miércoles, 18 de junio de 2014

EXPLOTACIÓN.

Estoy en Badajoz.

Comienza el partido Brasil- México y la terraza del bar está  petada de gente.
Una  mesa es compartida por unas catorce mujeres, bralileñas y mexicanas, cada una viste los colores de las camisetas de su país. 
No veo el partido. Me siento frente a ese grupo de mujeres que se manifiestan con una alegría contagiosa.
Algo huele a explotación en esas mujeres que, por unas horas, olvidarán, reirán, soñarán. ¡Si supieran los futbolistas qué significan para millones de personas!

3 comentarios:

  1. Desde México, como español, te escribo. No me gusta el fútbol pero ayer fue muy bueno ver no ganar a Brasil. Se jugaba más que un partido. Aunque la relación entre la selección del TRI y la sociedad civil es como la de una amante que siempre está dispuesta a dejarse hacer de todo, nunca quejarse, recibir muy poco a cambio y ser muchas veces despreciada. Pero sigue ahí. Ayer, esa amante, tuvo una tarde gozo orgiástico.

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  2. ... y si supieran estas mujeres lo poco que significan para los futbolistas.

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  3. Los realizadores de la retransmisión del Mundial, tienen órdenes muy concretas.
    Sus tiempos están medidos y la creatividad se encuentra muy limitada.
    Tan sólo les conceden el recurso de enfocar a algún o alguna aficionada, que al verse en las pantallas gigantes estallan en gozo al reconocerse en su momento de gloria.
    ...
    El jefe de realización tiene cerca un botón rojo, que al apretarlo corta la imagen no autorizada.
    Un día de estos, una aficionada al verse enfocada por las cámaras, va a estallar de alegría y quitándose la camiseta va a provocar una revolución mundial.
    Sus pechos saltarines van a ser retransmitidos a más de mil millones de seres humanos a la vez, siendo ésta la señal de que la revolución ha empezado.

    El pueblo tomará las calles y arrojará del poder a todos los indeseables que rigen nuestros destinos.

    Esa mujer, alegre y desenfadada, mostrará el poder de la raza humana y hará que salte el revolucionario que llevamos en nuestros genes desde el mismísimo Pleistoceno.

    El realizador tendrá la oportunidad de oprimir el botón rojo, pero no lo hará, emocionado por el rotundo gesto.
    ...
    Piensa y recuerda.
    La Libertad guiando al pueblo, de Delacroix.
    ...

    La Historia se repite.

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