lunes, 10 de febrero de 2025

CAER DEL BURRO.

Una de las frases que  más me repetían de chaval era " a ver cuando caes del burro". O variantes tipo " atiende, que no te fijas". Y sigo , más o menos,  igual. Ya conté que mi padre me llevó a un psicólogo  que le aconsejó " agótelo".


Entonces no se sabía que lo mío era un TDH  de libro. Soy un rabo de lagartija. Y mi padre se dedicó a agotarme. Y se lo agradezco.


Mi cabeza era un nido de velutinas.  Sentía en su interior el ronroneo  permanente y el caos. Las ideas sobrevolaban , entrando y saliendo, sin posarse en nada. Con frecuencia hablaba con puntos suspensivos , como que el que me escucha entiende lo que quiero decir.


Poco he cambiado. Lo que he hecho es encauzar ese carácter. Durante tantos años he sido espejo y eco. 


Hasta que dije que se acabó. Antes leía y no retenía Devoraba películas que olvidaba Mezclaba series y temporadas . A veces terminaba de comer, y no recordaba ni un solo bocado. Era incapaz de  paladear la vida. El móvil me tenía atado.  Cliqueo una y otra vez  los mismos sitios. Gente contando su rollo.


Pero llegas a una frontera donde decides parar. Y recuerdas  a tu padre y ese " cuando caerás del burro".  Y te palpas el corazón. Recuerdas a tu madre laborando punto de cruz. A mi padre en el huerto. Me acuerdo de mi  subiendo al Astazú, detrás de ese hombre, y cuando paraba en un recodo y frotaba unas flores y me las daba a oler. ¡ Fíjate, esta fragancia no la llevan ni los más ricos del mundo!".


Hay que recuperar la vista, el tacto, el oído, el gusto el olfato, y la imaginación. Hay que parar. . Hay que recuperar la atención. Hay que ser disfrutón y regresar  al gusto por las cosas. Hay que volver a confiar en la piel y en la contemplación.


Y hacer callar el nido de velutinas. Porque los silencios son más fecundos que el ruido.




domingo, 9 de febrero de 2025

EL MINUTO HEROICO

No pienso ver  la serie de HBO sobre " El minuto heroico". Tengo la suscripción al canal y  paso. Ya me pareció mojonazo gordo la cosa que hicieron a pachas Évole y el papa . Que ya les vale. Évole es un sectario. Y el papa me parece que también. 

Eso de volver a juzgar al pobre profesor de Gaztelueta no está bien. Lo haga  quien lo haga. 

Apesta a campaña eso de Torreciudad,  el caso Gaztelueta, Cipriani, el Minuto Heroico,  el libro de Gareth Gore, y lo que le cuelga. Y no hay que ser muy listo para saber quienes están detrás. A los del equipo " Lo agarrásluego y se acabó" le fue muy bien con Juan Pablo II , y ahora les toca a otros - parece que les tenían ganas . Ya lo dice el refrán: gente de sotana nunca  pierde , y siempre gana. Sobre todo, si es blanca.


Ahora viene  Mónica Terribas. La Évole de TV3, fue su directora. Otra sectaria. Vicepresidenta de Omnium Cultural.  Una mujer oscura. En el 2017 hizo un llamamiento a sus oyentes de su programa "El matí" , en particular a los transportistas, taxistas y demás trabajadores de la carretera para que informaran de los pasos y los movimientos de los coches de la Guardia Civil en Cataluña, para frenar las posibles operaciones relacionadas con el referéndum de independencia.

Ya digo, una sectaria de tomo y lomo.

Ino echa de menos contrastar un poco.  No se puede ser tan anti.  No puedes  basar una serie en personas muy envenenadas. Ya sabemos de qué pie cojeamos todos. Testimonios  de personas con muchas carencias, gente que no sabe vivir consigo misma. Algunos son de esa gente que tiene que estropearle la vida a los demás.  Seres humanos muy infelices. Profundamente infelices. El rencor es así.  Son tías y tíos  que se creen sus mentiras, son unos fabuladores . Eso lo hacen muy bien.

Pero no son  esas  las razones por la que no pienso ver  el documental. 

A  mi me parece que si vas de "periodista de investigación"  lo primero que habrá que hacer es - como hacen los buenos tenderos- enseñar todo el muestrario.

Yo  no estoy muy a favor de la opus, pero entiendo- porque lo veo - que no son unos tíos oscuros, jodidamente retorcidos, maquiavélicos. ¿ Qué hay mierda allá dentro?, seguro. Lo sé bien porque yo mismo fui parte de esa mierda. Pero , como en los charcos embarrados, si  agitas las aguas, se refleja también la luz del sol.

¿Por qué no hablan de la cantidad de padres que envían a sus hijos a los colegios de la institución, o inspirados en su espíritu? No son pocos. Y padres de todo tipo de ideología y condición. Incluso, oiga, socialistas. 

¿Por qué  no citar a los ex de la opus que al cabo de los años piden incorporasen de nuevo? Ayer escribió aquí un zumbado sobre el tema - parece que intuía esta entrada. Alguno dirá que por motivos espurios , o el síndrome de Estocolmo. Muy bien , lo que sea, pero allí están. Y, además, ¿todos están movidos por esas razones? No creo. Lo sé.  Que los hay muy jodidamente interesados, no me cabe la menor duda. Pero también que no. Y  son muy buena gente.

Pero a mi hay un tema que me parece que no se considera. En  el mundo opusino se acepta al distinto, al diferente, al que no piensa como ellos.   Y eso también lo sé, porque lo he vivido.

En todos los colegios donde trabajé- en todos- ya fuesen obras corporativas , o labores personales-   te encontrabas con todo tipo de profesorado: opusinos, no opusinos, antiopusinos, de izquierdas, de derechas,  ateos, tibios, beatos, gente normal, raros. Podría contar anécdotas que os pondrían los pelos de punta, incluso los de los brazos. 

De mi contaré que al dejar la opus- como todos sabéis. escribí en opuslibros, durante años, y miles de páginas. Y  publiqué un libro: "La recomposición de la crisma: guía para sobrevivir a los grandes ideales". 

La vida da muchas vueltas. Y  terminé mi días  profesionales  de comercial en una empresa de redes y conectividad wifi. Y comencé a ir por todos los colegios que conocía, en su mayoría religiosos. Entre otros,  también los de Fomento,  los de Institució, la Fundación Arenales, Viaró...Todos sabían que yo era Satur, el que había escrito en  opuslibros-  ¡ y lo que había escrito! Nadie me dijo nada. Ni una mala cara. Ningún reproche.  Nadie me presionó a que me desdijera de lo escrito, que  eliminase de las redes el rastro de mi vida como Satur. 

En una obra corporativa  me sucedió una muy buena. Nunca lo he contado pero, ya que estamos, allá va:

Convocaron un proceso para seleccionar la empresa que iba a desarrollar la wifi y la conectividad en todo el colegio.  Era un buen contrato. Presenté a la empresa en la que trabajaba. El gerente me conocía. Y llegamos a  la final con otra empresa . Se tenía que decidir una.  El de la otra empresa  competidora era padre del colegio y supernumerario. Y, al conocer que éramos los que quedábamos en el concurso, fue con todo.  Quedó con el gerente- que no sabía nada de Satur, de opuslibros- y le  habló de mi. Lo envenenó con Satur. Y le mostró unas fotocopias de mis escritos.

El gerente, numerario,  se quedó tipex con lo que vio.  Decidió eliminarnos de la selección.  Y  así lo comunicó. Pero  el que debía implementar y desarrollar la wifi , al enterarse de la decisión, fue a dirección y  dijo que no entendía que Suso, que  sólo era un comercial, pudiera afectar a un juicio que tendría que ser técnico. Y en eso mi empresa era la mejor. La respuesta del director fue " déjame que le dé una vuelta, porque es que  lo de Suso es bastante fuerte ."

Yo sabía que en la  opus " déjame que le dé una vuelta" es consultar a instancias superiores. 

Y en la delegación decidieron que adelante. Y ganamos.

La opus no es el monstruo que enseñan en ese "Minuto heroico". Hay de todo. Pero de todo. 

Es verdad que los del Yayo Vallecano han  publicado una nota donde piden perdón por errores  de discernimiento y asuntos varios. No es eso, no es eso. La vida mancha. Y cuando uno está muy sucio hay que volver a empezar. 











sábado, 8 de febrero de 2025

IMITÁNDOME.

Hay una anécdota muy buena sobre Bob Dylan. Hace pocos años fue detenido en los alrededores de Nueva Jersey. Solo y bajo la lluvia, como un anciano desorientado. El compositor y premio Nóbel   más célebre del planeta se paseaba con un pantalón de chándal, unas katiuskas y dos chubasqueros cubriéndole la cabeza. Se dirigió a él una agente de policía para identificarle, pensando que era  un pringao. El viejo le contestó que era Bob Dylan y que buscaba casas en venta. Fue subido al coche policial  de inmediato. Un sargento, informado de que Dylan estaba a cargo de la policía, fue a echarle un vistazo. Lo miró de arriba abajo y bufó: “Este no es Bob Dylan”.


No era Bob Dylan, o sí. Era Bob Dylan hasta los cojones de ser Bob Dylan. Podrías ser tú, o yo, qué más da. Todos somos esa mierda que va desorientada por la calle hasta los cojones de ser nosotros mismos.


De Charles Chaplin se cuenta que se presentó de incógnito a un concurso de imitadores de  Charlot  y quedó tercero.


Uno en la vida ha sido lo que es porque imitaba modelos que admiraba. Siendo profesor tenía unos patrones de comportamiento que copiaba, los calcaba. Eso me daba seguridad. Y cuando ya estaba hecho al personaje, volaba solo con mi estilo. Debo mucho a personas que no saben que les debo mucho.


Pero llega un día que lo más complicado no es imitar a otros, sino no dejar de ser uno mismo. Porque ya eres una caricatura de lo que fuiste. 


Vivimos en un planeta que nos obliga a parecernos a los demás. No hay más que ver muchos anuncios.  Ser fiel a nuestras propias incoherencias no es fácil.


Muchas veces nos preguntamos quienes somos, cuando la verdadera cuestión es por qué soy como soy. Es una pregunta que le planteo muchas veces a Dios  cuando rezo: Dios mío, por qué de todas las estupideces que se pueden hacer en este mundo ,  de todos los errores, todos los fracasos, todos los cruces de caminos presentes  y futuros, me fueron a tocar   estos, y no aquellos.


Dios mío, por qué coño me hiciste así. 


Por qué soy tan aprensivo, por qué soy tan intuitivo y me tiro de la moto sin pensar las cosas dos veces. Por qué tengo este hastío y desgana  con la gente que me quiere, por qué si veo una farola con faldas me pongo loco, por qué me emocionan la letras de canciones cursis, por qué esas tristezas  que me asaltan, de repente, con un Jack Daniel's en la mano.


Por qué soy tan gilipollas.


Si me presentara a un concurso de imitadores de Suso Mendive… ¿a que quedo último?





viernes, 7 de febrero de 2025

¡QUE LE DEN POL CULO AL BURRO!

Muchos años después, en excursiones a ninguna parte ,  recordé aquella tarde remota en que mi  padre me  llevó de la mano y sin miedo a conocer  la parte de la vida que más miedo da a las personas: la libertad. 


 

Escuchar a mi padre hablar de libertad era apasionante. Tenía fuego en la  mirada. Sabía de qué hablaba: él mismo la ejerció para mandar a la mierda a su familia por amor. La  historia de mis padres es de  libertad.  


Mis padres  eran  el fiel reflejo de esa fábula que cuenta  de un padre y su hijo que viajaban con su burro de pueblo en pueblo . El padre iba montado en el animal mientras el hijo caminaba. Al  llegar a su primer destino, la gente criticó al señor por hacer que su chaval hiciera el trayecto a pie. Contrariados, decidieron cambiar . El padre a pie y el hijo cabalgando. Y en el siguiente pueblo, los vecinos reprocharon al chico que, con la edad que tenía su padre, le hiciera caminar tanto. 


- Tú estás fuerte, pero tu padre está ya mayor. Respeta  su edad - le dijo un vecino. 


Aprendieron la lección, y decidieron montarse los dos en el burro. Al llegar al siguiente pueblo, les señalaron con desprecio: "Pobre animal, aguantando el peso de los dos. ¿No os da pena y vergüenza ?", les gritaron. Así que se bajaron y siguieron su camino los dos a pie, llevando al burro amarrado con una cuerda. Cuando llegaron al siguiente municipio, empezaron los lugareños a mofarse de ellos: "Mira que tener un burro y hacer el camino andando".


Mi padre era el hijo pequeño de una familia muy rica. De Liédena. Y se había enamorado de una chica muy pobre.   De Sangüesa. Ya lo he escrito en otras entradas. Se pusieron el mundo por montera. Fue una boda - ¿ cómo lo escribiría?- ridícula a ojos burgueses: a las ocho de la mañana, en una misa de diario, sin vestidos de boda , cazando a lazo a los testigos , eran los que asistían  a la misa, sin nadie de la familia de mi padre, y los padres de mi madre. 


Con todas las calumnias a sus espaldas. Mucha mierda. Pero ellos felices, completos, soñadores. Mirando al mundo de frente, y sus quédirán , sus  opiniones, sus maledicencias, sus profecías, sus infundios y mentiras.


En fin, te pongas como te pongas, digas lo que digas, hagas lo que hagas, vistas así o asá, lleves lo que lleves siempre tendrás unos paletos que les parezca mal. Los estirados con charme  por ir hecho un adefesio  y los desastrados  por ir muy pijo. Femé , la Fama, era una diosa griega y romana algo ambigua. Por un lado era la encargada de mantener la memoria de las grandes hazañas Eso está bien. Pero también era la que difundía los chismes y rumores. 


Y mis padres vivían en un mundo que daba mucha importancia a lo que opinaba la sociedad. ¡Hipócritas! Son esos que dicen " ten buena fama y échate a dormir!


No podemos gustar a todo el mundo. Para eso va muy bien escribir y mantener un blog. Siempre aparecen odiadores que te ponen a parir. Y eso es muy bueno. Uno sigue actualizando entradas a pesar de paletos que se cruzan en el camino y te dicen que si el burro el padre, o el niño. ¡ Que les den mucho pol culo! Por eso, es mejor seguir, pase lo que pase.  Confiar en nuestro criterio. Dejar de escuchar a esa gente que nos quiere uniformados y predecibles. Los de derechas que no les ha gustado algo que has escrito. Los de izquierdas que te llaman fascista. Los religiosos que van a hisopazos. Los ateos que te dicen la mejor forma de ser católico.


A pesar de ello, tengo todo el derecho del mundo  a ser voluble en mis opiniones. Inconstante y voluble. Ayer pensaba tal cosa, y hoy tal otra. A mudar de estilo y de antojos. Con 14 años era un chaval que llevaba nikis y unas zapatillas que se llamaban "La  tórtola". Con 18 años , de becario en Viaró iba de pijillo barato- sin alcanzar el nivel de mis alumnos. Con 25 usaba   zapatillas John Smith . Con 32 me dio por los vaqueros de colores y las camisas de flores. Ahora tengo voy por casa con zapatillas de paño de cuadros con el talón aplastado haciendo chancleta...


Lo que es de mal gusto es hacerle caso a los demás. Algunos llaman ser raro a ser libres. A gustarte. A decidir, sin oír a nadie. ¡ Que le den pol culo al burro!


Esta foto es de mis padres con su traje de boda.








jueves, 6 de febrero de 2025

UNA RECETA PARA VIVIR Y CONFIAR.

CLICK AQUÍ PARA ESCUCHAR " QUEDARÁ PARA NOSOTROS"


Ayer estuve de revisión con la neumóloga. Está perpleja. Lo que tengo es muy grave- se dan una media de  cinco años de vida para los que padecen Fibrosis  Pulmonar Ideopática. Y no entiende  que  esté así. Seguiremos, seis meses más de observación. 


Ella no sabe que desde el día que me diagnosticaron esa cosa  he decidido vivir bajo la sombra cómplice de mi enfermedad , y sentir mis pulsos, la respiración agónica del que anda jodido al ascender una cuesta, la pasión de lo que me quede, y en la forma que pueda hacerlo. Sentir 


La pequeña mochila, las zapatillas , y el equipo de senderista feliz es lo que necesito para echar andar.  Cargo el móvil y salgo a la aventura. Porque uno, además de andar, fotografía el campo, los caminos, y sus cosas.


Cuando acabo, muchas veces no sé ni por dónde  he caminado, ni qué tiempo ha pasado. He estado ensimismado. 


Necesito ese deambular tranquilo,  evadido de todo y de todos. Necesito lentitud. Lo pienso cada día. Necesito esa pausa que a veces también da  el vagar. Oler la estación que toca, respirar el aire, sentir el sol, o la lluvia, perderme en la niebla, escuchar el agua del mar, o de aquel riachuelo , ver  gotear las gotas perladas de una hoja . Necesito el garbeo tranquilo, saborear cada cucharada de las horas. La respiración que profetiza a fuelle mi fibrosis pulmonar. 


Parar. Contemplar el paisaje. Rezar. 


Vivimos tiempos absurdos y fugaces. Me pregunto si alguna vez tendré opción de otra cosa. Que no suenen los móviles mientras vago. 


Te deseo que recuperes aquello que te hace humano: la tranquilidad, la atención , la confianza en en el mundo, y la ternura. Yo quiero intentarlo. A mi manera. Pero quiero intentarlo. Eliminar el ruido de mis días, bajarles el ritmo, que la pasión y la pausa lo invadan todo. Qué importa lo que fui, toda esa mentira. Si ya no parezco aquel chaval que quería ser bueno y que suplicaba llorando amar. 


Esa sería mi receta. La receta del tiempo detenido.


Y al final del día puedas decir en tu silencio , " ¡gracias, Dios mío! " .






miércoles, 5 de febrero de 2025

LOS QUE QUEDA DE AQUELLOS DÍAS.

Mi adolescencia  fue maravillosa, errática, gamberra, como Dios manda. Al salir de Cuellar- el club de la opus donde íbamos a pasarlo bien, porque lo pasamos en grande- íbamos por la calle, tribales y aborregados , cantando canciones picantes- un tal Jacinto , hoy juez, sabía letras del bando republicano- e ideábamos planes  sin sentido. Por ejemplo, entrar en un estanco y pedir un paquete de "Menos". Se emitía un anuncio en televisión que aconsejaba " Fume menos, sabe mejor" .


 Buenas, ¿me da un paquete de Menos, por favor?


- ¿ Menos?...no existe esa marca.


- ¿ Cómo que no existe?, ¡si la anuncian en televisión!. Esa que dice " Fume menos, sabe mejor". 


Y el hombre nos miraba así, como para darnos una lección:


- No, vamos a ver, lo que quiere decir es  que si, por ejemplo, si  ayer fumaste diez cigarrillos, y hoy fumas cinco, como son menos - se refiere a la cantidad- pues te saben mejor. ¿ Entendéis?


- Ya. Pues resulta que no. El tema  es que Menos es la marca. Fume Menos, la marca Menos, que sabe mejor...y ahora deme un paquete de Menos.


Y así nos pasábamos la tarde. Tocando los cojones.


Fueron días azules. Nos pateábamos la ciudad. Nos dio a un grupo por coleccionar posavasos de  clubs de alterne: el Papagayo, Lyons, Blue Man...todo por  asomarnos a escotes abiertos al  frente hasta el ombligo.


Cuando empezamos la facultad, el grupo se dispersó. Y como no estaba bien visto eso de las amistades particulares , las amistades  se deshicieron. Ni la arquitectura ni los afectos son inmunes al paso de los años. Pero algo queda allí colgando para siempre.


La vida tiene un ritmo disparatado. Si cierro los ojos puedo verme allí, con ellos, con dieciséis años. Con ese cachondeo  constante, absurdo y escandaloso que tienen los adolescentes cuando van en manada.


He pertenecido a un mundo que ya no existe. Me intento adaptar a lo que se vive y se piensa hoy , pero empiezo a hartarme porque muchas veces hago como que estoy en la pomada. Pero qué va. Vivo muy desubicado. Hace unos meses vino al gimnasio un trans- era un chaval que estaba en transición hormonal, o como se diga eso- y estuve a punto de darle una teórica. Pero pensé que sonaría antiguo, anacrónico y, posiblemente, fuera denunciable. Así que me callé.   Me refugio  en casa, entre libros y viejas películas, escribiendo este blog, que es mi cueva. . La nostalgia es un refugio de engaño e ilusorio. Nos da seguridad, pero a poco que dudemos, se nos viene el techo encima.


A uno la  vida le ha llevado a perderse y andar por otras sendas , en  cruces de caminos que  se iba a encontrando.  A veces busco a mis viejos amigos en las redes sociales, los de Jesuitas, los de Montearagón, los de Cuellar, o de Viaró, de... . Doy con algunos. Me cuesta reconocerlos. Y, lo que es peor, cuando un antiguo alumno te mira intentando retener y recordar tu rostro, y suelta , poniendo cara rara, "¿ tú eres, Susoooo?" .  Algunos están más gordos, otros están calvos, hay quien se conserva bastante bien… suben fotos con sus hijos, con sus esposas, tienen recuerdos a sus padres si se les fueron.


Puedo imaginar a quien votan, si están separados, o se han vuelto a emparejar, veo lo qué les entretiene, donde pasan los domingos, los hobys  que disfrutan, sus nuevas pandillas… y esto es la vida, supongo. Ganar algo, perder algo. Elegir un camino. Echar la vista atrás . Y sentir la velocidad del tiempo y las cenizas de lo que un día nos hizo felices.




martes, 4 de febrero de 2025

LOS ESTATUTOS.

¡Si supierais  la cantidad de  comentarios que llegan, que no publico, sobre la situación de los Estatutos de la opus! Que si van  a ser un volver a empezar, que si a la prelatura no la va a reconocer nadie. Hay profecías para todos los gustos, y ninguna buena. 

Parece mentira que no tomen perspectiva sobre lo que es la  Iglesia , en su aspecto temporal. Porque si algo sabemos de ella es que,  prácticamente  desde sus inicios, ha sido una Casa de Putas. 

Lo del siglo X fue de no creer. Entre los años 882 y 1046 se sucedieron más de 40 papas y antipapas, en gran parte indignos y pertenecientes a las más poderosas familias romanas. Un cachondeo.

El inicio de la crisis empieza  con la muerte violenta del papa Juan VIII (882): muchos de sus sucesores serán depuestos, encarcelados, asesinados. 

Y nos vamos a la muerte del  papa Formoso. Tras un pontificado de sólo dos semanas (Bonifacio VI), sube al trono pontificio el arzobispo de Anagni, Esteban VI , que convoca el denominado concilio de los cadáveres: el cadáver de Formoso fue desenterrado, sometido a un proceso (respondía por él un diácono puesto a su lado), donde fue condenado, degradado de las dignidades pontificias, colocado en una fosa común. Poco después fue  nuevamente desenterrado y arrojado al Tíber. Sus ordenaciones se consideraron inválidas. 

Imaginaos al  papa Francisco desenterrando a Escrivá de Balaguer y juzgándolo  - respondería Ghirlanda , al lado del cadáver - y anular la prelatura y todas sus obras. Y enviarlo a Barbastro, y el obispo de allí tirar sus restos al río Vero.

En fin, no hemos llegado aún a eso. O sí. Con este papa nunca se sabe. Si le ríe las gracias a Yolanda Díaz, que es lo más cerca que se puede estar de alguien parecido a Formoso...

Uno se lee esa parte de la Historia de la Iglesia y no tiene ninguna duda de que el Espíritu Santo la asiste. 

Pero esos de O.L. deberían saber, a nada que hayan estudiado el bienio y esas cosas, que a los Jesuitas  hace 250 años - la orden a la que pertenece  el papa Francisco- estuvo a punto de desaparecer de la faz de la Tierra y por decisión de aquel a quien juraron obedecer: el Papa.

El 21 de julio de 1773 Clemente XIV firmó un  documento papal - titulado Dominus ac Redemptor- mediante el cual eliminó a los jesuitas de la estructura de la Iglesia y los despojó de todos sus bienes. Literalmente, los mandó a la puta calle.

¿Cuáles fueron los motivos por los que Roma decretó la supresión de los jesuitas?

La medida no se produjo de la noche a la mañana, sino que estuvo precedida por una campaña de desprestigio y de persecución contra los miembros de esta orden que se inició 15 años antes, con su expulsión de Portugal y de sus dominios de ultramar.  

¿ Os suena eso de "campaña de desprestigio"?

Antes los habían expulsado de Paraguay, Portugal, España, Italia....pero, tranquilos, la historia termina bien: 41 años después vuelven a ser admitidos en la Iglesia. Ya veis, no pasa nada.

Toda la bibliografía que se consulte da cuenta  de que los sacerdotes y  hermanos de la Compañía de Jesús asumieron las medidas en su contra sin ofrecer resistencia. A pesar de que durante las expulsiones de las colonias americanas se estima que cientos perdieron la vida.

Incluso el entonces superior general, Lorenzo Ricci, fuera detenido y murió en los calabozos del Castillo de Sant'Angelo, al lado del Vaticano Y fue un testimonio de sometimiento y obediencia  a la voluntad del Pontífice. Imaginaos a Ocáriz palmando en la prisión de...¡ Barbastro!

Así que, lamentándolo mucho queridos odiadores de la opus , pase lo que pase, no pasará nada. Pero nada. Obedecerán  en silencio. Estoy seguro. 

Como dijo Gamaliel " Y ahora os digo: Apartaos de estos hombres, y dejadlos; porque si este consejo o esta obra es de los hombres, se desvanecerá;  mas si es de Dios, no la podréis destruir; no seáis tal vez hallados luchando contra Dios".

Y, que conste, espero que cambien muchos modos de hacer allá dentro. A lo mejor necesitan un  "Dominus ac Redemptor" y se ponen las pilas.











lunes, 3 de febrero de 2025

NUESTRO MAYOR TESORO.

Los tesoros siempre son relativos. 


Uno de mis tesoros en la infancia consistía en pasarme  a solas en casa jugando con pequeños muñecos de indios, vaqueros, y ejércitos de soldados yankees.


Me regalaron unas  bolsas  pequeñas  que contenían piezas de plástico, con una base gris que permitía sostener al combatiente. El resto lo ponía la imaginación.


Con las sábanas, ideaba montañas, valles, desfiladeros, y perdía el sentido con guiones absolutamente desquiciados. Pero siempre terminaban igual esas batallas: ganaban los indios.


Me daban mucha pena, la verdad.


Había uno de ellos que, en fin, de ser en la vida real, el pobre no hubiese durado diez segundos: tenía una pierna mordida (yo era un niño nervioso, de los que se comen las uñas, los pellejos de los dedos y mordisqueaba los tapes de los bolis).


A ese indio le había pegado una buena soba de mordiscos, y el hombre estaba sin pierna.  Además, tampoco tenía arco, aunque sí la pose de disparar una flecha.


Y, para colmo, tenía las piernas inmensamente arqueadas, pero sin caballo.


A ese indio, no me preguntéis la razón, era al que peor trataba: se caía por barrancos, le zumbaban a gusto los de la caballería  montada, le disparaban desde los carromatos y caía mordiendo el polvo...¡pero, al final, siempre ganaba!


Siempre es siempre. Ganaba, además, cuando todo estaba perdido. Era fácil: lo cogía con mis dedos, y con ruidos guturales que acompañaban la hazaña, el cojo, manco, y jodido indio, se liaba contra todos, repartía guantazos a diestro y siniestro, se montaba sobre el caballo del mismísimo general Custer y, encima, se largaba con la bella Lucy, la hija de Cawright, el dueño de la Ponderosa.


¿ Y sabéis por qué?: porque allí mandaba yo.


Así fue, hasta que un día caí en la cuenta de que sólo  eran muñecos, y me fui con otros indios, otros carromatos, otros Cústers, y otras Lucys.


Ese cambio fue muy duro, porque esos no se dejaban.


Pasaron los años. Muchos años. El tiempo es hermoso y terrible.


Un día conté a unos chavales lo que sentía con esos indios y vaqueros. Abrí la  memoria personal de  ese tesoro, que tanto valoraba. Y sentí que les importaba una mierda el indio, los vaqueros, y mis gilipolleces.  No les interesó lo más mínimo. Ni sus nombres, ni sus bandos. Mi tesoro, mis recuerdos, eran un carajote.


Y es que no hay  mayor riqueza que la memoria. Y que es el tiempo en el que fuimos felices nuestro mayor tesoro. Y que cada un@  tiene sus indios, sus vaqueros, sus Cúster, y sus Lucys.  


Pero os voy a contar algo que sé, y lo sé de verdad. Dios hace con nosotros lo mismo que yo con mi indio. Le damos pena. Vernos allí tan  jodidos, tan sin nada, tan chungos y  en el desvarío. Y quiere que nos vayan bien las cosas. Y, no sé sabe cómo. ni cuando, ni por qué,  nos coge con sus dedos de  Padre y hace con nosotros lo que quiere.


Todo termina bien.


domingo, 2 de febrero de 2025

UN RECUERDO DE SEMUC CHAMPEY.

CLICK AQUÍ PARA ESCUCHAR " LA GABAREDINA ENGACHADA".


El sacerdote de Tamahú  cuando estuve en Guatemala  me dijo " tú y yo nunca seremos amigos, somos correligionarios-  compartimos la misma religión- pero no amistad". Tal vez es la manera más delicada que han tenido conmigo de mandarme a la mierda. Aquel día ,  decidí abandonar esa aventura y  pasar unos días viajando y ver el país de arriba a abajo.


Uno de los lugares que visité fue Semuc Champey. Un paraje  idílico, paradisíaco. 


Llegué en una guagua en dos días  de viaje , por etapas entre aldeas . La subida hasta el mirador es  una ascensión  de dos  horas y media a pie. Mucho calor, mucha humedad, lo sudas todo. La ascensión no ofrece tregua. En la selva, como en Tamahú, viven en las aldeas  indígenas ketchis. Aparecen  por aquí y por allá, de un modo imprevisible , y venden a los excursionistas agua y refrescos.


Las niñas pequeñas  iban descalzas.


Desde la cima contemplas allá abajo las pozas. Después, bajé  a darme un  baño.


La gente , como siempre, el mejor paisaje.


En las pozas me crucé con unos americanos que se hospedaban en un Resort  de cabañas privadas, y con un buen restaurante. Morro fino.


Los tíos no paraban de mirar el móvil. Increíble, ir hasta allí y  andar con prisa. Encerrados en esa calaveras de piel y huesos que son los cuerpos de esos turistas , ancianos  en su mayoría  , ya ajados  . Tan solos. Comprando a los indios botellines de agua a precio de oro.


Sin pausa, no hay mirada, y sin mirada, qué somos. No hay diferencias. 


La selva para el turista es a veces sólo un decorado. Uno de esos decorados de poster de agencia de viajes  , con cielos pintados y casas que son apenas fachadas sujetas con armatostes de madera. 


Sabía que no volvería allí. Y me bañé relamiendo y paladeando las horas. Alcé la vista  al mirador  y me sumergí en  esa belleza.  Algo extraordinario.


Y no era el lugar, ni lo exótico, ni las aguas turquesas , ni los paisajes, ni las gentes. Era yo. Yo era  el instante, y no quería que se me escapase. 


Era el protagonista. Y me detuve  mirando las cosas con generosidad, con ternura y con pausa… sabiendo que era la última vez.









sábado, 1 de febrero de 2025

EN EL PECADO LLEVA SU PENITENCIA.

Cada uno ha tenido las experiencia que ha podido, o ha querido, o la vida le ha echado en suerte, en el tapete de su biografía. Y , con frecuencia,  pienso que estar vivo es una lotería. No sé cuántas veces  debería haber  estado muerto a estas alturas. 


Con los años he aprendido a entender a todo el mundo. Y es así porque me he comprendido a mi mismo. Al  adúltero, al putero, al estrecho, al intemperante, al escrupuloso, al vago, al currante, al tímido , al que bebe, al que fuma, al que no hace ni una cosa ni la otra. Entiendo al que corre a las cinco de la mañana y al que coge una pava que ha tirado uno al suelo en el andén y se fuma una caladita. . Entiendo al que se abre un vino a la noche para disfrutarlo en soledad y al que se pone hasta el culo de algo que ha encontrado al abrir la nevera de su casa. Y entiendo al que se besa en un espejo mientras se masturba.


Porque una cosa tengo clara: el cuerpo y el alma que lo habita  es nuestro y  cada cual gestiona sus placeres y sus castigos como puede, muchas veces si saber por qué, ni cómo. Hace mucho tiempo que dejé de decirle a nadie que no sea de la forma que es.


Por ejemplo, yo he fumado durante muchos años, y desde muy crío. Eso me va a matar. No moriré  de la fibrosis pulmonar, pero sí con ella. Y me gustaba fumar. Yo me entendía. Para mi cuidarse, muchas veces, era lanzarme, aunque sea un poquito, a lo que, por salud, no debería hacer.


Me pasa con el alcohol . A otros con el tabaco. A ése con las ultramaratones, que se deja los güevos en carreras que le dejan extenuado y bien jodido. Que cada cual opte en  su vida y luego asuma sus consecuencias. 


Me gustaría haber sido de otra manera . No haber fumado  y haber llevado una vida más sana. Creo que me he hecho mucho daño, y como yo, mucha gente. Así ha sido, y apecho lo hecho. A veces,  veo gente fumando cerca de mi , y lo que no hago es afeárselo.


Gracias una formación que he recibido desde bien pequeño bastante me he juzgado a mi mismo- ¡  con qué dureza!-  como para que encima me juzguen los demás.


“En el pecado lleva la penitencia”, dice un refrán. Cojonuda esa sentencia. Y así son las cosas. Allá cada cual con sus pecados, porque, si hay algo que no soporto, es que la gente se meta en los míos.


Que cada uno se absuelva como pueda. Yo sé cómo hacerlo.