Hay un lector ser humano - la verdad , parece un poco diabólica su insistencia- que lleva varios días con mis pecados, mis mujeres, sus maridos, y toda las cosas que uno ha hecho mal en su vida. Aparenta ser buen tipo, pero cuando le pregunto qué será de mi, cómo espera que Dios me juzgará , responde " perdona hagas lo que hagas. Pero... ¿ese marido? Esos maridos te perdonan?"
Es conmovedora la preocupación de este hombre por "esos maridos", y lo poco que le importan las mujeres pecadoras. "Esas esposas".
He llegado a la conclusión de que se acabó con este hombre. Estoy convencido que no le hace ningún bien ver sus comentarios aquí. Está muy mal, muy enfermo. Y se hace daño , a él, y a todo lo que él piensa que representa. Porque, estoy convencido, se cree buena persona.
Además, ¿ qué necesidad tengo de tener un Pepito Grillo de mierda , que me recuerde mi pasado, cuando tengo que vivir el presente. El pasado ha muerto, el presente vive. El recuerdo "queda". Y uno sólo quiere mirar los días que me queden, disfrutarlos, y que me dejen en paz.
Y quiero, sólo y exclusivamente, prepararme para ese Encuentro. Y no lo haré desde la atalaya de este hombre, que es la del miedo, la del rencor, la de lo peor. Me fío de Dios. Y no me fío, nada, pero nada, de este hombre que, encima, se pone delante , como filtro de Dios y su representante.
Estos días hago limpieza general para ver más claro y comprobar lo que tengo y no recordaba. Con este hombre es imposible. No hace más que recordarme lo que fui. Es muy cansino.
No volverá a ser publicado. Pero, un consejo querido anónimo, a lo mejor un día te encuentras que no tienes lo que pensabas que poseías , y jurarías que sí. Tu pecado es mayor que el mío.
Me despido con la duda de saber quién es este gusano. Aunque , estoy seguro que , de saberlo me llevaría una decepción y un desencanto de aúpa: ¿ésteeeee?, de verdad....¿ésteeeeeee?
No escriba más. Déjeme en paz. Por cierto, este Padre de hijo pródigo es la religión a mi manera. Si espera que me desespere, no lo va a conseguir.
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¡Que horror de odiador!
ResponderEliminar¡Cuánto rencor!, ¡ qué ganas de hacer daño!, ¡ qué cerrazón!
Cuando estás en tu casa, no tienes que explicar a quién le abres la puerta y a quién no. Y este es tu blog. Abrazo.
ResponderEliminarPues se agradecerá no leerle.
ResponderEliminarProduce mucha tristeza leer a personas así, tan victimistas y en el delirio. Haces bien. A mi me gusta leerte.
ResponderEliminarYo tbn creo que no te puedes permitir el lujo, en estos momentos de tu vida y en otra onda vital, de dar lugar al odio. No puedes perder el tiempo en cosas sucias y podridas. El alma que es incapaz de despegar ya no es asunto tuyo, es su problema. Tú ya tienes otro sentir y otra mirada
ResponderEliminarEn mi opinión a ese hombre le importa una mierda los maridos, sus mujeres, y lo que genera es odio a Suso. No hay más. Por lo que sea le tiene ganas, debe de ser un envidioso patolólogico, con una fractura interior muy potente.
EliminarEs pura envidia. Y creo también que lo de los "maridos" es la excusa perfecta para armar su argumentario. Ni siquiera me creo que sea un cornudo. Ya lo habría dicho.
Es un tío con problemas personales muy de fondo. Muchos complejos, muy raro, muy retorcido.
Abandonarlo me parece lo más sensato, darle bola es un error.
Mendive, sigue hasta la otra orilla. Vamos contigo.
¡Joder!, ¡ gracias, de verdad!
EliminarEfectivamente.
ResponderEliminarQué mentalidad más lamentable. Ofendiste al marido. Tú. Al marido.
Es como si le hubieras sisado el coche. Como si le hubieras manchado su mejor traje.
Penoso.
Oiga caballero, las mujeres somos seres humanos. Y aquí, el conflicto principal, se desarrolla entre esa mujer y su esposo. Aunque no espero que lo entienda.
Haces bien, Suso.
McC
Toda la razón McC ...
ResponderEliminarIgual hay maridos que consideran a sus mujeres como "prenda" y por gilipollas se merecen esa cornamenta...
Otra cosa bien diferente es que Suso se resuelva su relación con Dios y eso queda exclusivamente entre ellos dos
La cosa es más complicada. No hagamos psicología de todo a cien con estas cosas.
EliminarQué bueno el cuadro del hijo pródigo. Gracias: callan las palabras. Soy tantas veces el hijo que se quedó en casa, y andaba encabronado por lo que me parecía injusticia. Ocupé su habitación en su ausencia, bien iluminada, daba a las mejores vistas, ahora se la tendré que devolver. Recibí atención que no tuve antes de que él pidiera la cuenta. El becerro que mataron por él lo había cebado yo, había recogido su mierda, había tenido que madrugar para que comiera. Y el anillo... yo no sabía nada de eso. Un anillo, mi padre, para regalar.
ResponderEliminarA vueltas con el perdón. Yo había sido perdonado tantas veces sin que me lo dijeran, que te tenido que ver este abrazo para entenderlo.
Muy recomendable el libro sobre este impresionante cuadro de Rembrandt que escribió Henri J.M. Nouwen en 1992.
ResponderEliminarEl regreso del hijo pródigo.
Meditaciones ante un cuadro de Rembrandt
Maravilloso.
EliminarMe cambió la vida
EliminarAdemás de estar enfermo el odiador es muy infantil.
ResponderEliminarParece que tenga cinco años.
"No importa quién eras hace una década / ni un año / ni siquiera ayer. / Lo que importa es / quién eres hoy / y quién serás mañana".
ResponderEliminar¡Olé Suso; que le den ...!
ResponderEliminarSuso, me gustaría hablar contigo
ResponderEliminarEscríbeme como has hecho en este comentario, pon modo de contacto - teléfono o mail- y te llamo. Todo será en privado.
EliminarSuso cómo comunicarme contigo??
ResponderEliminarEs una obra de caridad hacia el anónimo, hacia los lectores y hacia ti no publicar sus comentarios.
ResponderEliminarEl anónimo se arrepentirá seguro, todos tenemos momentos de lucidez.