Una de las cosas que más me duele de lo que está sucediendo es qué pasará cuando la onda llegue a corazones que me quieren, mucho, y aún no saben nada.
Uno de los lugares que más he visitado desde que estoy en Cuntis es ir andando donde nació una mujer que aquí se tiene devoción: la monja del Penedo. Es un sitio retirado, lejano, con un encanto y una magia muy especial. Allí me sentaba al lado de una pequeña laguna que se forma en un recodo del río Umia.
Disfrutaba tirando pequeñas piedras al río y ver las ondas de agua que en círculos se agrandaban hasta ganar la otra orilla. Me daba mucha paz contemplar esa vibración silenciosa.
Aquí sucede algo parecido. A la superficie del Barullo lancé la piedra de la noticia de mi enfermedad . Y, poco a poco, las ondas han ido llegando aquí y allá. Ayer me escribieron diciendo que había varios grupos de watsap donde ya se comentaba el tema.
No es asunto que me preocupe. Es natural. Y habrá todo tipo de reacciones: buenas, regulares, malas, muy malas. O ninguna. La indiferencia.
Pero hay lugares de personas que quiero , y me quieren, que no leen el Barullo, ni tienen manera de saber de mi. Incluso me escribo con ellos, pero no me atrevo a soltar esa paloma mensajera con tan triste noticia.
Por ejemplo, hay una mujer que todos los días desde hace diez años- todos- me saluda con un buenos días, y se despide con un buenas noches. Y la razón es que Manuela , antes de morir, le dio el encargo que no me dejara solo, que yo era muy Adán y necesitaba que alguien velara por mi.
No falla la buena mujer. Y me duele saber que un día llegará ese momento. No es que me duela. Me jode.
Y como ella hay bastantes. Ese dolor me da miedo. Porque sé van a revelar muchas cosas de mi, que ni yo mismo conozco. Me refiero a cosas del querer.
Cantaba Atahualpa Yupanki:
Y cantaban las piedras en el río
mientras mi corazón buscaba en vano
las palabras exactas en la tarde.

Bien traído lo de las olas. Nos iremos desvaneciendo con el tiempo para diluirnos en la infinidad de ese mar de los recuerdos.
ResponderEliminarCuanto más potente es la ola más alcanza en el tiempo, a pesar de que su forma vaya disminuyendo alcanza algo más allá.
En todo caso, es energía y esa no se pierde. De ella venimos y a ella nos entregamos.
Solo nos queda desearnos buen viaje...
Suso, como se llama el pueblo donde estás? Un conocido va a hacer el camino desde oporto y creo que pasará cerca de donde resides.
ResponderEliminarCaldas de Reis.
EliminarEl obispo de Barbastro amenaza con dimitir en su pulso con el Opus Dei: “Francisco me advirtió que tuviera cuidado con las intrigas mafiosas” | Sociedad | EL PAÍS https://share.google/k10HFyukbLVZApMBt
ResponderEliminarEn Aragón se dice de un tío así que está "abarrenau".
EliminarEs duro dar malas noticias, especialmente de este tipo que es la noticia de las noticias. "Las palabras exactas en la tarde", me imagino que esto se cuenta al atardecer, el momento de la sinceridad.
ResponderEliminarNo hay palabras exactas, todo fluirá y acabará en lágrimas.
Pero espera al atardecer, a la puesta de Sol.
De un tiempo a esta parte el bar-ullo tiene un aroma a despedida, a anuncio de cierre por "jubilación" a "se traspasa". Uno, que es animal de costumbres, ya le había cogido el gusto a la caña y al pincho de por aqui y le jode pensar en tener que cambiar de garito. Brindo por el jefe y por los bares vividos y mueran antes los que pretenden consumir sin pagar que el baranda que dirige el cotarro. Buena semana a casi todos
ResponderEliminarYo también brindo por usted.
EliminarNo se preocupe, esto va para largo....creo
Ya tenemos todos una edad...(más o menos....)
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