martes, 5 de noviembre de 2013

BUEYES.


Muchos de los momentos decisivos de nuestra vida no estuvieron acompañados por decisiones conscientes.
Por razones profesionales, durante unos años me moví en polígonos industriales entre empresarios de sectores donde la suerte lo era todo. La suerte, pues ninguno de ellos sabía las razones exactas de su éxito, ni el momento en que tomaron la decisión de abrir esa empresa.
Todos estaban en un sector: el de la maquinaria agrícola o de la construcción. Y llegaban a él o por su condición de comerciales, o de jefes de taller. Los dos eran razas de depredadores, muy poca cultura, salvo la de los que “ven el aire”, y esos modos algo bruscos de “empresarios de provincias” que una vez instalados en el dinero lo enseñan de una manera zafia y hortera.
Los que venían del taller eran “bueyes”: torpones al andar, cuellos abotorgados, fuertes, sólidos, constantes, con unas manos con dedos como morcillas.
Los comerciales eran empresarios más finos, y vestían mejor.
Pero aun siendo tan diferentes, los dos tenían en común, desde el punto de vista social y de los estímulos ambientales, el ser como hijos de la nada: hoy la mayoría de ellos, que ganaron muchísimo dinero, están en la miseria.
Pero ninguno de ellos sabía decirte en qué momento tomaron la decisión de abrir una empresa y “triunfar” en el sector. La verdad es que la mayoría tenían las manos manchadas en sangre de una traición a su anterior jefe. Muchos venían de golpes de estado a algún amigo.
En las empresas de hostelería también sucede lo mismo.
Estamos en mundos de una vulgaridad animal y primaria.
Me hacía gracia que esta gente no sabe hacer otra cosa que currar. Los “bueyes” son incapaces de delegar, están todo el día en el tajo...sólo cuando ya están, por motivos de salud, jodidos, pasan el negocio a los hijos...que son para darles de comer a parte y merecen otra entrada.
Entonces, muchos de ellos se apuntan a un club de motorismo, iniciados por algún colega, donde todo es comer y marcar moto....o viajar, ver mundo con ojos de paleto.
Su vida sexual, en muchos casos, también es brutal, anónima, porcina.
Pero siempre encuentras alguna perla escondida.
Hace unos días coincidí en el AVE con uno de éstos. Lleva tres infartos entre pecho y espalda y parece que ha decidido vender la empresa a precio de saldo y ver mundo con su mujer. Iban a China. Y hablando de su sector, que está hecho un erial, y usando una metáfora de un mundo que él conoce muy bien, me dijo...
- Como en las carreteras mal señalizadas cuando viajas por allí, nos hemos ido del “¡nos estamos acercando!” al...” vaya, nos hemos pasado!”

5 comentarios:

  1. Mucha gente se creía que ganaba dinero porque eran muy, muy buenos en lo que hacían. No se daban cuenta que un éxito tan desproporcionado no era más que la "suerte" en forma de burbuja económica. Todo eso reforzaba su manera de actuar. Para mí lo más divertido era ver los asesores de los que se rodeaban, algunos de ellos profesores del IESE. Todos a chupar del bote.
    Hago un paralelismo con el crecimiento del Betis en los setenta y ochenta. también nos pensábamos que era porque somos muy, muy santos y los demás no. Lo cual nos reforzaba en nuestro comportamiento. Hasta que la realidad te pone en tu sitio.

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    1. Yo creo que el Betis se favoreció del propicio clima político de entonces. Por eso van a la "cabeza". Conozco gente que se acercaba a ellos para relacionarse bien. Trafico de influencias del que sacan su tajada. Ellos gestionan los pedidos, porque eso es lo que hacen, pedir a diestro y siniestro. Es vergonzoso.
      A nivel profesional, creo que son del montón.
      A mi, hace años, me paso una cosa con una "amiga" de la obra, que me dejo de piedra: yo acababa de terminar la carrera y no tenía trabajo. Bien, pues esta persona me dijo que hablaría con otra chica cuyo padre tenía un negocio en el que yo podría trabajar (la otra chica no era del Betis pero iba por el centro). Hasta aquí, todo bien, la sorpresa vino cuando me dijo que me haría la "gestion" si colaboraba con un 10 ciento de mi futuro sueldo todos los meses. Dije que no, por supuesto.
      Así es como se las juegan...

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  2. Tengo un amigo (ex amigo, en rigor, y sí, le tengo ganas) que se decía empresario y lo único que emprendió fue la constitución de una sl para dar forma a un pelotazo con el empleado de un banco. Canalizaban a través de ella los ingentes pedidos de objetos promocionales del banco, lo que, obviamente, no podía hacer el empleado sin antifaz.
    Descubierto el pelotazo, se acabó el empresario, que alardeaba de su "éxito" (ciertamente notable en euros, pero sólo en euros) hasta tal descubrimiento. En resumen: ni empresario, ni éxito, ni leches. Sólo otro pelotazo como nueva muestra de la picaresca patria.

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  3. Toc, toc ¿se puede? ¡cuanto bueno por aquí! hacía miles de millones de años que no pasaba por aquí, tanto que creo que es mi primer comentario desde que el barullo es "barullosusto".

    He leido un par de entradas ¡buenas! me encantó la de Milagros, Por cierto que en algún lugar de Valladolid se ha de poder comprar la Vanguardia porque Paco el del Pgiama siempre la tiene junto a el Mundo y el Pais. Habrá que preguntarle...

    ¡Saludos y abrazos!

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  4. ¡Chirly!...¡Existes!

    Pues ya me dirás dónde, a no ser que sea suscripción...me aseguraron que nnastis de plastis hasta en el Corte Inglés...

    ¡Bienvenido!

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