Dicen que la primera impresión que
damos es determinante para poder activar una relación con los demás.
Muchas veces es cierto. De bien
pequeñajos los niños señalan , incluso con el dedo , y en voz
alta, los defectos de los mayores. Es algo que llevamos de cuna :
juzgar por la cara, por la pinta, por el habla.
Me cuenta un padre que en el estreno de
la piscina este verano, el niño vio pasar a una señora hipermástica
con la toalla. Se echó en la misma bajo la sombrilla al lado de mi amigo, su
mujer, y el renacuajo, de apenas seis años, y el chaval exclamó:
- ¡¡¡Uala que tetas¡¡¡!
- No sabía donde meterme- explicó
mi amigo. Y eso que yo pensé lo mismo.
Sí, niños de tres y cinco años son
capaces de formar juicios muy sofisticados sobre las personas.
Después crecemos y esos juicios nos
han llevado a estrepitosos fracasos, pues hay gente que simula muy
bien sus rasgos, sus gestos, sus andares, su manera de hablar.
¡Cuántos se han enamorado de la persona equivocada por esa razón!
Porque hay muchísima gente que en esta
selva se camufla y te dice lo que quieres oír, piensa lo que tú
quieres que piense, reza si tú rezas, es de izquierdas si eres de
izquierdas, y finge todos tus gustos.
Pero todo es una bola inmensa.
Mayer, el fundador y director general
de la Metro Goldwing Mayer, se las daba de ser un gurú a la hora de
identificar las grandes figuras del cine .
Una mañana le presentaron a un joven
dibujante para hacer un pase en su sala privada de un corto animado.
Un minuto después de comenzar la emisión, Mayer se levantó, y a
gritos exclamó:
- ¡Corten, coño, corten!...¿qué
mierda es esto?...¡corten!...¿a quién cojones se le ha ocurrido
esta idea?...¡mire , joven!, ¿sabe a qué le tienen más miedo las
mujeres y los niños?: ¡¡¡A LOS RATONES!!!...¡¡¡Y ME TRAE
USTED UN RATÓN DE MEDIO METRO COMO PROTAGONISTA DE SUS
HISTORIAS!!!.
El joven , perplejo, aturdido, y
enrojecido de vergüenza, no sabía qué hacer...
- ¡ Si quiere volver a verme, venga
con otra idea!: pero no con esta mierda de ratón gigante!.
Walt Disney recogió sus bártulos y
nunca más volvió a la Metro.
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