Dios mío , te ofrezco mi valentía, en los raros momentiños en que me siento valiente. Te ofrezco mi impureza , cuando me siento impuro. Te ofrezco mis miedos, cuando siento que andan por allí como perros gruñendo . También mi cobardía, cuando me siento un cobarde.
Mi debilidad y mi fuerza. Te ofrezco lo que tengo y lo que no tengo. Mis sueños, mis vanidades, mi juguete roto. Te ofrezco lo que soy, lo que aparento que soy.
Te ofrezco mi cinismo y mi ternura, mis odios, mis neuras. Mi ingenuidad de niño y mi incredulidad de perro viejo. Mi caerme del burro, mi crisma rota. Mi cara y mi cruz, mi grandeza y mi miseria. Todas mis contradicciones, mis lágrimas. El escalofrío al escuchar al gallo de la Pasión. Te ofrezco mi amistad y mi comprensión. Mis caricias, mis blasfemias.
Te ofrezco mi cinismo y mi ternura, mis odios, mis neuras. Mi ingenuidad de niño y mi incredulidad de perro viejo. Mi caerme del burro, mi crisma rota. Mi cara y mi cruz, mi grandeza y mi miseria. Todas mis contradicciones, mis lágrimas. El escalofrío al escuchar al gallo de la Pasión. Te ofrezco mi amistad y mi comprensión. Mis caricias, mis blasfemias.
No hay comentarios
Publicar un comentario