Todas las cosas rotas tienen algo en común : una grieta las une a su pasado.
Y lo que más me ayudó en la derrota fue saber que las ruedas pinchadas también giran, que de un calcetín desparejado se puede hacer un títere del guiñol , que en una cicatriz puedes tatuar un corazón , que una lata de conservas puedes transformarla en una maceta, o de una anilla de una lata servir de anillo de presumir para tu niña , que de las sobras de pan duro se sirven picatostes , que los juguetes rotos también sirven para jugar.
O esta mariposa amarilla, como la vida ( ¡Amar y ya!), loca de alegría, feliz, desbordada en su nueva imagen , cuando horas antes pensaba en su condición gusana " ¡vaya mierda de vida , pero vaya mierda de vida!"
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