martes, 23 de julio de 2013

BÍPEDOS CARROÑEROS


Parecen humanos, pero no: son bípedos macrocefálicos carroñeros. No son pocos los que nos rodean de esta especie, pero estos son los que no sólo se alimentan de la hediondez , sino que la regurgitan para vomitarla después sobre cienes y cienes de “descomponedores” que se alimentan de esos restos.

Los carroñeros son útiles para el ecosistema al eliminar restos orgánicos y contribuir a su reciclaje. La sociedad lo permite porque, además, gracias a ellos se benefician otros muchos, en una curiosa sucesión ecológica de la necrofagia de manera que diversas especies se van instalando y son sustituidas por otras a medida que el cadáver va descomponiéndose.

Muchos periodistas, del corazón, y no del corazón, hacen las veces de los buitres, escarabajos, moscas infladas. Estos dan de comer la mierda debidamente despedazada del cadáver del famoso de turno a los detritívoros, bacterias y hongos que en sus casas babean y se enfangan mandando SMS intentando llegar al cartílago del fiambre. Hasta que sólo queda el hueso.

Los casos de corrupción que estamos asistiendo a diario tienen mucho de ésto.

Pero, ¡ojo!, así como el carroñero vive exclusivamente de la carroña, en ella se mueve, respira y nutre, los detritívoros pueden ser de dos tipos :los obligados, es decir, aquellos que no tienen otra manera de recabar nutrientes, y los facultativos, aquellos que durante la mayor parte de su vida emplean otro medio de nutrición y sólo son detritívoros durante un fase: viendo la televisión.

Y por encima de todos ellos están los directivos de las grandes cadenas. Estos son llamados Sapotrofos – Vasile, por ejemplo, es un Sapotrofo, Pedro Jota, el señor Lara...-. Estos van como el cerdo buscando trufa, sólo que en lugar de trufa buscan mierda. Todo tipo de mierda. Tienen para su nutrición los residuos procedentes de otros organismos, tales como hojas muertas, cadáveres o excrementos. Lo que sea. No respetan nada.

Por esa razón, cuando ves esos programas, piensa en qué te estás convirtiendo. 
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LA SAGA DE PANETE A PARTIR DE HOY SERÁ DIARIA...LOS PREMIADOS TAMBIÉN.

7 comentarios:

  1. Tras releer de forma urgente "La evolución de las especies", del profesor Darwing, descubro que la cuestión es bien simple.
    Mientras que la "cotorrilla kultureta", especie en pleno desarrollo y de plumaje blanco, se revuelve entusiasmada en los excrementos multimedia, y tras cobrar el subsidio de desempleo se atiborra de pastillas antidepresivas, incapaz de procrear o de segar un campo, una nueva especie surge.
    Se trata de la "cotorra africana", de bello plumaje negro azabache, ágil, buscavidas, hambrienta y sin nada que perder, pues nada tiene.
    La "cotorra africana" se aparea sistemáticamente con sus parejas, corre que se las pela, siega un campo de cereales en una jornada, siendo capaz de atravesar con sus crías el estrecho de Gibraltar a lomos de una simple colchoneta del Carreful.

    Nos mira con sus ojos hambrientos de futuro, mientras que nosotros nos preguntamos si la vecina del tercero se ha operado las tetas.

    No nos lo tomemos en plan personal; la "cotorra africana" acabará colonizando los territorios de la "cotorra kultureta", le pegará un picotazo en los huevos al macho dominante, ocupará el nido financiado por Bankia, y se descojonará de nosotros cuando nos peleemos por una plaza en el geríatrico.

    No es nada personal, insisto.
    Se llama evolución.

    Mientras tanto, miramos la t.v., dejándonos anestesiar por los programas basura, mientras nos peleamos por el mando a distancia.
    ...

    Si miras por la ventana los verás.
    Salen a correr media hora antes del anochecer.
    Son negros, dan enormes zancadas y apenas sudan.

    Es su forma de rezar.

    Y Dios, entiende perfectamente su lenguaje.

    El nuestro, en cambio, hace tiempo que dejó de interesarle.

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  2. Buena entrada sobre Egg, menudo bípedo ese!

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    1. Yo soy todo lo contrario, y el lo sabe.

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. Lux, te felicito por tu ciento catorce cumpleaños.
    Sigue así, estás hecho un chavalín.
    Y tranquilo Anastasio, lo de confundir los nombres no es tan raro.

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  5. Después de leer los dos primeros párrafos pensé que hablabas de los famosos "consejos locales".

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  6. Es lo bueno de este blog. Todo tiene dos sentidos.

    Y según como lo leas, hasta tres, y cuatro y cinco.

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