Antes de ayer tuve la segunda sesión de Quimio e Inmunoterapia. Todo iba perfecto. Yo sentadido en mi sofare, metiéndome en vena cosas. Y, derepenete, depronoto, se acerca una enfermera y me dice:
- Le está esperando fuera su hija.
Por un momento, al oír eso, se me encogió el escrotro.
- ¿Mi hija?
- ¡Ajá!
- Descríbamela, por favor.
- Rubia, ojos azules...
- No es mi hija, es mi señora - porque yo a María José la llamo " mi señora", como don Quijote a Dulcinea. Aunque ahora que me enterado por Amenábar que el Manco era tralarala, me pensaré mejor lo de "mi señora".
Yo no tengo hija.
- Pero- le comenté a la enfermera- ¿usted sabe en qué me ha convertido lo que ha dicho?
Se quedó perpleja.
- En un anciano. En un viejo. En un abuelo. En un vejestorio.
- Uy, no era mi intención.
Y la buena mujer que, encima, ella sí que podría ser mi hija, fue directa a la sala de espera a contarle a María José su confusión, pidiendo perdón.
No me pilló desprevenido. Ni me molestó el error.
Gracias al Barullo. El odiador - que últimamente su esquizofrenia mal medicada lo tiene como a Mesala arrastrado por los caballos de su obsesión- uno de sus insultos preferidos es , precisamente , " viejo verde", "vejestorio", " estás acabado, "gastado", " estropeado"...ayer me decía que "olía a muerto".
No le publico todo. De vez en cuando sí, para quen no se venga abajo.
Y eso me ayuda para esos momentos en que la vida te pone en su sitio respecto a la edad.
Son los demás, normalmente, quienes ven en nosotros el paso del tiempo. Recuerdo la primera vez que alguien, en Sant Cugat, me llamó "abuelo" como insulto. Y no me sentó nada bien. Tendría cincuenta y ocho años. Pero ya había señales de que el tiempo me estaba haciendo un mapa: me trataban de usted, perdía agilidad.
El odiador me ha ayudado mucho en este sentido. Sí, soy un viejo. Aunque no se me olvida que le edad está más dentro que fuera. Y dentro soy un chaval. Un chaval que apesta a muerto, pero un chaval. No sé cómo moriré, pero lo haré joven.
Como los niños de la guardería la vida me ha puesto encima de mi pecho, un pequeño letrero con un imperdible que dice:
" Suso".
Y aquí me tienes, sacando la ropa limpia a secar al sol de septiembre , oreando el alma al aire de una luz de membrillo , tan feliz y tan campante. Tan joven, tan viejo. Contigo.
Para Amenábar todos somos "tralaralas" (cree el ladrón que son todos de su condición).
ResponderEliminarYo no soy tralarala. Tampoco soy homófobo . Aquí leen bastantes gays. Pero, claro si no se tiene sentido del humor, o un poco de sentido crítico, porque se es cortito, pues no es mi problema.
EliminarFuera parte, el argumento de Amenabar para poner a Cervantes en su particular mesa de Procusto es de risa.
Llamarse Gumerindo de Lys se entienden muchas cosas.
Hablando de ladrones. sale en el periódico que: "Netanyahu acusa a Sánchez de lanzar una “amenaza genocida” contra Israel".
ResponderEliminarSostiene Gumersindo que no parece muy inteligente por parte del gobierno de Sánchez (probablemente para desviar la atención de otros asuntos) esto de "escupir" diplomáticamente a unos tíos que están como putas cabras desde hace siglos y que además de tener el mejor servicio de espionaje del mundo, manejan las finanzas del mismo (si no a qué que los EEUU les apoyen en todas sus locuras y salvajadas) y son los mejores en ciberdelincuencia (véase lo del programa espía Pegasus y lo de los buscas de Hamas).
No nos extrañemos de otro apagón general o de una desconexión digital o de la caída de los servicios aeroportuarios en las próximas semanas...
No me gusta tratar estos asuntos. El pueblo judío lleva siglos haciendo lo mismo y reaccionando del mismo modo. Es un tema complejo- insisto en que hay que irse al al Antiguo Testamento, conocer muy bien la Historia, y saber a quienes se enfrentan.
EliminarLa manipulación de la ia izquierda y la extrema izquierda en este es impostada y llena de contradicciones.
Es IA no?
ResponderEliminar¡ Claro!
EliminarTe has pasao con el fotochop.
ResponderEliminarDe eso se trrataba , para vestir la entrada.
EliminarEstá bien la niña... Y el bisabuelo...
ResponderEliminarBuenos días. Para sacar de sus casillas a mi parienta, cuando viajamos le digo que me han preguntado si es mi secretaria. Da para todo el viaje la risa.
ResponderEliminarPues te diré que esas gracia no tienen gracia. A mí una vez mi querido marido me llevó a una cena de trabajo y me dijo que estaba muy contento de poder enseñar su “mujer trofeo”. Estuvo a pan y agua una temporada. Pero vamos, a veces los hombres sois imbeciles.
EliminarOiga, la gracia la hizo la enfermera. Yo jamás, insisto, ¡ jamás!, se me ha ocurrido ir de hombre que dice que " cómo me gusta presumir de lo guapa que es mi mujer". Y , encima decirlo. Y, encima, decirlo a la gente para que se sepa: es señal clara de celos y de posibilidad de candidato a escuchar los clarines en la plaza de toros.
EliminarLa entrada habla de mi edad, de la pinta que tengo yo. No, y para nada, de mi señora.
A tu santa le subiría la autoestima y pensaría "qué maja es la enfermera". Me alegro por ella. Se merece todos los elogios.
ResponderEliminarEl albacea de Sevillani lleva bastante tiempo sin participar. Se le echa mucho de menos. Guiri, ¿sabes si le pasa algo al albacea o al padre Sevillani? Si está en tu mano y lo ves oportuno, por favor, hazles llegar nuestra cercanía, afecto y cariño. Gracias.
ResponderEliminarCreo que Guiri no tiene ni idea de quiénes son el albacea y el padre Sevillani.
EliminarNadie lo sabe.
Tengo más que sospechas de quién es Sevillani. En cuanto tenga algún indicio más desde Roma, propondré un nombre.
EliminarA mí tampoco me molestaría la confusión, es como un piropo.
ResponderEliminarRecuerdo que cuando tenía 15 años un amigo pensó que mi madre era mi hermana, lo contenta que se puso mi madre.
Le preguntaba a Guiri porque es la persona más capacitada (por su inteligencia, sentido común, conocimientos, y otras muchas cualidades) del bar Ullo. Si él no lo sabe, entonces -como bien dices- nadie lo sabe.
ResponderEliminarPues vale.
EliminarDe todas formas, aquí Sevillani siempre será bienvenido.
¡Anonimo! Eso sí que es inspiración… dime, ¿qué vino antes, un porro de los buenos o los polvos mágicos? Porque a palo seco no se explica semejante exageración…
EliminarQue entrañable abuelo.
ResponderEliminarHabitualmente voy a misa con un amigo mío. Una feligresía cotilla y envidiosa, un día nos preguntó si éramos madre e hijo. De rabia y vergüenza, me hice la blefaroplastia. Ahora me preguntan si es mi marido. Seguiré hasta que me pregunten si soy su hija, a ver, a ver...
ResponderEliminarSigue cuidándote, Suso. Un beso.
Pétalos de rosa
¡Tremendo!
Eliminar¡Me cuidáis vosotros!