domingo, 27 de junio de 2021

LA BELLEZA DE LO QUE SE ESFUMARÁ.

Nació  en un pueblo pequeño. Su familia era muy humilde. Él les enseñó a sus padres a  leer  y  escribir. De su madre, heredó un alma de comerciante y un talante negociador que le han acompañado a lo largo de toda su trayectoria profesional.


De esa etapa de  su vida le quedó tatuado en el hipotálamo  la pobreza.En la adolescencia  reparaba motores de motocicletas en un taller y, posteriormente, se dedicaba a vender material eléctrico. 

Alguien descubrió en este  hombre  una joya por pulir. Trabajó en nueve empresas mientras,movido  por esta persona,   estudiaba el bachillerato por las tardes, de siete a 10. 

Se casó  con una mujer que no supo acompañarle en su formación, Probablemente  él la quiso así: doméstica, rara, arisca. Pero muy madre. Sólo  madre.

Como muchos  otros que no se sintieron capaces de vivir una  entrega   total  a Dios, compensó su falta de generosidad obedeciendo la consigna divina: creced y multiplicaos. Pero no supo ser buen padre  de su  numerosa  prole.

Fue mejor amigo de sus amigos.

Un día , jugando a tenis con uno de sus hijos , se molestó porque el chaval  no corría a pelotear  ninguna   volea cortada  a la red. Mientras que él, agónico y sudoroso, subía a todas  las dejadas que le hacía el hijo. 

Jadeando,  después de una carrera  en la que no llegó a devolver la bola corta, le  llama a que suba a la red :

- ¿Sabes lo que he hecho yo  toda  mi puta vida para ser quien soy?- le   preguntó.

-   Ir  a  por todas  las pelotas.Las  cortas, las largas, los  mates...¡todas! . Y  veo que tú no vas  a ninguna...¡quiero verte  correr, coño!

El chaval nunca  corrió a  por  ninguna bola de ese padre por una razón: siempre  le ganaba  el partido.

De sus años de  infancia guardó   la pobreza  en la quesera de  su memoria. No  le gustaba que sus hijos vistiesen ropa  cara. 

Un día que uno de  ellos rompió  los zapatos le dio los suyos (tenían  el mismo número ). El problema es que un chaval de diecisiete años no puede llevar unos zapatos de señor millonario de segunda mano. Era  la  burla  de sus compañeros de clase.

Lo  conocí bien y a veces pensé que el alma de aquel hombre era  más negra  de  lo que aparentaba su diseño de  apacible burgués. Y que en su fondo  nadaban los   peces oscuros que nunca  ven la  luz.

Era  muy piadoso pero, ¿ a  qué Dios rezaba si el del Evangelio a gente como él  les ponía la salvación muy difícil?. Él no   era  un hombre de debilidades ni pasiones  humanas , pero su firma  avalaba personas que compartían el mismo légamo que los caimanes.

Es fácil  predecir  los últimos  días  de  este hombre : recibiendo los últimos sacramentos de manos de un  sacerdote amigo ,con un crucifijo en  las  manos entrecruzadas.

Al final su legado será éste: todos  aquellos seres de la  alta sociedad que trató este   pobre niño de un pequeño pueblo  perdido  en medio  de un valle del interior , esa  gente vacía, petulante, mediocre, inconsistente , esos políticos  zafios y repugnantemente corruptos que le temían,  esos  empresarios  que rodearon su vida  , han pasado a ser  espectros de un mundo que se ha venido abajo  con él,y que no tiene más  que la belleza  de lo que se  ha esfumado.





3 comentarios:

  1. "Como muchos otros que no se sintieron capaces de vivir una entrega total a Dios, compensó su falta de generosidad obedeciendo la consigna divina: creced y multiplicaos"

    No me resisto a preguntarlo: ¿llegó a ser "numerata" en algún momento de su vida?

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  2. Pues mis compis le pedían ayuda para dulcificar/humanizar el ERE... ¿Puedes pedir por mi? :)

    ¡Qué bonita estampa de Manresa!

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