DE PERLAS Y PIEDRAS PRECIOSAS.

jueves, 4 de septiembre de 2025

Con el tiempo aprendes que las personas realmente admirables, los héroes anónimos, los santos que andan junto a nosotros a diario lo son por sus defectos.


Las personas que sólo tienen cualidades son mediocres, y terminas por pillarles el tranquillo. Además son aburridas. Un tostón. La suma de actos perfectos no hace un hombre perfecto. Con frecuencia desarrollan monstruos.


Lees hagiografías de los líderes del mundo (cada uno tiene su libro de memorias, o biografías de encargo) y son de una estupidez sonrojante.


Por querer hacer un líder, o un santo en vida se llega a la ridiculez.


No caen  en la cuenta de que los defectos de las personas, muchas veces, son su tesoro. Como las ostras con perlas: sus defecto son su tesoro. Si le quitas a la ostra su defecto te quedas sin perla.


Y eso sucede con estos santos tan santos, esos políticos tan honestos y llenos de vacío, o esos prohombres que no son más que apariencia.


Y con el tiempo aprendes que no, que naranjas de la China, que a otro perro con ese hueso.


La perla escondida está en tu casa, probablemente.


Las perlas, las piedras preciosas, los cristales emocionan cuando se entiende que ese brillo provoca un sentimiento sagrado. No tienen edad. Vienen de un pasado de miles de años, y así seguirán dentro de mil años. La gema ha estado oculta durante milenios a nuestros ojos, petrificada, informe, mineral.


Alguien la encuentra, la corta y la pule, y lo que era una rugosidad muerta, amorfa y anónima, se descubre de una belleza , no se ha encontrado otra palabra mejor, “preciosa”. Decir “piedra” , y a continuación “preciosa” parece un dislate y, sin embargo, hay piedras de una belleza exquisita. Lo será por su color, por algún reflejo óptico inusual, por su rareza, o por la forma del cristal tallado.


Se ha usado mucho la metáfora aplicada a las personas vistas como “un diamante en bruto”.


Yo creo que mucha gente es un diamante sin pulir o, si se prefiere, una piedra sin encontrar, o un mineral solidificado en las entrañas de lo oscuro. Todo está en quién te encuentre.


La belleza de las gemas no está sólo en el color, o en su brillo, lo mismo que la belleza de las personas no se define sólo por sus medidas físicas, sus ojos, o su tipo. Si no,¡estaríamos buenos!


Para Valle Inclán la luz de los cristales tiene algo de oración. Un cristal habla de milenios de silencio, de imperturbabilidad, de quietud, que son aspiraciones del alma que reza. Ese cristal estuvo cerca de Dios, cuando andaba creando la Tierra.



12 comentarios

  1. "La suma de actos perfectos no hace un hombre perfecto. Con frecuencia desarrollan monstruos."

    Desarrollan monstruos a su alrededor. Envidiosos que tratan de encubrir su propia pereza criticando a quien se esfuerza.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Que desarrollan monstruos "tout court", no sé, pero que desarrollan monstruos carentes de empatía y hasta de caridad, seguro.
      McC

      Eliminar
    2. No necesariamente. Eso sería como decir "yo haré la siesta, y quien continúe trabajando no tiene empatía ni caridad".
      No hay que aceptar la dictadura del perfeccionista pero tampoco hay que aceptar la dictadura del vago.

      Eliminar
    3. ¿Ha conocido usted a alguien que no suele enfermar? Yo sí. Son personas que no entienden la debilidad (física) de los demás. Ni se plantean que lo suyo no es lo habitual. No se hacen cargo de lo que es atender a tus obligaciones cuando no puedes con tu alma, porque a ellos no les pasa. No entienden que un plan de excursión el fin de semana te supone un sacrificio enorme.
      Ya ni te cuento cuando finalmente les toca enfermar. El acabose.
      Así que no. No es como decir eso.
      McC.

      Eliminar
    4. Al de aceptar la la dictadura del vago....? a usted quien le ha enseñado que lo contrario de la perfección es la vagancia?

      Eliminar
    5. McC una excursión, hacer la siesta, tomar el sol... sacrificios enormes, solo Stallone lo lograría

      Eliminar
    6. Quod erat demostrandum.
      McC

      Eliminar
  2. A mí me gusta la gente con defectos porque son auténticos.
    Los que van por ahí de perfectos son como estatuas de mármol.

    ResponderEliminar
  3. He encontrado algunas ideas de pensadores que en su adecuada interpretación pueden ser interesantes.
    San Francisco de Sales decía que la perfección no consiste en no tener defectos sinó en saber sobrellevarlos. Nietzsche que la búsqueda de la perfección ha hecho al hombre enfermo; que lo perfecto es enemigo de lo bueno. Y también afirmó que la idea de perfección es la venganza de lo débil contra lo vivo y lo cambiante. Es interesante pensar que aquello que continuamente cambia, en algún momento, le parecerá imperfecto a quien está o pretende estar estático; y que probablemente lo que se niega a cambiar se debilita. Schopenhauer expuso que el mundo no es perfecto, ni lo será, y que exigir perfección es la mayor de las locuras. Oscar Wilde escribió una de mis favoritas: “la perfección es una trampa: la belleza reside en la imperfección” y también que la perfección es aburrida; que sólo lo imperfecto y lo extraño son fascinantes; que, de hecho, si nos ponemos a pensar, es otra forma de expresar lo mismo que dijo Nietzsche; lo cambiante se nos muestra como misterioso y atrayente, y esto podría ser una buena definición de belleza. Tomás de Kempis dijo que el que se empeña en parecer perfecto pronto se cansará y caerá en una mayor imperfección (a muchos con vocación de santos les ha pasado). Otra de mis favoritas (como buen naturista que soy) la pronunció San Juan de la Cruz: “la perfección no está en la multiplicidad de cosas, sino en despojarse de ellas”. Michel de Montaigne nos invita a la reflexión sobre la esencia humana: “La búsqueda de perfección nos vuelve ridículos, porque nada hay más humano que la imperfección”; aquí empezaríamos a ver una relación entre imperfección e identidad. A Goethe, lo observo como más práctico que nadie cuando afirma que la exigencia de perfección hace imposible la libertad. Por último quiero citar a Hannah Arendt que escribió que los intentos de perfeccionar al ser humano han producido las peores tiranías.

    Quizá son demasiadas citas. Hay otras muchas cuyo mensaje no comparto.
    A mi parecer, la percepción de lo que es perfecto debe ponerse siempre en tela de juicio, porque lo que esta vivo cambia, y si es juzgado a ojos de alguien inmutable, aparece como imperfecto. La perfección sería la caverna de Platón.
    Matemáticamente podríamos pensar en números cada vez más pequeños; si lo trasladamos a la realidad física del espacio, podríamos pensar en distancias cada vez más cortas, diviendo siempre la anterior distancia entre dos. Matemáticamente pareciera que se pudiera dividir siempre, y encontrar así de forma ilimitada segmentos cada vez más pequeños; pero esta perfección matemática choca con la realidad: existe una distancia tan pequeña que físicamente ya no se puede dividir porque no existen físicamente distancias más pequeñas que la más pequeña. El espacio es una simulación de la perfección matemática; lo mismo pasaría con los intervalos de tiempo. Y esto no deja de ser una metáfora de todas las realidades.
    Las imperfecciones describen nuestra identidad y nos proponen un combate, no para ser más perfectos, sinó para que dichas imperfecciones no hagan daño a nadie, y incluso puedan servir, como el viento en contra de un velero, para hacer el bien. El impulso violento puede ser el arma secreta de un buen policia si es capaz de dominarlo y usarlo sólo cuando toca y como toca. El impulso sexual, si se controla, aparte de servir para la reproducción, podría servirle a alguien para tener una mayor sensibilidad por la dignidad de las personas hacia las que se siente atraído y en consecuencia tratarlas de acuerdo con esa dignidad. Toda energía, por disruptiva que pueda parecer, no es absolutamente negativa, y, ya que no podemos eliminarla, porque a veces está dentro de nosotros, si que podemos siempre aplicarla al bien de todos los seres humanos.

    PRISCILIANO

    ResponderEliminar
  4. Ahí seguimos, Don Suso, unos son diamantes, y otros somos "en bruto" a secas...

    ResponderEliminar
  5. Pido perdón a Prisciliano, que citó a Hannah Arendt con toda seriedad. Y me hizo recordar sus consideraciones sobre la banalidad del mal —ese mal extremo que no necesita fanáticos sádicos, sino hombres corrientes que, bajo un uniforme o una jerarquía, renuncian a pensar críticamente, como Eichmann.

    Y justo entonces… ¡zas! aparece la foto de Suso, en uniforme, bata blanca reluciente, con porte de Gran Maestro Gemólogo. La carcajada fue inmediata. No porque confundiera a Suso con Eichmann (sería imposible: él es precisamente todo lo contrario), sino porque mi imaginación lo situó como un cameo perdido de Breaking Bad, versión perlas.

    Excesos, extravagancia, anécdotas de vida vivida, caídas y levantamientos sucesivos… todo eso son sus auténticas perlas en El Barullo, destellos de humor y lucidez que iluminan el caos.
    Gracias, Gran Maestro Gemólogo


    ResponderEliminar