miércoles, 19 de abril de 2017

LA VÍSPERA DEL 20 DE ABRIL

El tiempo   turbio y confuso arrasó  mi corazón igual que durante una tempestad  las aguas  atraviesan  el cauce  seco de  un arroyo y se llevan consigo coches mal aparcados, ramas, y algún cadáver.

Ahora, río  abajo —  un largo meandro sereno —,sólo  tengo recuerdos  de los ecos de aquellos  días de furia y sin sentido , y la fragancia de  tu imagen   que flota en mi río ,  desgajada de aquellos días tan tremendos...y  tan maravillosos.

Te  diré una cosa, ramita  que andas  aquí , en este cauce que lleva mi nombre , no puedo olvidar aquel olor de tus cabellos, ni ese verde de  tus ojos , la alegría  y, sobre todo, la nacarada luz de tu sonrisa ,  donde brillan  tus dientes
.
Así  me dejaste  un día de septiembre , y jamás volveré a verte  , ni podré  escuchar  tu    voz . 

Un día, estoy seguro, volveremos   estar juntos, de otra manera. Pero ahora, ¡qué remedio ! , ando como un grillo  que   se  ha  perdido en un campo de espigas cantando cri cri cri.
Resultat d'imatges de GRILLO  EN LA  ESPIGA
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ESPACIO RADICAL: EL GATO ATADO A LA PUERTA DE LA IGLESIA

1 comentario:

  1. A veces pienso que la vida es una especie de tsunami, y que la gran ola viene y se lleva todo a diez kilómetros de distancia, en una maraña de cañas, barro, desorden y escombros.
    Al cabo de unos días las aguas bajan y de entre los escombros salen unas cabecitas amoratadas por los golpes.
    - ¿Qué tal Susete, cómo te va?
    - Pues en estos precisos momentos no tengo ninguna gana de dar explicaciones, caballerete.
    Por cierto, llevas barro hasta en el píloro.
    - Ya ves, me creía el Rey del Mambo, y va a ser que no.
    - Anda, guarda fuerzas, a ver si dentro de un rato gritamos y nos oye alguien.
    - Vale tío.
    ...
    Y resulta, que cada vez, me resultan más poética estas conversaciones.
    Tal vez, porque son las que al final te dejan salir del barro y respirar un poquejo.

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