Trabajo con una persona que es ingeniero de tercera generación. Abuelo ingeniero, padre ingeniero, él ingeniero, y su hija está con el proyecto fin de carrera, también ingeniero. Ayudada por su padre, estudian unos agoritmos para ordenar las colas en los supermercados de una manera más eficiente.
Este hombre tiene una norma en su vida: si no cabe en una hoja excel, no existe. Incluso a la horea de educar a sus hijas en temas como la afectividad, el amor, la sexualidad, les daba un libro y les aconsejaba: anda, lee esto.
Por supuesto, después no hablaba con ellas sobre el tema dellibro.
Para ese hombre la vida es un desorden, y hay que ordenarla.Ese es su papel en este mundo.
Hasta que nos conocimos: yo no podía ordenar esa cabeza llena de compartimentos estancos, y él no podía ordenar esta cabeza que parece el colage de un niño chico.
Sin embargo, somos complementarios:él hace lo que yo no sé hacer, y yo hago lo que él no sabe hacer. Eso sólo se puede vivir si no hay egos.
En realidad se trata de saber que estamos todos conectados. Saber eso, algunos le llaman "comunión de los santos", aunque da igual como le llamemos, eso se vive, hace que lo que a ti te hace diferente, si me lo entregas, suma y nos complementa a todos: ¡dame lo que te hace distinto!
Sí, estamos todos conectados. Este hombre ha sufrido mucho. Muchísimo. Y yo también. Los dos hemos tenido pérdidas dolorosas . Una putada, según como lo veas. Es verdad. Hablé con esa persona sobre el amor y me contó una vida muy dolorosa. Hablas de pertenencia, y te contestan con historias de exclusión. Su vida ha sido mucho más dura que la mía , su pérdida no se debió a una enfermedad.
¿Qué sucedió realmente?. Hay gente que tiene vergüenza de que se sepa realmente que pasó , o qué sucede ahora en tu vida.Y callan. Tienen, o creen que tienen, cuentas pendientes y asuntos de los que mejor no hablar.Y no es verdad. ¡Nos parecemos tanto unos a otros!.No hay varitas mágicas,pero si la hubiese, fue una conversación a calzón quitado sobre nuestros amores, vidas, penas, alegrías, vivencias, lo que cambió nuestra relación personal y profesional.
Tener vergüenza , ser pudoroso, es muy bueno. Ponerse colorado es la mejor expresión de la bondad de una persona. Lo que es malo es pensar que esas cosas sólo te suceden a ti.
Muchos pensamos "no soy lo suficentemente bueno, generoso, alegre, humilde", y nos sentimos vulnerables. Y eso es bueno. Estás apelando a tu dignidad, que es algo muy , muy profundo. Y si descubres la dignidad de los demás, entonces,...entonces es la leche.
En realidad es la misma vieja historia de siempre: somos hijos de Dios. No eres más que nadie, ni menos. Y esa es la gran pena, que hay mucha gente que se siente más que otros,omenos que otros. Y no es verdad. Cuando lloramos los dos contándonos nuestras biografías todo cobró un sentido nuevo.
¿Qué nos unió a dos personas tan diferentes?: el coraje (`palabra que viene de "corazón", y que no significa "valentía"). Se trata de tener el coraje de ser imperfectos. Los dos nos compadecíamos de nosotros mismos, y del mundo.El dolor nos hizo bendecir los sufrimientos del mundo. Es un don de Dios esto de la compasión. Es imposible que sientas compasión por nadie si no la tienes por ti mismo.
Esa es la razón por la que, en ocasiones, hay gente que no le gusta que me compadezca de mi mismo en el Barullo...¿pero, por qué no? Soy vulnerable, y tú también. Te pongas como te pongas. Acéptalo, quizás mucha gente que está tu alrededor espera que te arranques esa máscara de don Necesario, o Don Raro,o Don Perfecto , y que bajes del pedestal, o subas a la superficie y pedir ayuda a tu gente. Sí, tú: pedir ayuda.
Conocí a Man en un bar turco. Él trabajando de cocinero y yo haciendo el canelo en la barra. Es jordano y musulmán y yo soy el cristiano cabrón.
ResponderEliminarUn día nos contamos nuestras vidas y nos reímos bastante.
Otro día nos dimos cuenta que su Dios y el mío, son los mismos.
Yo le escuchaba y él a mí, así que pasamos al tema estrella, las mujeres, y nos fuimos a bailar con dos clientas del bareto.
Él ha empezado a estudiar el carnet de conducir porque yo le convencí.
Y yo he comenzado a leer el Corán como si fuera un libro de poesīa, porque él me convenció.
Y así van pasando los días. Yo llamándole hermano jordano, y él voceando que soy un cristiano cabrón.
Creo que juntos nos podríamos enfrentar a cualquier marrón.
Supongo que tu también te quitarás tu máscara, no?
ResponderEliminarEn ello estoy!
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