lunes, 23 de junio de 2014

¡A VER SI ESTE PLATO ES BUENO!


Fue una de las primeras entrevistas que tuve en una tutoría.

Era una señora de Sabadell venida a más. Una nueva rica que pasó de cajera de Hipercor a mujer de un joven empresario del sector Chapa y Pintura. Él era, pues , un currante que le había ido muy bien la vida. Pero si rascabas un poco aparecía el mono y la gorra de “Pinturas Paco”.

Estaba despechada porque había pillado a su marido en falta. Su particular venganza era contárselo a quien la quisiera escuchar. Contaba con pelos y señales la aventura del hombre con una comercial.

Al terminar su peculiar relato, desúbito supino derrepenete, se puso de pie en la sala de estar , y sentenció al viento imperio refiriéndose a ella : “¡¡¡ PORQUE, VAMOS , A VER SI ESTE PLATO ES BUENO O NO ES BUENOOOO!!!”. Simultáneamente , se pasó la mano como un torero desde la punta de la cabeza hasta la punta de los pies.

Me produjo una pena infinita.

Después, con el correr de los años, he conocido muchas personas heridas que van gritando al mundo: ¡¡¡ A VER SI ESTE PLATO ES BUENO O NO ES BUENO !!!

Unos se ponen de pie y se acompañan de la mano, otros no: todos están heridos.

Yo, en alguna ocasión, también he caído en esa farsa de creerme un plato bueno.

Todo lo produce la tristeza.



3 comentarios:

  1. "Convertirse en nación, alemanes, es una esperanza vana; formaos para ser hombres más libres: eso podéis lograrlo". Esto escribieron Goethe y Shiller en un libro que titularon Xenion y que reunía una colección de aforismos. Para mí liberarse es en primer lugar dejar de depender de la opinión que los demás tengan de ti y hacer lo que te dé la gana. El hombre como individuo, no como miembro.
    En el Renacimiento, cuando la fama se convirtió en un valor importante, el mayor calumniador era un tal Pietro Aretino (la palabra pasquín viene de una estatua romana, il Paschino, donde entonces se colgaban los libelos). Quería perjudicar a Pierluigi Farnese, duque de Parma, quien "nunca le prestó la menor atención, y puesto que este hombre había renunciado a gozar de una reputación honrada, resultaba difícil causarle cualquier tipo de perjuicio" (Burckhardt). Conclusión: la reputación a tomalpolculo, solo molesta.

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  2. Que inmensa tristeza haber sido el "plato bueno" y dejar de serlo. No hablo de merecerlo o no, de que la vida...... solo que es muy doloroso.

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  3. Creo que dejar de ser el plato bueno es que han dejado de quererte y eso es tremendo. No tiene que ver con la envoltura.

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