domingo, 19 de junio de 2016

VULNERABLE.(I)

Trabajo con una persona que es ingeniero  de tercera  generación. Abuelo  ingeniero, padre ingeniero, él ingeniero, y su hija está  con el proyecto fin de carrera, también ingeniero. Ayudada  por su padre, estudian unos agoritmos para  ordenar  las  colas en los supermercados de una manera  más eficiente.

Este hombre  tiene una norma en su vida: si no cabe en una  hoja excel, no existe. Incluso a la horea de educar  a sus hijas en temas como la afectividad, el amor, la sexualidad, les daba un libro y les  aconsejaba: anda, lee esto.

Por  supuesto, después no   hablaba  con ellas sobre el tema dellibro.

Para  ese hombre la vida  es un desorden, y hay que  ordenarla.Ese es su papel en este mundo.

Hasta que nos  conocimos: yo no podía ordenar esa cabeza  llena de  compartimentos estancos, y él no podía ordenar  esta cabeza  que parece el colage de un niño chico.

Sin embargo, somos complementarios:él hace  lo que yo no sé hacer, y yo hago  lo que él  no sabe hacer. Eso sólo se puede vivir  si no  hay egos.

En realidad  se  trata  de  saber que estamos todos conectados. Saber eso, algunos le  llaman "comunión de los santos", aunque  da igual como le  llamemos, eso se vive, hace  que lo que a ti te hace diferente, si me lo entregas, suma y nos  complementa a todos: ¡dame lo que te hace distinto!

Sí, estamos  todos conectados. Este  hombre  ha sufrido mucho. Muchísimo. Y yo también. Los dos hemos tenido  pérdidas dolorosas . Una putada, según como  lo veas.  Es verdad. Hablé con esa persona sobre el amor y me contó una vida muy dolorosa. Hablas de pertenencia, y te contestan con historias de exclusión. Su vida ha sido mucho  más dura que la mía , su pérdida no se debió a una enfermedad. 

¿Qué sucedió realmente?. Hay gente  que tiene vergüenza de que se sepa  realmente que pasó  , o qué sucede ahora en tu vida.Y callan. Tienen, o creen que tienen, cuentas  pendientes y asuntos de los que mejor no hablar.Y no es verdad. ¡Nos parecemos tanto unos a otros!.No hay varitas mágicas,pero si la hubiese, fue una conversación a calzón quitado sobre  nuestros amores, vidas, penas, alegrías, vivencias, lo que cambió nuestra relación personal y profesional.

Tener vergüenza , ser pudoroso, es muy bueno. Ponerse colorado es la mejor  expresión de la bondad de una  persona. Lo que es malo es pensar que esas  cosas sólo te suceden a  ti.

Muchos  pensamos "no soy lo  suficentemente bueno, generoso, alegre, humilde", y  nos sentimos vulnerables. Y eso es bueno. Estás apelando  a tu dignidad, que es algo muy , muy profundo. Y  si descubres la dignidad de los demás, entonces,...entonces es la leche. 

En  realidad  es la misma vieja  historia de siempre: somos  hijos de  Dios. No eres más que nadie, ni menos. Y  esa es  la gran pena, que hay mucha gente que se siente más que otros,omenos que otros. Y no es verdad. Cuando lloramos  los dos contándonos nuestras biografías  todo cobró un sentido nuevo.

¿Qué nos unió a  dos personas  tan diferentes?: el coraje (`palabra que viene de "corazón", y que no significa "valentía"). Se trata de  tener el coraje de  ser  imperfectos. Los  dos  nos compadecíamos  de nosotros mismos, y del mundo.El dolor nos hizo  bendecir los  sufrimientos del mundo. Es un don de Dios  esto de la compasión. Es imposible que sientas  compasión  por nadie  si no la  tienes  por ti mismo.

Esa es la razón por  la  que, en ocasiones, hay gente que  no le gusta  que me compadezca de mi mismo en el Barullo...¿pero, por qué no? Soy vulnerable, y tú  también. Te pongas  como te pongas. Acéptalo, quizás  mucha gente que está  tu alrededor espera que te arranques esa  máscara  de don Necesario, o Don Raro,o Don Perfecto , y que  bajes del pedestal, o subas  a la superficie y pedir  ayuda a tu gente. Sí, tú: pedir ayuda.







3 comentarios:

  1. Conocí a Man en un bar turco. Él trabajando de cocinero y yo haciendo el canelo en la barra. Es jordano y musulmán y yo soy el cristiano cabrón.
    Un día nos contamos nuestras vidas y nos reímos bastante.
    Otro día nos dimos cuenta que su Dios y el mío, son los mismos.
    Yo le escuchaba y él a mí, así que pasamos al tema estrella, las mujeres, y nos fuimos a bailar con dos clientas del bareto.
    Él ha empezado a estudiar el carnet de conducir porque yo le convencí.
    Y yo he comenzado a leer el Corán como si fuera un libro de poesīa, porque él me convenció.
    Y así van pasando los días. Yo llamándole hermano jordano, y él voceando que soy un cristiano cabrón.
    Creo que juntos nos podríamos enfrentar a cualquier marrón.

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  2. Supongo que tu también te quitarás tu máscara, no?

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