Una
serpiente estaba persiguiendo a una luciérnaga.
Cuando estaba a punto de comerla, ésta
le dijo: "¿Puedo hacerte una pregunta?". La serpiente
respondió
"En realidad nunca contesto preguntas de mis víctimas,
pero por ser tú
te lo voy a permitir". La luciérnaga
preguntó:
"¿Yo te hice algo?" "No" respondió
la serpiente. " ¿Pertenezco a tu cadena alimenticia?"
preguntó
la luciérnaga.
"No"
volvió
a responder la serpiente. " Entonces, ¿por qué
me quieres comer?".
"Porque
no soporto verte brillar", respondió
la serpiente.
La
envidia es muy mala.
Había
un rey que quería
saber qué
era peor, si ser tacaño
o ser envidioso; entonces tomó
a dos personas y les dijo: "A uno le daré
todo lo que me pida pero al otro le daré
el doble."
Entonces
el envidioso dijo: "A ver si entendí
bien rey, ¿todo lo que te pida me lo darás
pero al otro le darás
el doble?".
“Correcto!”
, dijo el rey.
Entonces
le dijo el envidioso al avaro: "Pida usted primero". El
avaro, se resistía , “¡por favor,!"primero están
los caballeros." Que sí
tú,
que yo, que si patatín, que si patatán...Y el envidioso, harto,
dijo: "Ok, yo pido primero, que me saquen un ojo.".
Siento,a
veces, la envidia muy cerca en el Barullo, y da miedo.
¿Quién
dijo eso de que el silencio de los envidiosos está lleno de ruidos?.
¡Qué historia tan horrible, Susín! ¿de verdad crees que existe gente así de tonta?
ResponderEliminarEn realidad el título debería ser "El odio".
ResponderEliminarSí que existe gente así.
La envidia,como dice C.S. es pasión de tontos: ocupa más lugar en la cabeza del idiota, como una obsesión. lo mismo que un amigo en nuestro corazón. Es algo instintivo.
ResponderEliminarEs un clásico de mundos rurales, esos odios ancestrales que llevan a quemar los campos del vecino aún sabiendo que el tuyo también se quemará.
¿Y crees que estas personas pueden cambiar?
ResponderEliminarCon tratamiento, quizás
ResponderEliminarTratamiento con Jesucristo.
EliminarLa comparación es la muerte de la felicidad. La competitividad absurda que nos lleva al agotamiento para nada.
Qué jodido es además relacionarse con los envidiosos. Son gente complicada, amargada, cabrona e imprevisible.
ResponderEliminarMás vale tenerlos a 1000 km de ti.
Lo que yo no entiendo, o mejor dicho, no justifico, es haber leído aquí tanta, tanta mala baba por parte de algún tarado sabiendo la situación personal tan desagradable por la que estás pasando (aunque tengo la sensación de que vais aprendiendo a vivirla poco a poco).
ResponderEliminarEsto no va de un culto hacia la personalidad por mi parte, ni mucho menos. De hecho, pienso que en alguno de los fregaos que has tenido los has tenido también por tu contribución a la causa. Te va la marcha.
Pero a partir de ahí, si el "contendiente" (por otro lado, bastante bobo; las pendencias se ignoran o se solventan de manera menos infantil) demuestra ser un auténtico BABOSO. No lo he comentado nunca porque es también estúpido meterse en disputas vía comentario de post, del tipo "y tú más".
Realmente, quien anda dedicándose a meter el dedo en el culo sistemáticamente a una persona en una situación similar merecería envenenarse con su propia mala baba.
Me hace gracia intuir al mismo tiempo como alguno de ellos, encima, irá de cristiano ejemplar (o a lo sumo de rancio católico español ejemplar).
Qué poca calidad humana, qué poca humanidad y qué enorme idiocia (y quiero usar el término como descriptivo, no como insulto) demuestra el baboso (insisto) que se dedica a hacer así el tonto ya intentar hacer dañoo a cualquiera que no haya sido realmente un criminal de los de médula.
La única frustración que me queda a mí (y de verdad que no soy ningún adepto de nadie) es la de no haber podido en alguna de las ocasiones en las que he leído alguno de esos comentarios poder habérselo dicho lal autor a la carita, cuestión de ver que pasa.
Saludos
No pasa nada, Asier.
EliminarSigue escribiendo, aunque no publicado, el de siempre.
Está enfermo.
Como post, me encanta la forma tan didáctica que tienes. Se lo voy a leer a uno de mis hijos que pasa por un momento complicado en cuanto a relaciones personales.
ResponderEliminarPor lo demás, nada que añadir a lo que te dicen por aquí. Si la envidia es venenosa y nociva en la vida real, se le añade la cobardía del anonimato en internet.
Coincido completamente con Asier, me da mucha rabia que se metan contigo sabiendo por lo que estás pasando y encima arrogándose esa supuesta calidad de "católicos ejemplares"… No entiendo qué es lo que pasa por sus mentes enfermas.
ResponderEliminar¡Pero pasa de ellos, Suso! Las cosas tienen la importancia que les damos y nos tienes a todos los demás, que somos muchos. Muchas gracias por tu blog y un abrazo muy fuerte.
Emma Morley.
A mi me ha encantado la historia, y para un ejemplo éste que pones... desde luego que la envidia, es la puerta del resto de males. Un abrazo
ResponderEliminarLo gordo, es que a pesar de la envidia, del odio, del "sinvivir" y del trabajo que se traen no son capaces de llegarle a la suela del zapato. No hace daño quien quiere, sino quien puede. Y éstos, no pueden, aunque quieran. No siempre querer es poder. :P
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