domingo, 15 de junio de 2014

BIBLIOTECAS.


Como en los estratos geológicos de un yacimiento arqueológico, los libros permiten ir desenterrando los restos de todos los naufragios.

Cuántas veces, de visita en una casa, nos hemos encontrado en las estanterías un libro conocido que nos ha servido para cruzar una mirada cómplice con su propietario: qué bien Monterroso, ¿verdad? Qué buena Highsmith; o cuánto me reí con Sergi Pàmies. 

Compartir lecturas hermana. 

(Jesús Marchamalo en "Tocar los libros").

Lo mismo podría decirse del cine que vemos, y guardamos.

Algunos  blogs también son restos de naufragios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario