Uno de los asuntos predilectos de la literatura fantástica ha sido la inmortalidad. En las mitologías se hablaba de la búsqueda de fuente de le eterna juventud. En la leyenda del Judío Errante la inmortalidad es una condena que concluye en la Parusía para este hombre imaginario que negó el agua a un Jesús sediento camino del Calvario. En los viajes de Gulliver Swift convierte a los inmortales en piltrafas humanas. Y Borges a su inmortal lo describe aburridísimo y consumido de tedio.
Hoy hay una visión euforizante del tema. Todo el auge de los dos superhérores - rollo Marvel- va de eso. Y ya no digamos todo esa publicidad y ese bombardeo de cientifismo que nos promete una segunda juventud con el asunto de la ingeniería celular, las medidas técnicas que nos convierten en seres "transgéneros" . Una mentira , una quimera, que juega a la ruleta rusa de las ilusiones marchitas.
Con la enfermedad que anida en mi interior como un Alien me sucede que la mayoría de las personas con las que me cruzo niegan la posibilidad de que salga mal. Y con esto no estoy diciendo que me rindo- voy a luchar con todas mis fuerzas- pero no me consuela que se insista en que " esto ha cambiado mucho, se ha avanzado una barbaridad". Y es verdad. Yo mismo me doy cuenta.
Pero , en fin, también puede salir mal. Es más, al final, saldrá mal
Gustave Thibon escribió "Seréis como dioses" . Es una hipótesis extrema : un mundo futuro en que la humanidad será totalmente inmortal, La muerte ha sido totalmente suprimida - y no sólo por enfermedad, o decrepitud, también por accidentes, pues puede ser revertida. Un mundo donde la ciencia colma todos los deseos de inmortalidad.
Y lo que plantea Thibon es si vale la pena dejar a las personas gozando de la inmortalidad sin poder gozar de la eternidad, e impedir que se reúnan con Dios. ¿ Qué escogería yo?, ¿ me dejaría triturar el alma y seguir aquí abajo asintiendo y callando, aprovecharía ese descubrimiento que me privaría de la visión de Dios, o me precipitaría a lo desconocido para reunirme con Él?
"Entra en el gozo de tu Señor", esa es la promesa.
Si aceptas el primero estás apostando por el Tiempo, y Dios es una especie de canción que se canta en el autobús mientras viajamos.
Dicho de otro modo, si viviéramos sin morir nunca, ¿aún querríamos ver a Dios?
Me quedo con san Pablo "cupio dissolvi et esse tecum" ( deseo morir y estar contigo).
Van Gogh tituló este cuadro " A las puertas de la eternidad".
Del sentimentalismo protestante ya nos advirtió el ateo más católico: Gustavo Bueno.
ResponderEliminarJoder! (con perdón..) Qué tema más tremendo!
ResponderEliminarA mí me parece muy interesante y atractivo.
ResponderEliminarBueno la cosa sería ver a Dios (de un modo u otro), ya aquí, en la tierra. Verlo o sentirlo como debían hacer San Jusn de la Cruz y otros.
ResponderEliminarYo no creo en eso de "aquí en la tierra nada, pero justo al morir toma ya, uno ve a Dios a todo color."
Más bien creo que Dios hay que lograrlo verlo desde allí donde se esté.
Usted - creo saber quién es- tiende a confundir planos en la espiritualidad. Si eso le sirve, allá usted.
EliminarA Dios no lo ha visto nadie. Otra cosa intuirlo a través de sus obras.
Conozco algún zumbado que se ha puesto ciego de emocionalina chutándose con los místicos. Un poco de respeto. No los rebaje poniéndolos a su altura.
Yo no hablo de Dios a todo color. Es usted el que lo pinta a su gusto.
Lo que usted escribe sobre Dios de " verlo o sentirlo" me anima a que pida cuanto antes ayuda médica.
No sabe usted el daño que hace.
Usted justifica y defiende muy bien su propia pereza, don Susto. Sería un buen abogado.
EliminarLo sé. Sobre todo para defender a incautos como usted. Hay que ser botijo para leerme y definirme y caerle mal
EliminarImbécil . Le voy a dar un consejo: no me lea.
Ok, no le leeré y estaré en el sofá con los pies sobre una mesa. Como usted vamos.
EliminarNo mienta. No puede dejar de leerme
EliminarVago
ResponderEliminarY a mucha honra
EliminarUmberto Tozzi se retira. Muchas tardes (y noches) de gloria dio al UNIV. Respeto gordo. Admiración. Honor. Un gigante. Gracias Umberto! Sin ti no hubiera sido igual. Te amo.
ResponderEliminarSí puo dare di piu!
ResponderEliminarYo creo que Suso ya hizo bien su trabajo, pero no le da rentas. Me refiero al trabajo sobrenatural, el que le llevó a convencer a un montón de seres humanos a entregarse a una institución.
ResponderEliminarLeo que las chicas que prestaron servicios domésticos de suso-dicha institución, reclaman ahora honorarios. Me parece bien, como debería ser también que pagaran un tanto por vocación conseguida. Al fin y al cabo era una operación comercial y la comisión por pitaje debería ser reivindicativa. Digo.
Valiente gilipollez la que acaba de escribir sin venir a cuento de la entrada. La típica mojonera que escribe a bulto y a ver si cuela. Y no cuela. Tiene pinta de cristalizar en adoquín.
EliminarUna pregunta, ¿ qué grado de consanguinidad tenían sus padres?
Quien dijo que "no ve a Dios". Pues póngase gafas. Mire el mar o la montaña y allí ve a Dios.
ResponderEliminarNadie ha dicho eso, mendrugo. Es San Juan el que lo dijo.
ResponderEliminarQuítese las gafas, eso que usted ve se llama politeísmo.
Nace en Navidad y sale pavo.
Está a un paso de decirnos que usted lo ve.
Que te la pique un pollo.
ResponderEliminarVaya. ¿ El niño se ha fadado?
EliminarRespondes a un anónimo: "Usted - creo saber quién es- tiende a confundir planos en la espiritualidad"
ResponderEliminar¿Cómo consigues intuir quién es el autor de un comentario tan vacío e insulso? Se trata de un comentario anónimo, sin más.
Porque es un comentario vacío e insulso. Por eso mismo.
EliminarLa inmortalidad implicaría renunciar a la paternidad. En un mundo limitado en espacio, la reproducción sin muerte incrementaría la población hasta límites insostenibles. Haría falta prohibir la reproducción.
ResponderEliminarPor tanto, la población envejecería progresivamente sin renovación. Sin nacimientos, se detendría la selección natural y la evolución, e igualmente un día llegaría la muerte, porque la Tierra será absorbida por el Sol cuando éste se convierta en una gigante roja.
Morir es un acto necesario para que puedan vivir los que han de venir; y en cierta manera, da valor a los instantes que tenemos. Hay que vivirlos bien porque se acaban. Hay que querer bien, porque nos estamos muriendo desde que nacemos.
Yo, con toda la provisionalidad que tienen mis alocadas opiniones, soy de los que creen que no hay que esperar a morir para empezar a vislumbrar la primera luz del alba de Dios; de tal forma que morir sería más una transición tranquila, lo que en matemáticas corresponde una función continua. Nada de lo bueno de aquí está fuera de Dios. Ningún espacio está sin él, si es que se puede decir que el espacio existe.
PRISCILIANO
Prisci, usted que se define como un poco heterodoxo, cree en la reencarnación?
EliminarEs una idea bonita, pero la única creencia que percibo segura en mi es la de la existencia de Dios. Lo demás, en mí, se parece más a la esperanza que a la fe. Y no tengo ni idea.
EliminarHay testimonios curiosos y difíciles de explicar sobre la reencarnación, pero no están claros, no se han contrastado con un método fiable. A mi me gusta la vida, y me encantaría probar otras formas de ser; pero no tengo razones para creer o dejar de creer en la reencarnación.
PRISCILIANO
Gracias por tu respuesta, Prisciliano.
EliminarTodo muy difícil de entender y todavía más intentarlo explicar.
ResponderEliminarA mi me sirve vincular el concepto “Dios” con la cuarta dimensión “tiempo”.
La teoría de la relatividad se acerca a esta idea, al menos la hace compatible. Cada uno - con limitada capacidad- tenemos recursos propios para dar sentido a la posible trascendencia.
Pues yo he estado pensando todo el día sobre el asunto y no se me ha ocurrido nada.
ResponderEliminarSolo que no habrá lunes, martes... el viernes es fiesta porque estoy cansadísimo.
He leído un artículo de Borges sobre el asunto, un poco farragoso, pero para mí Borges es perfecto.
https://borgestodoelanio.blogspot.com/2014/08/jorge-luis-borges-la-inmortalidad.html
Susto arruinó la vida de mucha "gente".
ResponderEliminarY tiene los cojones de venir aquí a hacerse la víctima.
Abandona Susto, deja de cagarls cada día
Aquí viene a lavar su conciencia. Sus traumas del pasado. Su patología perversa. Siga disimulando pero usted es el mayor -Mindhunter- espiritual engendrado por el OD. Un ser enfermo y sin escrúpulos que aplaudes y celebra cada uno de estos comentarios y entradas. Su purgatorio será el único atemporal. Sigo haciendo camino De Santiago y despidiéndose de la gente. Poco le queda
ResponderEliminarAlgo ha cambiado. Ahora me profetiza un " purgatorio". Gracias.
EliminarMe queda poco. Y una de las cosas que me queda por ver - y la veré - es usted rezando por mí .
Escribe que " usted es el mayor -Mindhunter- espiritual engendrado por el OD". Oiga, ¿ no cree que me sobrevalora mucho?
Me da demasiada importancia.
Parece que el odiador de ha propuesto su conversión. ¡ Esto se pone muy interesante.
EliminarLo que no se sabe es a qué debe usted convertirse: si a O.L. O al opus dei.
Cada uno es responsable último de la ruina o éxito de su vida. La gente que nos encontramos, salvo excepciones límite, nos ayudan siempre, tanto si nos hacen bien como si nos hacen mal. Si nos hacen mal, nos ayudan a definirnos del lado del bien: “no seré como tú” “no haré como tú”…. Nos hacen más resilientes. Las piedras del camino nos enseñan a andar con piedras en el camino. Al final, es nuestra decisión lo que hacemos con lo que nos han hecho. Una persona que no ha sufrido, que no se ha equivocado y a quien no han perjudicado, normalmente es imbécil y soberbia.
ResponderEliminarCondenar las causas externas a nosotros puede ser una forma de no reconocer la propia responsabilidad. Somos lo que hacemos con lo que han hecho de nosotros.
Por otro lado, hay muy pocas vidas arruinadas, normalmente es un problema de percepción. La vida intensa se da en todas las situaciones; sólo hay que ser capaz de percibir el privilegio que representa poder vivirla y reconstruirla.
Todos hemos sido piedras para alguien algunas veces. Por eso la arena de la playa es tan fina, por los golpes que las piedras más grandes a lo largo de milenios se han dado las unas contra las otras.
Todos necesitamos ser acogidos con lo que somos. Todos.
PRISCILIANO
Lo siento, también sufrí de afectividad atrofiada y por eso encajé en el Betis primero, luego reventé matrimonios y ahora escribo buscando el aplauso de los que acongojados ven de cara la penúltima hora de su vida. Voy a confesarme y vuelvo a empezar. Nunc coepi!
ResponderEliminar¿Hay mucho zumbado por aquí, no?. Incluso alguno que viene a tu casa, come, bebe y luego escupe al anfitrión.
ResponderEliminarAntes había manicomios para esta chusma, pero ahora los dejan en la calle con un teclado…
Bueno, es domingo. Hay que dejar que los niños jueguen en la mesa de los mayores.
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