CAMBIO DE RASANTE

A veces haces locuras que olvidas  y un día, por lo que sea, se abre el armario de las cosas olvidadas y cae un recuerdo como un cadáver en descomposición, así, de cualquier manera, en el suelo...

Fue regresando un amanecer de dos días de desfase y desvarío. 

Alguien propuso jugar a la "Ruleta Rusa". Se trataba de conducir por el carril contrario al ver un cambio de rasante. La idea pareció genial.

Vimos un cambio de rasante y el conductor, que estaba bastante puesto , cambia de  carril, acelera, mientras los tres acompañantes gritábamos "¡wow, wow, wow, wow!".

Cruzamos volando el collado, con esa sensación de  estar suspendidos en el aire...y no encontramos ningún coche.

En el siguiente cambio de rasante se repite la maniobra. "¡Wow, wow, wow, wow!"...y al dar el salto encontramos unos metros más allá un coche que se acerca, nos pita...corregimos la maniobra, y al cruzarnos con él, vimos una niña pequeña que con la mano nos saludaba.

El chófer paró el coche en el arcén. Nos quedamos callados un buen rato.

Después la vida siguió, nos separamos todos aquellos, y olvidas.

Hasta que recuerdas,  y caes en la cuenta que basta una décima de segundo para que una estupidez sin sentido, cambie las biografías de mucha gente para toda  la vida. 

A nosotros  no nos sucedió, pero a otros sí: ¿azar, incertidumbre, providencia?. 

Puse  el ejemplo  de una temeridad  conduciendo. Pero  también  conocí  personas   que  fallecieron de  SIDA por  su mala  cabeza,  por  vivir  en  zonas de  altísimo riego, por  estupidez.  

"El que esté  libre  de  pecado...". Muchos  no estamos libres de pecado porque  olvidamos. Nos  hemos olvidado de  cosas  que  dan  mucha  vergüenza. Hay 31.530.000 segundos en un año. 1.000 milisegundos en un segundo. Un millón de microsegundos. Mil millones de nanosegundos. Y   jugamos  , necesitamos   vivir  al  límite   para  sentirnos  vivos.  


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ESPACO RADICAL LIBRE: VOLVER A EMPEZAR.