Una vez le pedí consejo a un viejo
zorro ejecutivo. Me habían dado un carguete de dirección y acudí
a él buscando su experiencia.
- Equivócate con toda seguridad.
Me pareció un hallazgo la fórmula.
Pues bien, eso es lo que hice:
equivocarme con toda seguridad.
Después he comprobado la mierda de
consejo que me dio.
Consecuencia de esa lamentable
experiencia fue poner en práctica otra máxima que no me quedó más
remedio que escribirla en el frontispicio de mi vida:
Prepárate para lo peor.
Por lo menos, cuando llega lo peor,
tienes cara de “¡¡¡ya lo sabía, ya lo sabíaaaa!!!”.
De todas formas, en la mayoría de los
casos, podrás sobrevivir a la peor de las hipótesis. Así que no te
preocupes demasiado por ello.
Yo también he pedido consejos y los he seguido ciegamente. Alguna vez me he equivocado por seguirlos; me ha dado mucha rabia. La conclusión a la que he llegado: cuando pides un consejo te dicen lo primero que se les pasa por la cabeza porque en primer lugar no les interesa tu vida. Si te equivocas, por lo menos te equivocas sigue tu razonamiento, así por lo menos aprendes algo.
ResponderEliminarpreguntarle a ese tio fue exactamente "equivocarse con toda seguridad"... ja, ja, ja...
ResponderEliminarEl mejor consejo me lo dio mi padre con su ejemplo: no hagas caso del 99% de los consejos que te den. Lo jodido es identificar ese 1% restante, añado.
ResponderEliminar¿Equivocarse con toda seguridad?¿?
ResponderEliminarLo otro, normal, es prever las posibles consecuencias de nuestros actos.
Si gana Argelia a Alemania me tiro al río!
Era un profe del IESE?
ResponderEliminarNo...pero podría ser.
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