martes, 16 de julio de 2013

NO HAY DOLOR.

Hay gente que huye del dolor.

Una manera de hacerlo es mantener una vida sin sobresaltos  ni complicaciones, ajustada a unos patrones muy definidos, a unas costumbres acortezadas, a una cierta  especialización afectiva que sólo se desenvuelve bien en ese pequeño mundo. Todo lo que traspase esas fronteras les pone de mala leche.

Son como funcionarios que  sólo hacen lo que saben hacer. No le pidas al de Correos  algo que , aunque pueda resolvértelo, mueva el culo por  encauzar tu problema. No se saldrá de su ritmo, de su rutina, y de su avinagramiento...que es que parece que andan con chanclas hacia atrás.

Lo  mismo sucede en las multinacionales: todo está pensado para que sólo seas un funcionario especializado en tal deber. No hace falta que tengas iniciativa porque “alguien”  ya  está en eso que te preocupa. “Alguien” por arriba, y “alguien” por abajo.

Es cierto que te evitas complicaciones.

El  precio es alto, pues también el sufrimiento personal está garantizado. Nadie escapa a él. Pero si quieres saber qué grado de envenamiento moral padeces   tienes que preguntarte si tienes un cierto desprecio por lo   que te rodea, y por los que te rodean.

Y  si es así , lo único que conseguirás es aumentar la presencia del dolor en el mundo.
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HOY ÚLTIMO DÍA PARA LA ENTRADA DE PANETE.

JUBAREMOS LA PRIMITIVA DEL 18 DE JULIO

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¡¡¡BUSCA TU ENRIQUETA LA TONTA PARA QUE NOS   TOQUE

2 comentarios:

  1. El dolor más grande es tomar una decisión moral. Las situaciones nos interpelan moralmente, y es responsabilidad de la conciencia de cada uno responder a esa interpelación. Buscamos que nos den todo "cocinado", pero eso no es vivir: así carecemos de vida moral.
    La orientación de nuestra vida puede ser la correcta, eso no es suficiente. Hay que traducirlo en decisiones concretas y ahí está el dolor. No dejes que nadie decida por ti: te engañará alguien "por arriba".

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  2. La unica forma de saber de qué pasta estás hecho, es observarte cuando los demás las pasan canutas.
    Si no mueves el culo, eres carne de cañón.
    Y si lo mueves, has de aprender a aguantar el tirón, cuando te llamen blandiblú.
    Son las reglas.

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