En Ferrocarriles Catalanes veo leyendo La Vanguardia a un ser humano independentista, con su lacito amarillo en la solapa. Ceñudo , unicejo , con rollo de tío que baila sardanas , aunque lleva calcetines gris perla, cara preconstitucional....republicana.
Lee el periódico con gesto displicente , golpeando las páginas en dos fases, una para acompañar la hoja de derecha a izquierda, y cuando está en lo alto, le mete un meneo , como una colleja...que ya me dirás tú qué culpa tiene el periódico,la noticia, o el periodista.
De vez en cuando bufa y resopla por la nariz como un toro. Le falta muy poco para exclamar "¡Vaya mierda,coño!".
La verdad, este hombre es una parábola de muchos por aquí . Estoy pensando en Nuria de Gispert, esa política que le ha concedido una medallita la Generalitat y que parece estar muy cabreada, comenzando con ella misma.
No les gusta el mundo que leen, y ese golpe desdeñoso al papel es la imagen de ángel exterminador que llevan dentro.
No les gusta el mundo que leen, y ese golpe desdeñoso al papel es la imagen de ángel exterminador que llevan dentro.
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