domingo, 21 de febrero de 2021

SEA COMO SEA, LLEGARÁS.

 Desde hace tiempo sé que tengo menos tiempo para vivir de aquí en adelante del que viví hasta ahora.


Me siento como de chico que me entusiasmaba con los regalos de Reyes y al cabo de poco tiempo te das cuenta que todo eso te defrauda, y que ya no hay tiempo para disfrutar de tanto aburrimiento .

Y quieres aprovechar  lo que queda, porque sabes que queda poco tiempo.

Ya no tengo tiempo para idioteces donde se discuten objetivos, programas, proyectos,  sabiendo que no se va a lograr nada.

Ya no tengo tiempo para mediocridades, no quiero estar con directores que  desfilan egos inflados, no tolero a los parásitos ni a los ventajosos, me joroban  los envidiosos que tratan de desacreditar a los más capaces para apropiarse de sus lugares, de sus talentos y de sus logros.

Me duele ser testigo de los defectos que genera la lucha del trepa por un cargo. 

Mi tiempo es escaso como para discutir nada, quiero la esencia. Mi alma tiene prisa y sin muchas golosinas en el bolsillo, quiero vivir al lado de gente humana, muy humana, que sepa compadecerse de sus errores, que no se da el pavo con sus triunfos, como ese pobre que cacareaba su cuenta de resultados de la que él no hizo nada.

Quiero gente  que defienda la dignidad humana y que desee tan solo andar del lado de la verdad y de la honradez.

Lo esencial es lo que hace que la vida valga la pena. Quiero rodearme de gente que sepa tocar el corazón de las personas, gentes a quienes los golpes duros de la vida, le enseñaron a crecer .

Sí tengo prisa. Intento  no desperdiciar parte alguna de los juguetes de Reyes  que me quedan, estoy seguro de que les sacaré partido. 

Mi meta es llegar al final satisfecho y en paz con mis seres queridos y con mi conciencia.

Espero que la tuya sea la misma porque, de cualquier manera, llegarás.



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