Cuántas veces he pensado, la segunda copa de Jacks Daniel's , que si yo fuera un hombre de verdad haría las cosas de otra manera. Hubiese sido fiel a las empresas que empecé, habría escrito la novela que siempre soñé, ya sabría inglés, entendería de música y compondría canciones maravillosas , me hubiese empeñado más en vivir buscando ser un poquito más consecuente , no ya con lo que se esperaba de mi, sino con lo que yo mismo esperaba de mi.
Y no este hombre de broma que soy. ¡Ay!, ¡si yo supiera pararme un poquito a pensar mejor las cosas! , ¡no ser tan destemplado ! ( cómo tanto me pepitió aquel cura!) , dar una vuelta más a los asuntos, sopesar las cosas, pararme más de un minuto seguido en el mismo tema, sentar la cabeza un poquico, en lugar de paladear todos los manjares, ir al buen tutún, picotear frívolamente todas las mesas, mariposear , zascandilear, ir de acá para allá, soñar como un crío tonterías...¡entonces qué gran tío sería yo! ¡entonces sí que deberíais compraros unos ojos nuevos para verme , tan majo, tan formal, tan buena persona. Ser un prodigio de hondura y delicadeza cantando, componiendo sinfonías , escribiendo, siendo fiel...
Pero poco después pienso justamente lo contrario: en realidad, si yo hubiera sido esa persona tan maja y acreditada , seguro que habría dedicado mi vida a alguna tarea seria, seria de verdad, de las que se marcan objetivos. Y no a eso de cantar, o de escribir, o de hacer reír a la gente contando chistes, soltanto piropos y estupideces , que es la ocupación de los que odiamos los objetivos.
Y, además, tan de gilipollas es marcarse objetivos y ser un señor cabal, que andar a la buena de Dios.
"Ser" no significa "hacer". Aristóteles distinguía la praxis (hacia afuera) de la poiesis (hacia adentro). De todos modos, ánimo con lo de la novela: tienes tiempo de sobras.
ResponderEliminarLa vida se acaba para todos. Es infantil querer perpetuarse (en los hijos, por ejemplo: genuit filios et filias, o con fundaciones o universidades a las que darás tu nombre, o como el compositor de La Paloma, la canción más versionada de lengua española).
Ahora es momento de distinguir lo contingente de lo necesario y abrazar lo eterno.
Buen comentario!
ResponderEliminarLa novela la tienes bien facilita. Tienes ese argumento universal que tan difícil es de encontrar, y tú lo sabes. Empezar de cero patatero, una y otra vez.
ResponderEliminarLe interesa a la mayoría de la población, pues lo reconozcamos o no, a todos nos pasa cada día.ahí está tu argumento, donde te mueves como pez en el agua. O así lo veo.
Cual es la clave ? Que lo cuentes de forma sencilla y directa, sin perderte por el camino.
Te animo a que uno de esos días que te das un paseo largo, pases por una papelería y te compres una libreta y un lápiz. Luego te vas a un Bareto, tomas posesión de una mesa en plan Capitán General de Los Ejércitos Conquistadores, y hagas un esquema de la novela. Un folio por esquema.
La mesa, al cabo de una hora estará llena de esquemas, tostadas en aceite y grafito del lápiz.
Una camarera simpatiquísima te preguntará tarde o temprano qué cojones haces, y tú responderás que escribiendo una novela y le pedirás un chupito.
Escribe ese esquema, pues con el anecdotario que tienes puedes rellenar páginas y páginas de interesante relleno; pero no te pierdas, sigue el esquema general, y permítete perderte de vez en cuando con anécdotas, pero que en conjunto se sostengan en una estructura que articule el total de la obra.
Cuando presentes el libro, no te olvides de invitarme a mí y a la camarera de ojos verdes esmeralda, más que nada por echar unas risas.
Y no trates de imitar ningún estilo, tú eres ya un estilo.
...
No seas mariquita y hazme caso.
En el peor de los casos te lo vas a pasar de cojones.
Y eso es algo que los profesionales ni huelen...
Justo ahí está tu ventaja, muchacho.