He vuelto a vivir de cerca otra
separación, y van...es la historia de siempre.
Esa chica se dejó atiborrar de
dinero y de regalos por el hombre que ella amaba : “ bueno –
debió de pensar - lo acepto porque le amo y, además…¡¡¡ él me
quiere tanto !!!, ¡¡¡ qué generoso es!!!”.
Pero, la buena fortuna se torció, el
tipo se arruina y entonces la cosa cambia. Mil defectos hasta
entonces en sordina por la comodidad , el placer y la vanidad de
tiempos pasados en la abundancia, se hacen ahora insoportables en
medio de la pobreza y la escasez.
Entonces viene la decepción, la
impaciencia, la ruptura, los malos modos, la crueldad y el
despecho. Los malos rollos.
Se puede pensar que esa chica en realidad sólo amaba el dinero y una posición social ( la verdad es que sí, no era barata la señora). Pero no es tan sencillo. Con toda seguridad esa misma chica no hubiera aceptado los agasajos y la pasta de cualquier hombre, y él tampoco se hubiese casado con una experta en el arte del Kamasutra.
Se puede pensar que esa chica en realidad sólo amaba el dinero y una posición social ( la verdad es que sí, no era barata la señora). Pero no es tan sencillo. Con toda seguridad esa misma chica no hubiera aceptado los agasajos y la pasta de cualquier hombre, y él tampoco se hubiese casado con una experta en el arte del Kamasutra.
Probablemente, durante su vida juntos,
hubo momentos maravillosos de auténtica ternura, de intimidades
compartidas: admiraron paisajes, contemplaron juntos obras de arte,
lloraron las mismas defunciones familiares, y pasearon cogidos de la
mano... y nada nos autoriza a decir que todo eso fue mentira, puro
engaño.
Lo cierto es que en el principio algo había en ella de
Ratita presumida, y algo hubo en él de un espléndido don Gato Y
ese tipo de vidas son de una fragilidad extrema....
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AUNQUE LOS GANADORES DE LA NUEVA ENTREGA DE PANETE TIENEN EL PREMIO EL 18 DE JULIO, LA ENTRADA ESTARÁ COLGADA HASTA MAÑANA...¡PARTICIPA!
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Cerca de casa hay una ratita presumida que acostumbra a pasear el perro al jardín de la urbanización vestida para matar.Este verano lleva unos shorts que levanta un muerto.
ResponderEliminarY todos los días, desde hace meses, don Gato, otro vecino, sale a pasear su perro.
Casualidades de la vida: coinciden en la hora.
Don Gato se zampó a la gatita presumida.¡No dejó ni los bigotes!
¿Separación? ¿Han estado alguna vez juntos? Julián Marías distinguía entre vocaciones totales y parciales, que afectan a porciones de la personalidad. Oscilando entre el azar y la necesidad, a la combinación de ambos se llama destino.
ResponderEliminarSoy mas tonto que Pichote, el famoso ingeniero que intento que los rios discurrieran desde su desembocadura a su nacimiento.
ResponderEliminarEn el ultimo año he intentado en tres ocasiones ayudar a parejas con crisis graves.
Mi metodo es primitivo y brutal, un poco como yo. Nada sutil.
Me presento en su casa a las ocho de la mañana de un domingo. Una hora donde nadie tiene animo para echarte de su casa. Factor sorpresa.
Luego, tras despertar a la peña, preparo cafe, cojo papel y lapiz , y les pego una paliza del catorce.
Que si las separaciones son para los ricos, que si todo el mundo pasa por situaciones parecidas, que si vamos a escucharte y dinos que te gustaria que cambiase en vuestras vidas, que si vamos a hacer una lista de todo que ya vereis, que por escrito las cosas no son tan dramaticas, ya me conoceis, me meto en un charco de mil pares de cojones.
La peña llora, se desahoga, se chisca en mis muertos mas frescos o me manda a tomar por saco, hay de todo. Como en botica.
Debo de ser gilipichis, pero no hay manera de evitar que al menos lo intente.
Mis numeros son de pena, separaciones dos, reconciliaciones una, no vuelvas a despertarnos un domingo por la mañana, tres.
Pero algo me dice que si no nos ayudamos entre nosotros, no nos ayudara nadie.
Por muy pronto que nos levantemos.
El amor... Es un misterio, pero si no nos queremos a nosotros mismos, como vamos a querer a los demás.
ResponderEliminarSi en tiempos de la prehistoria, un hombre hubiese dicho una mujer:
ResponderEliminar"No tengo cueva propia. No soy capaz de cazar ciervos. ¿Te vienes conmigo?"
La mujer habría respondido: "No".
El instinto oculto de supervivencia ("¿qué será de mis crías sin cueva y sin caza") pervive aunque ahora las cuevas sean chalets con jardín y la caza sea una buena cuenta bancaria.
Por parte del hombre, es parecido. "Huy, es muy simpática, pero no está lo bastante buena"
Que en el fondo quiere decir: "No se si tiene los genes adecuados para darme una buena descendencia."
Todo muy elaborado y civilizado, pero.... tachannnn la caverna pervive en nosotros.
Juanjo
Driver, lo que tiene mérito es que no se hayan separado de ti, por brasas.¡Dios santo!
ResponderEliminarPues sí,Juanjo, seguimos en la caverna, en todo.
ResponderEliminarAnonimo, tu mujer no opina lo mismo.
ResponderEliminar¡ Cuidado con las puertas !
Juanjo, creo que no todos tienen esta visión del mundo... yo he visto algunos que han dejado a sus consortes por algo "peor".
ResponderEliminarBueno, claro, si él es un ogro o ella es una arpía en casa.... lo mejor y lo peor se relativizan un poquillo. Otra vez instinto de supervivencia (que no me maten a discusiones y mal rollo).
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
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ResponderEliminarSobre este tema recomiendo un libro muy bueno que leí hace algunos años. La tesis es que seguimos y seguiremos en la caverna.
ResponderEliminarhttp://www.casadellibro.com/libro-l-instint-de-la-seduccio/9788496863859/1199740
Cásate con una piedra, y no tendrás estos problemas.
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