Cuando estuve en Guatemala me gustaba ir a pasar la mañana a un pueblo que se llama Tactic . Era algo así como una capital comarcal que aunaba comercial y economicamente muchas de las pequeñas ciudades y aldeas del entorno.
Una experiencia inolvidable en Tactic fue buscar unos urinarios. Y, desde luego, cuando los encontré , vi cosas que harían vomitar a una vaca. Allí aprendí la importancia de que los desagües no se vean,ni huelan, ni se oigan.
En sociedades como la nuestra la olora fétida tratamos de camuflarla. La buena educación lo cubre todo: los esclavos llevan corbata y chaqueta , los políticos no gritan , dimiten de una manera educada , lo que llaman el fuego amigo, el puñal en la espalda de toda la
vida,se hace con elegancia. La televisión con sus locutores almidonados como el mayordomo de Netol limpia todas las heridas con su algodón color de rosa.
Pero huele mal. Huele como ese pestilente urinario de Tactic donde las miasmas crían polillas que transportan en sus patas bichitos que se posan en la piel y te dejan una pústulas muy feas.
Somos ese balneario de lujo donde los hijos de la sociedad del bienestar se pasean en albornoz. Pero debajo de nuestros pies pasa una imbornal alimentada por varios desagües, toda la mierda que no se ve ni huele, mientras arriba, en los salones bailamos la conga.
Los encargados de que el sistema no huela son gente que llaman "fontaneros". Son los que aconsejan "sonría,presidente", "hay que ir a la final de petanca de la champion", "le vamos a acercar a una anciana leprosa , ¡bésela!"
No estamos en Tactic, donde los políticos del indigenismo huelen a aldea, rezan a Dios con las palmas de las manos abiertas , no beben ,y eructan en mitad de un discursos . Donde los vertederos están en medio de la ciudad con ratas y cuervos gordos como banqueros preconstitucionales.
Pero hay las mismas cloacas .Aunque no se vean, aunque no huelan.
También en nuestro interior hay las mismas cloacas que en el de un presidente de EEUU. Eso lo sabemos gracias a Clinton y la becaria gorda y fea que no se comería ni Magoo...pero se la comió.
Y también llevamos las mismas virtudes.
Las dos cloacas,la interior y la exterior , discurren abiertas por medio de la plaza, con todo el hedor de los bajos fondos arrastrando a tu particular mendigo, al orgulloso y estúpido personaje en que te has convertido, a ese buen hombre que intenta sacar adelante su familia con un mal sueldo, a esa mujer que comenzó de cero al separarse y que envejece como buenamente puede.
No lo niegues, el que no se vea ni huela no significa que no exista. En el salón principal de tu vida interior suena la cadena del retrete. Cada día, por el desagüe baja una carga de detritus hacia la cloaca máxima.
No sufras, estamos hechos también de eso.

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