Nunca se debería escribir ni una sola frase que no se pudiera susurrar al oído de un agonizante.
La manera de escribir , de vivir , que a mí me gusta es exactamente esa. Todos nosotros somos agonizantes.
Hay una vieja tradición que habla de poner en la mesa un plato de más para un visitante imprevisto.
Esa es la vida que a mí me gustan. Es en esas mesas donde mejor como. Así no tienes miedo a nada.
No hay comentarios
Publicar un comentario