sábado, 16 de noviembre de 2019

MILAGRO.

Hay quien piensa que hay  truco, que es cuestión de tener baraca, el as en la manga, el doble fondo en la cartera,  o la baraja marcada. Y no , a veces, la mayoría de las veces  en algunas cosas no hay truco.

No hay  truco en el milagro del nacimiento de un hijo, en ese momento en el que ves su rostro y acaricias el dedito y lloras de alegría. Milagro. No hay truco que valga  es ese sentimiento animal, ese saber que matarías por él, que le protegerás siempre. 

No hay truco cuando  te has comido a besos a esa mujer, o a tu pareja . Cuando sentiste  que con ella podías con todo. No haytrucoen esos momentos en que sabes que   el mundo entero   cabe en un abrazo. No hay truco cuando te has tirado de la moto y el no no es una opción . Cuando vemos el mundo tan  maravilloso que parece otro, simplemente porque existe esa persona.

Un milagro, sin truco.

Milagro es cuando sólo con  mirarla te  reconoces, cuando se ponen los pelos de punta, incluso los de los brazos,  antes de sentir el contacto. Milagro es el sexo enamorado, tan hermoso. Sin trucos.

Milagro son los labios que  besan e inventan, que vibran, que emocionan, que se buscan, que se desean, que muerdes,  que encajan, que se rozan, que quieren más. Esos que sonríen cuando besan, que susurran, que acarician, que provocan. Milagro, sin truco.

Milagro es sentir que estamos vivos, que vuelves a empezar, que pides perdón, que eres perdonado , que sigues adelante, que lloras de alegría, que nos falta la respiración, que el corazón se nos va a salir del pecho. Es milagro un amanecer nuevo. Milagro es besar a tu madre. Milagro es lo que se queda dentro de nosotros y lo hacemos eterno, milagro es no dejar de sorprendernos y sentir que, en el fondo, no hemos crecido tanto.

Y milagro es sonreír y saber que siempre seremos niños. Por eso creemos en ella, por eso la vemos. 

Y es milagro, y es magia, no hay truco.


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