Los que lleváis tiempo en el Barullo
sabéis que tengo los nacionalismos como una ideología hecha para
el trinque de unos pocos, letal para el individuo y, sobre todo,
victimista. Es una mentira, un artificio.
Lo peor de la Historia nos ha llegado
de la mano de ellos, sean religiosos (en su mayoría lo son),
políticos, o de raza.
Lo que no soporto es el victimismo.
Vivir rodeado de circunstancias
inoportunas- siempre son “los demás” los culpables- es también
la excusa ideal que tienen para no abandonar su posición de víctima
y manifestar permanentemente los síntomas de una victimitis con la
que se acaban sintiendo de manera constante «jodidos, pero
contentos».
“Si nos dejaran seríamos prósperos
y ricos”. Y es cierto, sobre todo ellos, las cuatro familias que
sostienen el cotarro (las mismas,¡qué casualidad!, que estaban en
la pole con Franco).
Algunos de los síntomas más evidentes
de la victimitis son la queja continua sobre la vida y los demás, la
sensación de vivir como resultado de las circunstancias más que
como generador de ellas, el uso frecuente ― a veces permanente―
de los demás como muleta o paño de lágrimas, una visión dura y
difícil de la vida (donde hay muchos más enemigos y amenazas que
amigos y oportunidades) y la dificultad para experimentar placer,
entre otras.
No escribamos una lista de ellos, los
tenemos todos en la cabeza. ¡Qué pesados!, ¡siempre con cara de
haber lamido la escobilla del wáter!
Dice un aforismo tibetano:«No hay
situaciones desesperadas, sólo personas que se desesperan». Un
nacionalista es un señor desesperado, inventando una situación
desesperada, para tener la excusa perfecta para llevar a una
muchedumbre a la desesperación.
Ayer, tarde creo, pusieron en la tele una especie de entrevista o charla para dos, entre Pujol "el viejo" y Felipe González, a propósito de las circunstancias que rodearon los JJOO de Barcelona.
ResponderEliminarMe entraron ganas de vomitar... Ese modo de hablar claro, atrevido y ...porque no, provocador. Frente a un González "artista", artista del escaqueo, de la utilización bastarda del lenguaje para no ofender al "honorable", que no hacia mas que jactarse de como se habían aprovechado las circunstancias durante los JJOO para reclamar lo que el pueblo catalán, en derecho, tenía que reclamar y proyectar al mundo... ¡¡Vergonzoso!!
De todas formas, es una pena. Yo he viajado a sitios increíbles, al otro lado del mundo, para ver cosas maravillosas, de esas que solo te puedes permitir ver una vez en la vida... Y lo he hecho con un grupo de catalanes. Pero de catalanes universitarios, leídos, viajados, estudiados... Y no daba crédito, en cuanto " avistan" un ave nacional, como se transforman. Piden las cartas de los restaurantes en italiano, hablan en catalán sabiendo que no puedes seguirles, etcétera.
ResponderEliminarLos políticos han hecho una labor implacable de la que no se ha escapado prácticamente nadie. ¡Increíble!
Es bueno ponerse en la piel del otro. Hoy precisamente (7 de septiembre de 2013), sobre el tema que tratas, se publica una carta en La Vanguardia de un madrileño. Dice lo siguiente:
ResponderEliminarEl nacionalismo siempre me pareció una ideología que atrofia la mente y limita el pensamiento crítico. Después de un año viviendo en Barcelona y habiendo obtenido el nivel C1 de catalán, mi opinión no ha cambiado. Pero ya que pasaré los próximos años de mi vida en Catalunya, me preocupo por el futuro del territorio en el que vivo. Y al ver qué le conviene a Catalunya, encuentro dos razones de peso para acudir el día 11 a la Vía Catalana.
La primera es económica. Durante este año, he visto el maltrato económico que sufre Catalunya. Los catalanes pagan los impuestos más altos de España, pero tienen el menor porcentaje de funcionarios. Son los que más contribuyen a las cargas del Estado Español, y sin embargo, ven cómo desde Madrid se impone un modelo radial de trenes que lleva a disparates como que el corredor Mediterráneo pase por la capital. Por no hablar de los peajes, un fenómeno prácticamente desconocido para mí en España hasta llegar a Catalunya. Con la independencia, Catalunya podría administrar los elevados recursos públicos que generan los catalanes de forma directa.
La segunda, más importante aún, es política. España es un Estado en el que la corrupción ha llegado a los más altos niveles, un país donde las juventudes del partido de gobierno se exhiben con símbolos de una dictadura fascista y donde el dictador aún tiene su mausoleo. Es un país que bate récords de parados, de desahucios y de científicos que emigran. Paga una de las tarifas de electricidad y telefonía más caras de Europa, porque la ley en esos sectores se hace por y para el lobby de turno.
Por tanto, es imprescindible una regeneración en España. Pero, ¿va a darse en un país cuya mayor preocupación es Gibraltar y el fichaje de Bale? Evidentemente no. La única oportunidad que veo para la regeneración democrática es la independencia de Catalunya. Por eso, el día 11 las manos de este independentista no nacionalista que escriben estas líneas se unirán a las de miles de catalanes a favor de la independencia.
DANIEL PÉREZ RODRÍGUEZ
¡Me has convencido con esta carta!...
ResponderEliminarSaulo cayó del caballo y yo caigo del ruc y oigo al Horinapla que me dice "¡Suso, Suso, ¿por qué me persigues?
En especial esa frase "España es un Estado en el que la corrupción ha llegado a los más altos niveles..."
¡¡¡Ustié, y yo , ciego!!!
¡Gracias, Daniel.!
Lo mejor del comentario es eso de "es bueno ponerse en la piel del otro".
Eliminar¡Qué majico!
Ay! Me parece que eres de esos que están encantados con los 'patriotas' españoles pero no pueden ver a los 'nacionalistas' catalanes. Cómo era aquello de la paja en ojo ajeno?
ResponderEliminarEn fin, la paciencia que hay que tener con vosotros....
Batman o Robin
A mi también me ha convencido... Estoy conmovida.
ResponderEliminar¡¡¡¡MADRID 2020!!!!
Claro, los catalanes pagan peajes... Y ahí les duele, la pela...
ResponderEliminarPero quien impone los peajes y para que... Pues para poder enviar a los amiguetes a las "embajaditas" , para enchufar a sus amiguetes en las televisiones catalanas, entre otras cosas...
Me parecen todos una panda de vivales.
Siento profundamente lo de Madrid 2020... Ay no, que os han echado a la primera...
ResponderEliminarVisca Catalunya lliure!!!
Independência i socialisme. Ara i sempre!!!
Ya sabía yo que el tonto este no tardaría en aparecer.
ResponderEliminarAl Barullo sólo lo para la Piedra.
Eliminar¡Claro que sí, nada de nacionalismos!
ResponderEliminar¡Todos a follar como conejos!
Lo de Madrid 2020 era una 'charlotada' capitalina sin sentido. Por suerte el CIO no ha picado y les ha puesto en su sitio. Ahora el gobierno central podrá dedicarse a sacarnos de la crisis.
ResponderEliminarEs que pasan los años pero seguimos teniendo un espiritu quijotesco que ya cansa.
Batman o Robin
Lo malo de los nacionalismos es que son tan catetos que son incapaces de ver lo que pasa fuera del término municipal de su pueblo. Ayer sucedió algo extraordinario que no tuvo la menor cobertura en los medios españoles porque lo único que importaba era saber dónde se iban a reunir a jugar unas personas dentro de ocho años. Ayer católicos, protestantes, ortodoxos, drusos, budistas, agnósticos, gentes de todos los colores y credos se unieron en todo el mundo para rezar por la paz en Siria. Fué extraordinario y asombroso. Pero aquí nadie habló de ello: aquí lo que preocupaba era la decisión sobre cuál de las tres ciudades tenía el patio de recreo más chulo. ¡Cada quíen con sus valores!
ResponderEliminarhttp://www.periodistadigital.com/religion/otras-confesiones/2013/09/07/el-gran-mufti-de-siria-reza-en-damasco-por-las-intenciones-del-papa-francisco.shtml