CARLA Y XAVI.

domingo, 24 de agosto de 2025

El Barullo es como ese mendigo del cuento que te  pide una limosna y le das un grano de trigo, que después descubres transformado en pepita de oro al llegar a casa.


O eso quisiera. Cada vez que entras aquí me das una limosna, y me encantaría devolvértela convertida en una semilla de algo valioso.


Me gustaría escribir de tal manera que fuese como meter la mano en el saco del Barullo, y  que  siempre ganaras premio.


No es fácil, pero hay que ir a por ello.


Hay quien me acusa de cambiar mucho - ¡no soy el que era!:  El hombre cuya opinión nunca varía es como el agua estancada, y engendra pan de rana en su mente y en su corazón.

Piénsalo, anónimo infantil: ya no tengo los 25 años que a ti de deslumbraron hace tantos años. Ese Suso estaba lleno de mentiras.

He conocido otras maneras de pensar, de vivir,  de amar. Y la mía no es la mejor, ni la más "formada", ni la más nada. 

En un cumpleaños que asistí cuando era voluntario en un Centro de discapacitados conocí a Xavi y Carla. Eran también voluntarios. La fiesta era  en un piso tutelado. Fui con la guitarra. Una de las canciones que canté fue "El amigo", de Roberto Carlos. Y Carla se me acercó y preguntó si conocía " Detalles", también de Roberto Carlos.

- Soy Brasileira.

La miré y vi que , efectivamente, era de allí. Se presentaba rubia oxigenada, hipermástica, con unos labios salchichones e hinchados, mirada de gata en celo, muy cercana  e hipnótica. Era trans.


Su pareja se llamaba Xavi, también tintado de pelirrojo chungo, sin complejos. 

Poco a poco nos fuimos conociendo. 

Eran muy buena gente.  Una vez vi una gallina que cobijaba en su regazo amorosamente unos caracoles.

A la pobre le habían quitado la cría que guardaba con tanto amor, y al día siguiente daba calor a estos moluscos  que alguien había llevado a su escondrijo, y a los que prodigaba idénticos cuidados.

Aquella visión me produjo  una ternura infinita.

La vida es dura a veces, muy dura. Y uno piensa, también , en ocasiones, que ha comprendido la verdad de algunas pasiones al ver esos ejemplos.

El objeto no tiene importancia, el intercambio no es necesario.

Pienso que Carla y Xavi eran de esas relaciones que he conocido que se basan en  el instinto ciego e irresistible, cerrado sobre sí mismo el que se aferra a cualquier objeto para satisfacer su necesidad de ser querido, como sea, al precio que sea, por arriba o por abajo. 

Pero se querían. De eso nunca me cupo la menor duda.

Y me incluyo en algunas de esas historias que me han sucedido, desencuadernadas y desquiciantes. 

Vivían de trabajar aquí y allá. Ese voluntariado era parte de su modo de vivir. Venían desde Barcelona. Habitaban de alquiler en una habitación en el Raval.  Xavi era  muchas cosas: camarero, temporero, transportista. Y Eva, como ya escribí,  la dejé trabajando  en una residencia de monjitas con las que se lleva divinamente , aunque " rezo para que no se cosquen de soy trans". 

En fin, lo que quiero decir es que uno ha visto de todo. Yo mismo he visto cosas en mi muy raras-  me refiero a sexo.    El sexo , que  produce placer y desolación, neurosis y felicidad, atracción y repulsa, violencia y ternura, amor y perversión. 

Ese instinto básico rompe todas las barreras del honor y del prestigio social; asoma por debajo de los ornamentos sagrados, de las togas de los jueces, de los uniformes más entorchados. No se salva nadie.

El albañal del sexo lo comparten papas y cardenales, artistas consagrados de Hollywood y académicos del Premio Nobel con las manadas de los lobos violadores. 

A cualquier personaje lo puede convertir en un salvaje o sumirlo en el ridículo. El sexo hace débiles a los poderosos, puesto que los deja desguarnecidos a merced de espías, conspiradores y chantajistas.

Pero , en ocasiones, ves algo parecido al amor, que es necesidad de sentirse querido, de compartir. 





 



6 comentarios

  1. Me recuerdan a aquella anécdota de Mossèn Kiko Mas cuando bendijo el amor (casó) a una pareja de señores homosexuales delante del altar Mayor de Montalegre.

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    1. No es verdad lo que cuenta. No los casó. Les dio una bendición. Se lo oí contar en pesona.

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  2. Que pasó con Sevillani?

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  3. En la foto publicada no saldrá la trans, verdad? Lo digo para que no pierda su trabajo

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