jueves, 30 de mayo de 2019

VIRGEN AL FIN ( CERCA DE LA OTRA ORILLA)

Cuando entras en los 60 y tantos años pasan cosas.

Una es que , de un modo paulatino y casi imperceptible don Pim Pon no es don Pim Pon.  No sé si me explico. El indio no planta cara.  La nutria ya no da guerra. Juanita Banana no  canta al amanecer " la laralalaaa!"....y oyes en tu interior algo parecido a " Chiquitita dime por queeeeé!".

Dicho de otra forma, progresivamente va desapareciendo el instinto sexual, sin ayuda de doping o pastillas, de las que reniego.

La verdad es que me alegro. Creo que me he liberado de un tirano que me ha llevado por la calle de la amargura. ¡ Cuántas gilipolleces ha hecho uno por culpa del indio matón! ¡ Qué estupideces!!, ¡ qué forma de hacer el ridículo!

Si se me apareciese ahora mismo Lucifer para proponerme recuperar lo que se ha llamado en llamar la virilidad y tener el bauprés inhiesto mirando la Osa mayor  le diría que no, gracias.

Que a otro perro con ese hueso.

Libre de las perversiones que acechan a los viejos impotentes recuerdo con serenidad los amores y aventuras del pasado.  Y doy gracias de estar cerca de la otra orilla sin SIDA, que pude haber tenido , sin hijos ilegítimos , que pude haber tenido y, algo muy importante para mí, virgen de ano. 







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