sábado, 1 de febrero de 2025

EN EL PECADO LLEVA SU PENITENCIA.

Cada uno ha tenido las experiencia que ha podido, o ha querido, o la vida le ha echado en suerte, en el tapete de su biografía. Y , con frecuencia,  pienso que estar vivo es una lotería. No sé cuántas veces  debería haber  estado muerto a estas alturas. 


Con los años he aprendido a entender a todo el mundo. Y es así porque me he comprendido a mi mismo. Al  adúltero, al putero, al estrecho, al intemperante, al escrupuloso, al vago, al currante, al tímido , al que bebe, al que fuma, al que no hace ni una cosa ni la otra. Entiendo al que corre a las cinco de la mañana y al que coge una pava que ha tirado uno al suelo en el andén y se fuma una caladita. . Entiendo al que se abre un vino a la noche para disfrutarlo en soledad y al que se pone hasta el culo de algo que ha encontrado al abrir la nevera de su casa. Y entiendo al que se besa en un espejo mientras se masturba.


Porque una cosa tengo clara: el cuerpo y el alma que lo habita  es nuestro y  cada cual gestiona sus placeres y sus castigos como puede, muchas veces si saber por qué, ni cómo. Hace mucho tiempo que dejé de decirle a nadie que no sea de la forma que es.


Por ejemplo, yo he fumado durante muchos años, y desde muy crío. Eso me va a matar. No moriré  de la fibrosis pulmonar, pero sí con ella. Y me gustaba fumar. Yo me entendía. Para mi cuidarse, muchas veces, era lanzarme, aunque sea un poquito, a lo que, por salud, no debería hacer.


Me pasa con el alcohol . A otros con el tabaco. A ése con las ultramaratones, que se deja los güevos en carreras que le dejan extenuado y bien jodido. Que cada cual opte en  su vida y luego asuma sus consecuencias. 


Me gustaría haber sido de otra manera . No haber fumado  y haber llevado una vida más sana. Creo que me he hecho mucho daño, y como yo, mucha gente. Así ha sido, y apecho lo hecho. A veces,  veo gente fumando cerca de mi , y lo que no hago es afeárselo.


Gracias una formación que he recibido desde bien pequeño bastante me he juzgado a mi mismo- ¡  con qué dureza!-  como para que encima me juzguen los demás.


“En el pecado lleva la penitencia”, dice un refrán. Cojonuda esa sentencia. Y así son las cosas. Allá cada cual con sus pecados, porque, si hay algo que no soporto, es que la gente se meta en los míos.


Que cada uno se absuelva como pueda. Yo sé cómo hacerlo.


19 comentarios:

  1. Escribo estas líneas en relación con el comentario de Guiri en la entrada de ayer. Dos cosas: 1) Acepto con deportividad el examen particular que me ha impuesto para las "próximas semanas" y lucharé por cumplirlo ;-) y 2) Comenta que esta semana ha visitado con frecuencia la clínica, si se trata de algún tema de salud (suyo o de alguien cercano): le(s) envío ánimo, fuerzas, y oraciones.

    Un abrazo oceánico.

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    1. Muchísimas gracias a ti – y a todos los Anónimos y Apodados- por vuestros ánimos, abrazos y oraciones, muy apreciados, y que recíproco. Se trata(ba) de una serie de controles de mi salud que ha mejorado muchísimo respecto al año pasado

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    2. ¡Ahí estamos, Guiri!
      Aquí no se deja a nadie en la estacada

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  2. La imperfección crea monstruos. La perfección crea ángeles. Se perfecto.

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    1. Me da usted mucha pena. Hay viajes que vale la pena realizar sólo por el abrazo que te espera en el destino.
      Eso aprendí del hijo pródigo: un hombre imperfecto, hijo de un padre maravilloso.

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    2. No se si esto está escrito con sarcasmo. Pero tengo que decir que la única manera de perfección escrito reconocer la propia imperfección. En otras palabras: Félix culpa. El pecado nos trae la redención y con ella la elevación del hombre a la dignidad de hijo De Dios. Sin el pecado, no hay redención. Y sin redención no hay filiación. Así que majete, arrepiéntete y deja de ser tan doña perfecta.

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    3. Anónimo 16:56, pues usted me recuerda a Obelix, el cual decía "gordo? yo no soy gordo"

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    4. Ah pues igual soy gordo

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  3. Sí. Así es. El castigo del pecado es el propio pecado. No sólo aquí, no sólo ahora. En un futuro postmortem, cuando nuestra empatía sea perfecta, el dolor y daño que una vez causamos a otros nos dolerá tanto como dolió a los otros; nuestra propia empatía será nuestro verdugo. Y a algunos, esta penitencia ya nos ha empezado; pero es buena señal, es señal de que hemos cambiado.
    Todo se acaba; incluso el dolor producido, incluso el daño causado. Se acaba el día, para que empiece otro. Se acaban las vidas, para que surjan nuevas vidas. Se acaba la alegría, y empieza una nueva. Nada permanece. El daño que hicimos se acabó o se acabará.
    Y siempre nos olvidamos de las cosas buenas que hicimos. La mente la tenemos programada por necesidad de supervivencia para atender con prioridad a las alertas negativas, a los que nos pone en peligro. Nos olvidamos del amor que dimos, del amor que damos, que muchas veces nos parece pequeño. "¿Cuando, señor, te vimos hambriento y te alimentamos?". Si nuestra memoria pudiera recordar todas las cosas buenas que hemos hecho y que no recordamos o no valoramos en su justa medida, nos sentiríamos muy bien.
    Es tarde, pero tenemos todo el tiempo que nos queda por delante; es todo lo que tenemos.
    PRISCILIANO

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    1. Team Prisciliano, siempre.

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    2. El comentario de "Pris" me recuerda a las leyes de las emociones, formuladas por Nico Frijda. Una de ellas dice:
      Ley de la asimetría hedónica: el dolor persiste, el placer se desvanece con la satisfacción contínua.
      Hemos hecho un montón de cosas bien y solo permanece lo que hemos hecho mal, nos taladra sin compasión.
      A veces pienso que la supervivencia debería ser al revés: "oras non numero nisi serenas".
      Aportar me gustaría que el pecado y el pecador no son lo mismo. Insisto: conocimiento y consentimiento plenos, además de materia grave.

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  4. El anónimo de las 11:34 es perfecto; un perfecto imbécil, pero perfecto al fin y al cabo.

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    1. Lo peor de todo es que escribe "se perfecto" sin tilde.
      Pues empezamos fatal.
      El imperativo de la segunda persona de "ser" lleva tilde: "sé perfecto".
      O "sé gilipollas".

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    2. Los valores del se.
      Una pregunta clásica del examen ese entre el bachillerato y la universidad (antes selectividad, ahora tiene cien nombres).
      Un ser casi perfecto tendría que tener dominados los valores del se.
      McC

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  5. El anónimo que habla de la perfección, habla bien, en mi opinión.
    Una persona perfecta es como esa canela que ensalza el mejor pastel. Es como esd buen aceite de oliva, que adereza el mejor manjar.
    Se perfecto, amigo mío.

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    1. Be water, my friend. La perfección no existe.

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  6. La jugada es por cada paso adelante, procurar dos hacia atrás.

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