sábado, 4 de junio de 2016

UN SUCEDIDO

Un incierto día , andando a ninguna parte  , aparecí en  un descampado  de chabolas. Fue en Tarragona.

En medio de  aquel arrabal  , entre cascotes y automóviles  medio desvencijados, había unos sillones  viejos , de esos que llaman "pufs",   a la puerta de un corral .  Sentado en una  de ellos, engominado  y con voz aguardentosa , con una ventolera que  le hacía  amarrarse el sombrero con fuerza , estaba un sujeto reparando una vieja  lavadora.

El hombre llevaba las patillas dibujadas a escuadra y cartabón.  Había a su alrededor unos niños desnudos , unas  matronas  hipermásticas , y varios perros. Detrás del cerro que  como un centinela  vigilaba la gravera  se veía un camino sin asfaltar , Por la senda venían hacia las barracas , en el desvarío, zombis, algunos jóvenes macilentos  y entre unas uralitas  había otros en cuclillas mirándose el brazo.

Se puso a  llover  torrencialmente. Parecía  imposible  poder respirar y encontrar un resquicio de aire entre gota y gota. Fui a la entrada de uno de los chamizos y pregunté  si podía entrar.

- Paze uté, primo.

La televisión estaba encendida, y el vídeo  ,en otra parte de la habitación , reproducía una película de kárate. Entró el hombre engominado. Me saludó.

- ¿Quiere  usté costo?

- ¿Có qué?

- ¿Una papelina?

- No, yo no...

Entra una chica , rubia bote, de ojos aceitunados y unas caderas  mollares. Lleva una camiseta que pone escrito en el pecho "University of Delaware".

Me  mira asombrada. El granizo  repica con fuerza en el tejado. . 

- ¿Oye, una pregunta quiero hacerte- le digo.

- Usté dirá.

- ¿Tú  has estudiado en Delaware?

- ¿Ande?

- En  la Universidad de Delaware.

- ¿Qué es eso?

- Una universidad de los Estados Unidos .

- No sé...

- Como tienes la  camiseta de esa Universidad...

Entonces se gira el de las patillas y dice enfadado.

- ¿Le pasa argo a  las tetas de mi hija, zo cabrón?

Veo que la broma se me tuerce, se gira en forma de perro , y se dirige hacia mi  a morderme els pebrots.

- Que no, hombre, que era una broma sobre lo que pone allí, sobre la Universidad de Delaware.

- Ya, justo donde están las tetas.Y porcima le llamas guarra.

- Que no - repito- es el nombre de la Universidad...¿lo ve- señalo el pechungo- DE LA WA RE...si , además, vivo en celibato apostólico, soy como un sacerdote...vamos, que nada...

"Este me da un guantazo que veo a  Tarzán vestido de primera Comunión, por gilipollas..."

Mi ángel  vino en mi auxilio. Dejó de llover, escampó, y yo salí de allí con un "a la paz de Dios, muchas gracias".

3 comentarios:

  1. Este es el Suso-Satur que con el pretexto del cachondeíto. a tantos, nos salvó la vida...¡¡¡gracias!!!
    Quizás soy un poco críptica, pero seguro que muchos que pasan por aquí, me entienden perfectamente.
    Hasta pronto, majo.

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  2. Muy buena anécdota. Esa confusión de los nombres por parte del padre que acaba causando tanto el conflicto como la gracia de la historia está ya anticipada al comienzo, con la primera imagen, cuando se le ve reparando la lavadora. No se trata sólo de la asociación automática de los nombres, sino de que alguien cuyo mundo es la reparación de lavadoras sin salir de la chabola, forzosamente ha de tener una cosmovisión basada en el binomio mancha/limpieza, es decir, agravio/desagravio.

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  3. ¡Caramba, Teniente: no da usted puntada sin hilo.

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