No veo ninguna diferencia en las esencias `patrias del nacionalismo independentista de aquí, y el que preconiza en medio de tanto esplendor en la hierba el ineludible Manolo el del Bombo, como portador de los valores eternos del tocino de la patria.
Todo es una enorme mentira, un tinglado , un negoci.
Para hacer el asunto aún más siniestro algunos aficionados al fútbol iban disfrazados de toreros, otros seguidores llevaban puesta la montera y por todas partes se veían banderas españolas con la figura estampada de un toro negro.
Aquí se llevan los correbous, y unos niños que escalan els castellets. Alguno ha fallecido al derrumbarse la torre.
En todo caso conviene recordar que el toro de lidia en España es un perdedor nato. Y el correbou también. Para empezar este animal sale a la arena convenientemente manipulado, drogado, afeitado y deslomado. Debido a eso se suele caer muchas veces durante la faena y hay que levantarlo tirándole del rabo.
Sin duda, el toro es un animal noble y muy bello, que al principio sale a la plaza queriendo comerse al mundo, pero a los diez minutos ya se ha convertido en una piltrafa.
Ver els Castellets tampoco es contemplar nada del otro mundo: unos padres sufren escondidos en el anonimato . Hay que sacudirse esa suerte de encima. Si un día desaparece el casticismo de Manolo el del Bombo y los símbolos taurinos pasan al desván de nuestra historia, y esas costumbres las relegamos a un museo de etnografía , habremos dado un paso de gigante hacia la modernidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario