jueves, 23 de junio de 2016

EL PARQUE DEL CABEZO

La felicidad es un concepto abstracto.

Estos días  de  convalecencia  recordé en un sueño la sensación  de  felicidad  al  ir en  bicicleta  de casa al colegio Montearagón , en Zaragoza.  Aprendí  a montar en bicicleta en el Parque del Cabezo, donde mis padres  nos llevaban.Allí se alquilaban bicis. Mi padre  agarraba el sillín y nos empujaba. Insistía  mucho en  no dejar de pedalear: " si no pedaleas, te caes". Allí  se encierra  una gran  verdad  para el   resto  de tu  vida.

Ir  en bicicleta  supuso gozar  de mi  primera  libertad. Podía  ir lejos, donde  nadie  me  viese, sentir el aire en la cara. La bicicleta te liberaba del peso angustioso de la vigilancia  de  los padres  y bastaba con dejar atrás la puerta de casa para que el corazón comenzara a saltar libremente bajo la camisa .

Montar por primera vez en bicicleta era un acto de iniciación, que te obligaba a salir del ámbito familiar para perderte en un trayecto  que  empieza  ese día , y aún sigues  pedaleando.

Si la vida fuera como debería ser, todos los viajes en bicicleta habrían de dar finalmente en el  puerto  del  mar  de nuestra  infancia, con   un  padre gritando "no pares, pedalea, vamos, sigue!" Y uno, zigzagueando, temblándole el manillar, se destozolaba .  Así era en la niñez. 

Así  soy  ahora.


5 comentarios:

  1. Hola Suso, hace un rato que no te leía, tuve un compromiso de trabajo que me quitó todo momento libre, lo de la edad también influye, ya no soy para el “pluriempleo multiple”, ya sabes.
    Veo que estás de convalecencia, espero nada grave, ya encontraré lo que te ha pasado.
    Sólo decirte que me asombró la coincidencia de tu experiencia con la mia: “La bicicleta te liberaba del peso angustioso de la vigilancia de los padres”, el recuerdo de sensaciones tan parecidas en lugares y situaciones tan lejanos y distintos. Quizá la gana de librarme de “la vigilancia angustiosa de los padres” fué uno de los elementos que me empujaron en brazos del opus…
    Y sí, hay que seguir pedaleando, si no, no nos vamos a quedar de pie… Acabo de trabajar con un montón de trabajadores en paro (yo misma era una de ellos, aunque me encontraba a lado de la pizarra) y me hubiera gustado tener antes esta frase tuya –de tu papá- para utilizarla con ellos.
    Un abrazo!
    Elena

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  2. Y si no siempre queda el consuelo de Ignatius Reilly
    "Carezco al parecer de alguna perversion especifica que buscan los patrones de hoy"

    Animo y suerte

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