miércoles, 21 de diciembre de 2016

LA VIDA Y LA MUERTE BORDADA EN LA BOCA

Tremenda  la historia de  Orfeo y Eurídice!.  Una serpiente acaba con la vida de Eurídice el día de su boda y Orfeo   , desesperado,   pierde el deseo de vivir. Su canto se vuelve entonces tan triste que los dioses se apiadan de él y le permiten descender al reino de los muertos en busca de su esposa con la condición de que no se detenga a mirarla hasta que no haya alcanzado con ella el mundo exterior y los rayos del sol bañen su cuerpo. 

Pero Orfeo vuelve la cabeza antes de tiempo y la pierde para siempre.

Hay  amores  que  juegan a esconderse, a que no se sepa quiénes son, con quién anduvieron antes de conocerse.No me puedes preguntar quién soy, se dicen el uno al otro.

A la asociación de disminuidos  que voy de voluntario   ayuda  una pareja . Él  lleva  dos años colaborando. Ella apenas  tres meses. Ella es travesti. Se  intuye una vida  muy dura. Un día  le  pregunté  por su  condición: “No debes saber que estoy muerta”, me  contestó.  

Enigmática. Viendo  mi cara de  sorpresa  ante semejante declaración , añadió: "open your mind".

La muerte sigue nuestros pasos, nos aguarda en las esquinas, llama a nuestra puerta cuando menos lo esperamos, tiene nuestro rostro al mirarnos al espejo. Se lleva a nuestros padres, a nuestros amigos, a  la mujer  que amas  , a  tu  hija , husmea en nuestros armarios, enmudece la vida  que amamos. 

Los muertos están en nuestras palabras, en nuestros recuerdos, cuando entramos en un cuarto, cuando recorremos una calle o visitamos un jardín, cuando leemos un libro. Nos siguen a todos los sitios, velan nuestros sueños, se sientan en la mesa con nosotros. Los muertos no saben nada, se lee en el Eclesiastés. ¿Es verdad esto o acaso nos dicen cosas que no queremos oír?. Jesús responde a  los saduceos    que en el cielo no se casan. No hay  mujeres.  Probablemente a eso se refiere el Eclesiastés cuando dice "no saben nada".

No saben nada de  todo lo que aquí abajo entendemos por saber. Los  muertos aman y  perdonan. Se ríen de nosotros.

El mundo que  vivimos  está poblado de personajes que nunca regresan. Fernanda , la travestí, tampoco  quiere volver, me temo, de     esa vida  que  hiede.

Están ahí, pero no debemos volver la cabeza para mirarlos. Con   frecuencia  siento que me siguen en lalejanía  Manuela, o mi padre, o Andreu, o Jaume. Pero  no los  veo. 

En el libro "la muerte , un amanecer", de Hubber- Ross se dice que muchos antes de  morir  sienten  la cercanía de sus muertos  familiares que les dan ánimos y una paz muy  especial  que les anima  a   traspasar  el umbral.

La verdad es una araña tejedora, en el centro de sus telas siempre espera la muerte. 

“Cuesta entender la vida, no la muerte. La muerte nunca encierra enigma alguno”, escribe Joan Margarit. 


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ESPACIO RADICAL LIBRE:TODOS SOMOS GOYA

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