La rosa huele mejor cuando comienza a pudrirse. Y hay amores viejos que a fuerza de ternura y complicidad van reemplazando la primera pasión amorosa. Esos amores desprenden la mejor de las fragancias.
Con la primavera de nuestras vidas ya pasada esa flor exhala un perfume fenecido y éste atrae la gula de las abejas más finas.
Tengo miedo. Siento que vienen a libar la rosa podrida de mi vida un enjambre de abejas de cualquier condición . Y no me importa. No puede negarse que el jugo que extraen de ella puede ser exquisito y, a veces, letal. A unas les engorda, a otros les mata, a todos nos perfuma esa flor ajada con el mórbido aroma de la decadencia.
---------------------------
ESPACIO RADICAL LIBRE: UN BAUTISMO
---------------------------
ESPACIO RADICAL LIBRE: UN BAUTISMO
No hay comentarios:
Publicar un comentario