miércoles, 29 de noviembre de 2017

EL ALBUM DE FOTOS

Ese amigo de la infancia que subía contigo en la trabuca del tranvía  en Zaragoza ha perdido el nombre. Era un niño flaco, hijo de un fotógrafo . Después  fuimos monaguillos en la parroquia de santa Engracia. 

Al fondo se ve el  retablo de la Parroquia  y tú en la fotografía estás con él vestidos con un alba blanca . Íbamos siempre juntos, gamberreando aquellos días claros de la  adolescencia . Pero ese chaval  de  aquellos años , que te servía de escudero, desapareció muy pronto y hoy ignoras cómo se llamaba aunque él entonces habría dado la vida por ti.

Y yo por él.

Yo estudiaba en Jesuitas, él en Corazonistas

En otra página del álbum eres un joven en una mañana en la plaza del Santuario de Torreciudad . Sonrío a la cámara. Era un joven dispuesto a entregar  mi vida entera  por un gran ideal.

En otra instantánea  salgo  entre  un grupo en una  maravillosa  excursión a  Goriz . ¡Gran día!. Aunque  la mayoría  olvidó esa madrugada de  nata.  

En   esos días  descubrí el amor . Fue algo muy atormentado. Hoy  me parece muy hermoso.  Y, aunque  lo viví como una mentira, estaba muy cerca  de la pureza y de la ingenuidad.

Después apareces vestido de mafioso en compañía de un colega  a  quien quería mucho. . ¿Qué habrá sido de él? Le gustaba mucho el teatro y tenía una imaginación  maravillosa.

La tarde huele a paja quemada y llueve mientras voy pasando las hojas de un álbum cuyas imágenes son humo de la memoria. En él hay múltiples figuras evanescentes que un día quedaron atrás, si bien esa gente  te regaló por un momento parte de su alma sin pedirte nada. 

Me  da pena comprobar  que en mi álbum  de fotos no hay  casi ni un rostro de mujer.   

La marea nos ha arrastrado a distintas playas, ninguno ha cumplido sus sueños, pero cada uno de ellos se cruzó en mi vida por azar y durante un tiempo me acompañaron  en la travesía de los placeres y las desdichas.

Al cerrar el álbum de fotos piensas que todos los amigos que has tenido son el mismo. Su rostro está dentro de ti desde la infancia. Es aquel niño sin nombre que jugaba contigo en el Cabezo de Zaragoza . 

A través de la existencia no has hecho sino reflejarte en sus ojos.



5 comentarios:

  1. El de la chistera es José Mota, macho. Ya lo tienes identificado.
    Por mi parte, no puedo ver mis fotos del ayer sin romper a llorar. Tempus fugit. Qué mierda, coño.
    No sé si cualquier tiempo pasado fue mejor, pero sí sé que yo era inmortal. Ahora, ya no.

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  2. Menudo pedazo de foto!!! La de la nieve!!! Me trae muy gratos recuerdos: no reconozco a todos (no en vano han pasado más de 3 décadas)... pero os veo como un grupo MACANUDO. Diría que en un extremo de la foto está el "mítico" M.P. (en este caso lo de "mítico" no es un tópico), pues como teenager protagonizó alguna hazaña sólo al alcance de los muy valerosos/audaces (para mí y para muchos: un ídolo). También diría que el del gorro rojo es L.V., ¡otro gigante!, de hecho hoy en día es un primera espada: un abogado muy cotizado. También me parece divisar otro apreciado conocido: A.A. El resto... tengo alguna ligera idea pero me cuesta más aventurar la identidad.

    Grandes recuerdos... como pare escribir un libro de los buenos!

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  3. Aquellos dos días fueron increíbles...lo raro es que estemos vivos después de aquella aventura.

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  4. Lo que llama la atención, al menos a mi, es que el más mayor era yo, y el que hacía la foto (supongo).

    Y como podían fiarse sus padres de uno...

    Hay un Pich, un Olano, un Vericat, un Alarcón...se me escapan otros, no quiero meter la pata (y pido disculpas por no identificarlos)

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  5. El colega del sombrero de copa creo que vive ahora en Logroño. Si pones su nombre y apellidos en Google sale dirección y teléfono.

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