 

Arrepentíos, el fin se acerca. Viene  sin avisar, como  un  ladrón en la  noche. ¿Qué podría hacer para salvarme ? 

A través de  la ventana contemplo el jardín que disfruta en    su  terraza el vecino  de enfrente . Lo tiene  muy abandonado  desde  que   murió su  madre  hace unos  meses.  Ahora un  pajarillo se desprende del membrillero hasta caer en la luz  reflejada  de un charco  formado por el  riego de una manguera. 

Asisto a su vuelo mientras como queso con unas anchoas  untadas  de aceite virgen de oliva. 

Tal vez este sabor  tan mediterráneo me ha dado un pelotazo en el cogote, y derepenete, depronoto, se ha fundido el mediodía y en la oscuridad he visto a  Dios sentado en la tapia mirándome con los pies  colgando . 

Hace  tiempo  que  cambié de  vida:  he dejado el tabaco, me levanto temprano, me lavo la boca con pasta de salvia, doy paseos de hora y media bajo los árboles, bebo  mi zumito de  Tenesee diario , practico la respiración ventral , cuando conduzco   escucho Arvo Part para que haya entre él y mi alma una comunión alegre. 

Puedo contaros  que sueño con paisajes  de cielo, invento  guiones  conmovedores, escribo alguna canción, recuerdo  agradecido amores  que  reí  y lloré. 

Acuden a mi memoria placeres anhelados  y sencillos, el dulce  aroma  de la infancia, sensaciones de una furiosa  y rabiosa   juventud... y la conciencia de mi  decadencia  física va acompañada de una sensación de belleza espiritual. 

Por el camino de Damasco voy a paso ligero en zapatillas  con los bolsillos repletos de romero  y jurándome  que  no  moriré  trabajando.

Sonrío a  ese  Dios  y  le  pido  que  me  dé un poco  de su  sabiduría.


4 comentarios:

  1. Me gustan muchísimo estas entradas en las que pones tus ojos en la luz... Gracias Suso! Se te quiere! Morley

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  2. Me he acordado de tu entrada, que leí esta mañana, cuando escuchaba una canción de Aznavour (:
    Il faut savoir. encore sourire
    Quand le meilleur s'est retiré
    Et qu'il ne reste que le pire
    Dans une vie bête à pleurer
    Il faut savoir coûte que coûte
    Garder toute sa dignité
    Et malgré ce qu'il nous en coûte
    S'en aller sans se retourner
    Face au destin qui nous désarme
    Et devant le bonheur perdu
    Il faut savoir cacher ses larmes
    Mais, moi, mon coeur, je n'ai pas su.

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  3. Del Barullo. De los primeros tiempos26 de noviembre de 2017, 6:18

    No preocuparse, Susto

    A tu edad estaremos casi tan perjudicados como tú.

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